Galería Güemes: Buenos Aires desde las alturas

Siempre digo que Buenos Aires es, fácilmente, una de las ciudades más hermosas del mundo. No hace falta recorrer los cinco continentes para decirlo. La capital argentina tiene parques de todo tipo, arquitectura de todos los estilos, gastronomía reconocida mundialmente, una gigante movida artística y cultural, y próximamente hasta tendrá una «vuelta al mundo» como las de Londres o Montreal. Lo único que le falta -en mi opinión y además de sacarle mayor provecho turístico al Río de la Plata- son miradores públicos.

Las grandes ciudades del mundo los tienen y visitar esos miradores es prácticamente una actividad obligatoria para los viajeros. Pero los miradores de Buenos Aires son escasos, y pocos de ellos son accesibles para todos los bolsillos.

La Galería Güemes es un antiguo pasaje comercial ubicado en Florida 165 y que conecta la famosa peatonal con la calle San Martín, en el barrio porteño de San Nicolás (mejor conocido como Microcentro). Esto es a menos de 200 metros de la Plaza de Mayo, por lo que visitar la Galería Güemes es fácil cuando se piensa en recorrer el casco histórico de Buenos Aires. Se trata de un edificio construido a principios del siglo XX, inspirado en la galerías europeas. El diseño estuvo a cargo del italiano Francisco Gianotti, y hoy sigue siendo uno de los mejores exponentes del art noveau en Buenos Aires.

La obra fue financiada por los propietarios de los lotes sobre las calles Florida y San Martín, quienes quedaron en bancarrota tras la construcción de la galería. El costo total superó los 15 millones de pesos fuertes (más de mil millones de euros al día de hoy).

El edificio es frecuentemente nombrado como uno de los primeros rascacielos de la ciudad, gracias a sus 87 metros de altura. Se inauguró en 1915 y a la ceremonia acudieron desde el presidente Victorino de la Plaza hasta descendientes del mismísimo General Martín Miguel de Güemes.

Cúpula Galería Güemes Buenos Aires
Cúpula

Los visitantes quedaban asombrados no solo con la elegancia y opulencia de la Galería Güemes, sino también con la variedad de funciones que se le había dado al edificio. En un subsuelo funcionaba un teatro, un restaurante, y un salón para eventos. En la planta baja funcionaban distintos comercios y, en los pisos superiores, oficinas. A partir del sexto piso había apartamentos, uno de los cuales tuvo a Antoine de Saint-Exupéry como inquilino. En el último piso (el 14°) había una confitería desde donde se podía disfrutar de la ciudad con una vista de 360°.

Aquello era solamente la cara visible de la Galería Güemes. Más sorprendente era su red interna de tubos por los cuales se enviaba el correo a cada oficina y departamento, la avanzada tecnología de los ascensores, y el sistema de bombeo de agua.

Hoy en día funcionan en la galería tiendas de ropa, de regalos, de accesorios, una librería, un banco, varias cafeterías, zapaterias, y una vinoteca. Desde la galería también se accede a oficinas en los pisos superiores y edificios contiguos. La confitería del piso 14° ya no existe, pero las vistas desde arriba todavía pueden disfrutarse.

EL MIRADOR DE LA GALERÍA GÜEMES

El mirador de la Galería Güemes está abierto al público de lunes a viernes por la tarde, y se pueden hacer visitas guiadas. Pueden consultar los horarios y tarifas en la página de la Galería Güemes. A enero 2020 el precio para subir al mirador es de ARS 100 para argentinos y ARS 200 para extranjeros.

Miradores de Buenos Aires Galería Güemes

Si bien las vistas de la ciudad ya no son sin obstrucciones como hace cien años, todavía son dignas de disfrutar. Se pueden distinguir los edificios más emblemáticos de los barrios de San Nicolás, Monserrat, Retiro, y Puerto Madero. Afinando la vista, puede verse parte de La Boca y hasta los edificios de Quilmes en el lejano horizonte.

Vista de Buenos Aires desde galeria guemes

Pero toda la atención se la llevan las cúpulas. Siempre digo que en Buenos Aires hay que mirar para arriba, pero en este caso hay que mirar para abajo. La cúpula que más resalta, con su color blanco entre tanto gris, es la del Edificio Bencich. También resaltan entre tanto edificio cuadrado las cúpulas de La Equitativa del Plata, de La Inmobiliaria, y del Congreso Nacional, además de las torres del Palacio Barolo y de la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires.

Mirador Buenos Aires galeria guemes

A diferencia del mirador del Palacio Barolo, al mirador de la Galería Güemes se puede subir sin necesidad de contratar una visita guiada. En lo que a precio respecta, la galería es mucho más accesible que el Barolo y, aunque las vistas desde ambos vale la pena y se las aprecia desde práctiacmente la misma altura, son distintas. Te invito a leer el post sobre la visita al Palacio Barolo.

Ya sea que estén en la capital argentina como turistas, por trabajo, o vivan en la ciudad, no dejen pasar la oportunidad de conocer este mirador de Buenos Aires.

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