Hace ya un año que vivo en Berlín y la verdad es que no podría pedirle más a la vida. Un trabajo que (casi siempre) disfruto, amigos que parecen hermanos, parques y lagos a minutos de casa, infinidad de opciones donde comer, y la posibilidad de estar probando algo nuevo constantemente son cosas de las que hablo siempre. A un año de haber llegado finalmente siento a Berlín como mi hogar, tras una serie de «checkpoints» que fui alcanzando durante ocho meses. A saber:

  • Registrarse como residente en Berlin, el famoso Anmeldung sin el cual no se puede hacer prácticamente nada. Completado dentro del primer mes.
  • Hacer el resto de trámites iniciales: abrir una cuenta de banco, recibir el número de identificación fiscal, el seguro de salud, contratar el seguro de responsabilidad civil, etc. Completado dentro del primer mes. Te cuento más cobre eso en mi guía de trámites que hacer al llegar a Alemania. 😉
  • Conseguir trabajo. ¡Bingo! La mayor preocupación, sinceramente. En menos de tres meses ya estaba trabajando. También te cuento sobre eso en mi post Cómo conseguí trabajo en Alemania.
  • Ir al médico por primera vez. Parece tonto, pero me daba tremenda ansiedad. Sobre todo hasta que entendí cómo funciona el sistema de salud y acepté (un poco a regañadientes) las diferencias con Argentina, a lo que estaba acostumbrado. Completado en mi cuarto mes.
  • Conseguir un contrato de alquiler. El desafío final. El último jefe a vencer en el videojuego. Enfrentarse al Voldemort de la vida en Berlín. Ocho meses después de haber llegado y tras más de cuatro meses de búsqueda, firmé un contrato de alquiler. Y fue lo más difícil, frustrante, y deprimente de esta lista.

CONTENIDO DEL POST:

Alquilar en Berlin

Cómo es buscar piso en Berlín

Hay varios lugares donde vivir en Berlín. La mayoría de gente joven, especialmente recién llegados, vive en las llamadas WG (corto para Wohngemeinschaft). Una WG es, básicamente, un piso compartido. Hay de todos tipos, tamaños y, lógicamente, precios. Son una opción menos costosa (generalmente) que costear una renta entera ya que los gastos se dividen entre los miembros del piso. Hay excepciones, como para todo, pero esa es la idea general. Yo no quería vivir en una WG y mi sueldo me permitía pagar la renta de un piso para una persona, pero pronto aprendería que elegir dónde vivir en Berlín no depende solamente de cuáles sean tus preferencias de ubicación, ni de cuánto dinero ganes, ni de cuánto perseveres en la búsqueda. Encontrar un lugar donde vivir en Berlín es un poquito de eso, mucho de suerte, y otro tanto de networking. Yo digo que uno no elige al barrio, mas el barrio lo elige a uno. Como las varitas mágicas en Harry Potter.

  • Si te interesa leer más sobre las WG, mi amiga Luli compiló una guía específicamente dedicada a buscar y vivir en una WG.

Más adelante en este post te voy a compartir varias herramientas y recursos útiles para buscar piso en Berlín. Pero primero voy a prepararte para la montaña rusa emocional que es el proceso.

Fase 1: soñar despierto

Como siempre que se empieza algo nuevo: mucha ilusión, energía, y optimismo. Me encontraba en todos esos sitios web para rentar piso aplicando los filtros necesarios para hallar una bella 1-Zimmer Wohnung («vivienda de una habitación», que en Alemania es lo que en Argentina llamaríamos monoambiente), idealmente renovada, con cocina, preferentemente cerca de Kollwitzplatz, cuya renta no superase un tercio de mi ingreso mensual (esto es requisito), que estuviese cerca del transporte público pero tampoco sobre una calle muy transitada, con luz natural y un pequeño balcón. ¿Resultados? 5, con mucha suerte. ¿Solicitudes? Seguramente cientos, entre ellas la mía, de las cuales los dueños del piso seguramente no fueran a ver ni la mitad. Pero en ese momento no lo sabía.

La etapa de soñar despierto habrá durado unas dos semanas. Había que empezar por algo ¿no?

Fase 2: seriedad

Ya había «jugado» un poco con todos esos sitios web, me había familiarizado con los anuncios de alquiler y el vocabulario en alemán, entendí los conceptos de renta kalt y renta warm (no te preocupes que más adelante lo explico), y más o menos entendía de zonas «buenas» y «malas» donde vivir en Berlin. Hora de ponerse serio.

Buscar alquiler en Berlin es como buscar trabajo. O peor. Se debe enviar comprobante de ingresos, demostrar que no se tienen deudas, y hasta tener alguna reseña de tu Vermieter o Vermieterin anterior (la persona que te haya alquilado una habitación o piso antes). ¡Muchas veces incluso te pedirán enviar una carta de presentación! Por poco no te piden enviar también tu CV, y no me sorprendería si alguien me dijera que le pasó. Así como buscar trabajo, esto también es un trabajo en sí mismo: hay que sentarse horas detrás de la computadora preparando las solicitudes.

¿Cuántas solicitudes enviaba por día? A veces 10, a veces 20, a veces perdía la cuenta. Todo a través de estos sitios web. En esta etapa se expande el área de búsqueda, se relajan los requisitos, y hasta se abonan suscripciones a estos sitios web. La suscripción te permite destacar entre otros solicitantes, entre otras cosas, y ver detalles sobre el anuncio como, por ejemplo, cuántas demás personas han solicitado el mismo piso. Ahí viene el primer shock: para algunas publicaciones había cientos de solicitantes (¡y un par de veces he visto números de cuatro cifras!). Y como si la cosa no fuese ya lo suficientemente complicada, las publicaciones suelen durar poco tiempo, porque en pocas horas el anunciante recibe cientos de solicitudes y opta por desactivar el anuncio. Es una locura.

La fase 2 termina cuando te das cuenta de que sos un pez más del cardumen, un grano de arena en la playa. Pero un día llegas a la fase 3.

Donde vivir en Berlin Kreuzberg
Moritzplatz, Kreuzberg

Fase 3: la primera Wohnungsbesichtigung

Ve acostumbrándote a esta palabra que literalmente se traduce a «visita a la vivienda». Si los astros se han alineado y los dueños de un piso han vista tu solicitud, les ha gustado, y te han invitado a ver el lugar, te lo harán saber por teléfono o mail (pero más probablemente por teléfono, porque acá se manejan a la antigua).

Es fascinante lo que me ocurría durante esta llamada telefónica. De algún lado surgía una fluidez en alemán de la que aún carezco y mis neuronas hacían la sinapsis necesaria para anotar una dirección, un horario, y un apellido. Maravillas de la adrenalina, seguramente. A veces la cita era para el fin de semana siguiente. A veces era para el día siguiente. Y a veces era para dentro de una hora. Pero hablemos de la primera vez, esa que nunca se olvida… por más que queramos.

Llegué al lugar poco antes de la hora indicada: las 17:00. Ya era de noche, pues noviembre. Vestido normal, con el pelo recogido y la mejor de las ondas. Había otras tres personas esperando frente a la puerta. Al breve rato llegaron varias más. A la hora en punto la puerta se abrió y una mujer de mi edad nos preguntó si todos estábamos ahí por la visita. Todos asentimos. Unas quince personas la seguimos hasta un tercer piso frente a la transitada Mehringdamm. De alguna manera, los quince cupimos en el monoambiente de 31m2 con una pequeña cocina que lucía más moderna en la foto del anuncio, un baño sin ventilación que el anuncio no mencionaba, y un piso que crujía con solo respirarle encima.

A los pocos minutos varias personas empezaron a usar sus celulares, haciendo videollamadas para mostrar el piso a quien estuviera del otro lado. Se hablaban varios idiomas, y por lo que pude entender muchas coincidían en una cosa: que el piso era bueno. Internamente en mi cabeza resonaba un «Häää?» alemán, que es la mejor expresión germánica para denotar confusión. Sí, el piso no era malo, pero tampoco bueno, y por más de EUR700 estaba completamente sobrevaluado. No lo sabía entonces, pero empezaría una lucha interna entre no sucumbir ante las injustas exigencias del mercado inmobiliario berlinés y la resignación a aplicar a cualquier cosa habitable a la que me hubieran invitado a visitar.

La mujer de la inmobiliaria marcaba en su lista a quienes manifestaran interés en el piso luego de haberlo visitado y les entregaba un formulario para firmar en plan «he visitado el piso y quiero rentarlo». Me fui de ahí sin haber firmado nada, sintiendo que la cosa iba a ser más complicada de lo que pensaba.

Fase 4: el corazón roto

Tras casi tres meses de búsqueda ocurrió lo impensado. Me llamaron para visitar uno de esos pisos a los que uno aplica sabiendo que son «demasiado bueno para ser real». A pasos de Boxhagener Platz, una de las zonas más trendy de Friedrichschain. Por un precio inferior a la media y de cómodos 35m2. ¿El primer problema? El anuncio tenía solo una foto de la fachada del edificio. ¿El segundo problema? Me llamó el dueño un domingo para visitar el piso aquel mismo día. Mi argentino interior desconfiaba de la situación. Mi alemán interior (que aún era pequeñito) también, pues acá no es que sean ajenos a las estafas. Pero mi tercera personalidad (esa que por alguna razón sigue viendo el mundo color de rosa) dijo «vamos».

Resulta que ver el mundo color de rosa no siempre es un acto naive. El piso era hermoso, luminoso a pesar del inexistente sol de diciembre, recientemente renovado, y el alquiler sería por dueño directo. El dueño hablaba inglés, y la dueña castellano. La charla fue amena, de aquellas que te dejan una buena impresión de alguien. El buen hombre incluso me explicó que el precio no era inferior a la media, sino que era lo que costaba un piso de esas características; que lo demás en realidad estaba sobrevaluado y que incluso había una ley al respecto (me mostró un documento, cuyo nombre no recuerdo, que era básicamente una especie de «tasación» del piso por un profesional donde se establecía el máximo que los dueños podían cobrar por él. En ninguna otra visita vi algo así.). Gente buena y justa que hace del mundo un lugar mejor. Me fui sintiendo que lo había conseguido, más aún tras las palabras «creo que está entre usted y otra persona, le avisaremos en dos días».

Dos días pasaron y no hubo aviso. Al tercero le envié un mail al buen hombre preguntándole al respecto. Su respuesta fue le habían ofrecido el piso a la otra persona, pero que esta aún tenía que firmar el contrato. La persona, claramente, firmó el contrato porque nunca volví a oír de esta buena gente. La desilusión fue grande después de casi tres meses y literalmente cientos de solicitudes enviadas. Dejé que pasaran las fiestas, ahogué mis penas con cerveza y tapas en Mallorca, y en enero volví al ruedo.

Navidad en Berlin
Por suerte la Navidad en Berlin es hermosa y te levanta el ánimo con sus mercaditos navideños 😀

Fase 5: la lucha contra la resignación

Para el cuarto mes de búsqueda ya me había unido al club de la resignación. Me atrevo a decir que le pasa a todo el mundo. En la oficina me contaban que habían pasado por lo mismo: aplicar a cualquier cosa. Es la etapa en la que ya no recordaba a qué había aplicado cuando me respondían para ir a alguna visita. Si me llamaban, recién ahí buscaba entre todas las solicitudes a ver de qué se trataba. Y sí, la mayoría de los casos eran porquerías.

La resignación se enfrenta a la voluntad de vivir en un lugar medianamente habitable y por un precio al menos cercano a una cifra justa. Es aceptar que tu destino en Berlin no depende de cuánto ganes ni de qué tanto busques. La peor parte viene cuando sos la única persona no alemana en una visita y te das cuenta de que no hay chance alguna de que te ofrezcan el piso. O a la cuarta vez que los dueños te dicen que «fue una carrera reñida, pero decidimos ofrecerle el piso a otro solicitante». Ni hablar de cuando tus amigos y colegas, incluso alemanes, te cuentan que «yo tardé seis meses en encontrar piso», «yo tardé ocho», «yo estoy buscando algo que me guste hace un año» 😮

Empecé a cuestionar si el problema no sería yo. Bromeaba con la Frau, la dueña del AirBNB donde estuve viviendo desde que llegué a Berlín, sobre quedarme en la habitación para siempre y ser su hijo adoptivo. La resignación escaló al punto en que acepté que tenía que expandir aún más la búsqueda y buscar un piso compartido. Parecía más simple, al menos por el hecho de que sería menos complicado conseguir invitaciones a visitas.

Para este punto ya le habrás dado varias decenas de euros a alguno de estos sitios de búsqueda de alquiler, habrás activado todas las notificaciones en los grupos de Facebook de expats en Berlín, habrás estado enviando solicitudes desde el bus, la oficina, el baño, pedido permiso en el trabajo para ausentarte unas horas por haber tenido que salir corriendo a una visita de la cual te informaron con dos horas de antelación, y hasta evaluado mudarte a Brandemburgo con tal de conseguir algo. Y ni te hablo de la cantidad de estafas que habrás logrado identificar… esas merecen un post aparte. Pero a la resignación, como a una plaga, se la debe combatir 💪

Fase 6: la luz al final del túnel

Acá podría hacerme el poético y tirar alguna frase cursi sobre cómo todo llega en la vida y que la perseverancia es la clave de todo. Pero no. El proceso fue una absoluta porquería. Ya había leído al respecto, sabía lo difícil que es rentar en Berlin, pero nada me había preparado para la realidad. Desde ya te digo que este post tampoco te va a preparar para la realidad. Es absurdo lo difícil que es pero, como todo, eventualmente termina.

¿Cómo termina la tortura de buscar piso en Berlin? Como yo lo veo hay dos maneras:

La primera: la suerte llega a tu vida y alguna inmobiliaria (si la suerte está muy de tu lado incluso los dueños de un piso directamente) te ofrece rentar el lugar. La segunda: conoces a la persona indicada en el momento indicado.

Mi proceso terminó de esa segunda manera. Fue gracias a un amigo del trabajo, quien dejaba su piso en el sur berlinés para mudarse a otro y me recomendó ante la inmobiliaria para ser el siguiente inquilino. Esto es una práctica normal y tanto dueños como inmobiliarias lo prefieren. De hecho, es normal que haya grupos de recomendación en los trabajos y que si alguien va a dejar un piso pregunte entre sus círculos si alguien conoce a alguien que esté buscando. Long story short: la inmobiliaria aceptó la recomendación de mi amigo tras evaluar mis documentos y, poco más de cuatro meses de búsqueda, cientos de solicitudes enviadas, decenas de visitas, varias decepciones y un par de anécdotas bizarras después, firmé el contrato de alquiler de un monoambiente (¡y con cocina! y ya verán por qué insisto tanto con esto cuando empiecen a buscar piso en Berlin 😅).

Voldemort había sido derrotado, el anillo había sido destruido, Arendelle se había descongelado. Ni Phileas Fogg habrá sentido tal sentimiento de realización al completar la vuelta al mundo como lo que se siente al finalmente alquilar en Berlin. «A new day has come» de Céline Dion pasa a formar parte de la banda sonora de tu vida y la sonrisa no se te borra de la cara ni cuando algún loco empieza a gritarte en la calle.

Herramientas y consejos para buscar piso en Berlin

Habiéndote resumido mi odisea al buscar piso en Berlin (omitiendo anécdotas bizarras que van desde la vez que pensé que me iban a secuestrar hasta una visita ofrecida por una Frau xenófoba), paso a compartir lo que aprendí durante el proceso y qué herramientas me parecieron buenas, más allá de que el factor suerte siempre vaya a estar involucrado. ¡Ánimo!

Recursos online para buscar piso en Berlin

Las páginas de búsqueda de apartamento en Berlin más populares son las siguientes:

  • WG-Gesucht: más popular para buscar WG pero también ofrece algunos pisos. Se puede usar en alemán o en inglés y es bastante amigable. Es gratuita.
  • Immobilienscout24: por lejos la más popular y la más amigable de usar. Tiene una app disponible en inglés y alemán. Ofrece desde pisos compartidos hasta casas y apartamentos enteros en toda Berlín. Es gratuita pero se puede abonar una suscripción mensual para acceder a beneficios como notificaciones al publicarse un piso, destacar tu perfil entre otros candidatos, ver cuántas personas han aplicado a un piso y demás. La mayoría de los usuarios abonan esta suscripción. Mi consejo es primero usarla gratis para familiarizarte con la página, el proceso de búsqueda, las zonas, y luego probar abonando la membresía.

Otras páginas que he consultado incluyen:

Una opción costosa pero rápida es Wunderflats, donde se anuncian habitaciones y pisos de alquiler temporario. Los costos de la renta son superiores a los de un contrato de alquiler indefinido, pero estos sitios pueden ser una buena opción para quien necesita algo rápido para establecerse en Berlin.

Tampoco descartes el clásico AirBNB. Como dije, yo viví en una habitación que funcionaba como apartamento tipo studio ya que contaba con una pequeña cocina, baño, y entrada independiente del resto de la casa. También pude registrar mi domicilio ahí para realizar todos los trámites necesarios al llegar a Berlin (previa consulta con la dueña de la casa antes de hacer la reserva).

Por último, los grupos en Facebook pueden tener joyitas. Te recomiendo buscar de todo tipo, desde grupos del tipo Alquileres en Berlin hasta Españoles en Berlin o Argentinos en Berlin. También todas las variantes que se te ocurran en inglés o alemán. He visto buenas publicaciones, pero ten en cuenta que hay miles de personas solicitando información para cada una de ellas. No obstante, con probar no se pierde nada.

Recursos offline para buscar piso en Berlin

Muchas veces en la vida el éxito depende de estar en el momento indicado en el lugar indicado, o de conocer a la persona indicada como me pasó a mí. Lo que no hay que dejar de lado es el networking. Y si sos como yo, seguramente odies esa palabra, pero acá hay que dejar el orgullo de lado y preguntarle a todo el mundo si conoce a alguien que vaya a dejar su piso en Berlin.

Es muy normal que cuando alguien vaya a mudarse lo anuncie primero entre sus amigos o grupo de trabajo. Así es como los dueños e inmobiliarias reciben recomendaciones de inquilinos, y si el inquilino saliente fue uno bueno no hay razón para que su recomendación sea ignorada. Entre mi círculo de amigos, la mayoría obtuvimos conseguimos alquilar de esta forma.

Treptower Park Berlin
Treptower Park, Berlín

¿Cómo aplicar a un piso en Berlin?

Para alquilar en Berlín hace falta presentar ciertos documentos. A saber:

  • Tu documento de identidad: idealmente tu pasaporte o tarjeta de identidad europea. En caso no ser ciudadanos de la Unión Europea, también una copia de tu visado o permiso de residencia.
  • Tus últimos 3 recibos de sueldo: se recomienda censurar la información personal como el número de cuenta o número de seguridad social antes de enviar estos documentos en tu aplicación. ¿Por qué lo piden? Porque es requisito que el costo del alquiler kalt (unos párrafos más abajo te explico qué es eso) no supere la tercera parte de tu sueldo. ¿Qué pasa si no llevas 3 meses trabajados en Alemania? En este caso se acepta enviar una copia de tu contrato de trabajo.
  • Comprobante libre de deuda expedido por el arrendador: en alemán esto es el Mietschuldenfreiheitsbescheinigung pero lo escribí primero en español para no asustar a nadie. Es, simplemente, una nota del dueño o inmobiliaria a quien le estés pagando tu alquiler actual indicando que no posees deudas. En mi caso, la dueña del AirBNB donde viví hasta encontrar piso en Berlín escribió una nota hablando bien de mí 🙂
  • Schufa-Selbstauskunft: llamado simplemente Schufa, es algo así como un comprobante de tu capacidad de contraer deudas. Es raro porque lo emite una empresa privada cruzando datos de tus cuentas bancarias, tarjetas de crédito, débitos automáticos, y deudas impagas. Nadie sabe muy bien cómo explicar qué es la Schufa y yo hasta siento que hay leyendas urbanas sobre qué cosas hacer y qué cosas no hacer porque «puede afectar tu Schufa». La verdad es que si llevas poco tiempo en Alemania, tu Schufa simplemente dirá que «no hay suficiente información» sobre tí y no tendrás de qué preocuparte. Lo más bizarro es que pedirla cuesta EUR 29,95 a través de esta página. En mi caso, la pedí a través de Immnobilienscout24 ya que ofrecen gestionar tu Schufa gratis al haber abonado su membresía.
Así lucía mi Schufa al no haber suficientes datos sobre mí.

Lo ideal es tener todos estos documentos compilados en un solo archivo PDF y enviarlo junto con tu solicitud, independientemente de cuál sea la página web por la que estés aplicando a un piso. Esas 4 cosas te las van a pedir siempre. En algunos anuncios incluso vi que pedían una breve carta de presentación (sí, tal cual como cuando buscas trabajo).

¡Cuidado con las estafas!

Tarde o temprano van a intentar estafarte. Por suerte los intentos de estafa con los que me encontré fueron tan estúpidos y obvios que se distinguían a la legua. Era siempre el mismo discurso: alguien que pretendía ser el dueño o dueña de un piso al que había aplicado me contactaba diciendo que no se encontraba en Alemania y que enviaría la llave por correo para que yo pudiera ir a ver el piso, y que para ello necesitaba que le transfiriera algo de dinero para corroborar mi identidad.

Estafas más elaboradas pueden ocurrir, por ejemplo al pedirte transferencia de dinero previo a la firma de un contrato incluso habiendo ocurrido la visita al piso y todo el proceso normal. Nunca transfieran dinero sin tener algo firmado.

Otro tipo de estafas no es por robarte dinero sino tus datos personales. Por eso se recomienda censurar toda información personal de tus documentos que no sea necesaria a fines de identificarte para una visita. Por ejemplo tu número de seguridad social o de cuenta bancaria en el recibo de sueldo, o tu número de pasaporte. En Alemania se toman extremadamente en serio la protección de datos personales, así que a nadie le parecerá raro que censuraras esta información que no viene al caso.

La regla de oro: si es muy bueno para ser verdad, probablemente no lo sea 😄

vivir en Berlin
Berlín vista desde la Columna de la Victoria

Barrios de Berlín: ¿dónde buscar?

¿Cuál es el mejor barrio donde vivir en Berlín? La respuesta tiene tantas respuestas como habitantes tiene Berlín. Esta ciudad es alucinante porque cada barrio tiene su impronta, su carácter, sus pros y sus contras. Funcionan como pequeñas ciudades dentro de la capital alemana y, como en todos lados, hay para todos los bolsillos. No describiré cada uno porque eso merece un post aparte, pero sí hay que resaltar cuáles son los más buscados.

Berlín puede dividirse de varias formas. Sí, la histórica división Este-Oeste es una. Pero a fines de buscar dónde vivir, la mejor división la hace el anillo de transporte público, o Ringbahn. Literalmente un tren que da vueltas en círculo alrededor del «núcleo» de Berlín, por decirle de alguna forma. El Ringbahn divide a Berlín en zonas A y B. Idealmente, y si encima trabajas en la ciudad, querrás vivir en la zona A (dentro del anillo) o cerca de ella.

La zona B es más suburbana, con menor conectividad de transporte público (aunque en la mayoría de sus barrios no es necesariamente mala), pero también más barata. Se destacan barrios que lindan con la zona A como opciones accesibles que están creciendo muy rápido, como partes de Lichtenberg al Este, Pankow al Norte, o Friedenau y Steglitz al Sur, y tienen mejores conexiones con el sistema de transporte público que las áreas más lejanas de la zona B. Aunque claro que no por estar en la zona B un barrio será barato; y si no me creen miren a Dahlem y Zehlendorf 😅. Si hablamos de precios, la gente de Immobilienscout24 armó este mapa con precios promedio en distintos puntos de las zonas A y B como referencia. Los precios promedio están desactualizados pero aún sirven para darse una idea de la tendencia por zonas.

Miet-Map Berlin

Encontrarás mayor oferta pero también más competencia al aplicar a pisos en la zona A, particularmente en los barrios de Friedrichschain-Kreuzberg, Prenzlauer Berg, Neukölln, Schöneberg y Moabit. Los barrios de Mitte, Charlottenburg y Wilmersdorf, también dentro del anillo, son los más costosos y, en mi experiencia, con menor número de aplicaciones.

Como dije, cada barrio berlinés tiene algo que lo caracteriza: Prenzlauer Berg por sus cafés y bares cool, Charlottenburg-Wilmersdorf por sus tiendas y edificios elegantes, Friedrichschain-Kreuzberg por la vida nocturna, Neukölln por su aire alternativo y liberal, Tempelhof-Schöneberg por su ambiente familiar, Mitte por lo histórico y cosmopolita, etcétera. A su vez, cada barrio tiene sus sub-barrios, como el polo gastronómico de Bergmannkiez o la cuasi-anarquista zona de Kottbusser Tor en Kreuzberg, el distrito gay al sur de Nollendorfplatz en Schöneberg, el hipster barrio de Schillerkiez en Neukölln, las inmediaciones de Warschauer Straße en Friedrichschain que parecieran no dormir nunca, y tantos más que hacen que todo se resuma en que Berlín hay que recorrerla, experimentarla, encontrar rincones donde encontrarse a uno, y descubrir dónde nos sentimos más a gusto.

donde vivir en Berlin
Viktoria-Luise Platz, Schöneberg

Qué más debes saber antes de buscar piso en Berlín

Para terminar este extenso post, acá te dejo algunos datos importantes a tener en cuenta para alquilar piso en Berlín.

KALTMIETE vs. WARMMIETE

Al hablar del valor de un alquiler en Alemania verás que el mismo varía dependiendo de si sea el valor «kalt» (frío) o «warm» (caliente). Básicamente, el Kaltmiete es el valor del alquiler sin ningún servicio, mientras que el Warmmiete es el valor final que pagarás al dueño o inmobiliaria y este incluye los gastos de gas y calefacción (Heizkosten).

En general, el contrato de alquiler incluirá el monto que deberás pagar incluyendo los gastos de calefacción y gas. Lo que no suele estar incluido es el costo de la electricidad, que se paga directamente a la compañía prestadora de energía eléctrica. Un dato interesante sobre esto es que, a no ser que el inquilino anterior transfiera su contrato con la compañía eléctrica, será tu responsabilidad celebrar un contrato con alguna de las empresas prestadoras de electricidad. Esto no quiere decir que no vayas a tener electricidad en tu nuevo hogar al mudarte, pero asegúrate de contratar el servicio cuanto antes. Yo usé este sitio web para comparar entre prestadores y evaluar cuál era la opción más conveniente.

¿DÓNDE ESTÁ LA COCINA?

Definitivamente una de las sorpresas más grandes al buscar piso en Berlin: muchas viviendas no cuentan con cocina incorporada (Einbauküche). Acá es normal mudar la cocina. Espero que no te pase, pero evalúa la necesidad de comprar una cocina al mudarte. Hay opciones económicas y otras caras, obviamente, pero esto es un costo que yo ni imaginaba que iba a tener que contemplar.

DATE TIEMPO PARA FAMILIARIZARTE CON EL MERCADO

Ya lo mencioné más arriba, pero no te recomendaría suscribirte a los servicios premium de páginas como Immobilienscout24 desde el minuto uno. Personalmente siento que me sirvió haber pasado un mes familiarizándome con las distintas páginas web, tomando contacto con el proceso de aplicación, adquiriendo referencia de precios, etcétera. Una vez que sientas que más o menos entendiste cómo va la cosa de buscar piso en Berlin, lo complicado que está el mercado inmobiliario, y hayas pasado unas semanas en la capital alemana conociendo distintos barrios y zonas, ahí sí es buena idea pagar una suscripción.

ALQUILERES TEMPORARIOS

Los alquileres temporarios (por ejemplo, por 6 meses o un año) son muy comunes y, aunque el precio por mes esté por encima de la media, son buenas opciones para quienes no piensen quedarse mucho tiempo en Berlín, al menos inicialmente. Debes saber también que tanto dueños como algunas inmobiliarias suelen, salvo excepciones, priorizar inquilinos que manifiesten interés por quedarse en Berlín a largo plazo.

CALCULA EL VALOR DEL DEPÓSITO

El depósito (Mietkaution o simplemente Kaution) que se pide al iniciar el contrato de alquiler suele ser de 3 veces el valor del Kaltmiete y se te devolverá al finalizar el contrato de alquiler. Tenlo en cuenta. Dependiendo de la buena voluntad del dueño o inmobiliaria, puede ser que tengas que transferirlo junto con el primer mes de alquiler a la misma cuenta donde pagues el alquiler, o que tengas que dar de alta una cuenta compartida solamente para depositar el dinero de la Kaution.

A mi me tocó abrir una cuenta bancaria específicamente para esto. Hay varios bancos que ofrecen este servicio pero, a 2022, el más conveniente era el Deutsche Kredit Bank (DKB) ya que ofrece la apertura de la Mietkautionskonto de forma gratuita y sin intereses. El proceso es medio burocrático pero se puede hacer 100% online. El dinero queda ahí hasta que finalice el contrato de alquiler y ninguna de las dos partes puede utilizarlo sin la autorización de la otra.

CONECTIVIDAD A INTERNET

Para ser la cuarta economía del mundo, Alemania y, más específicamente, su capital se quedan un poco atrás en cuanto a conectividad a internet. Una vez que hayas conseguido dónde vivir en Berlín, te recomiendo pasarte por este artículo (en inglés) sobre los proveedores de internet en Berlín, sus pros, contras, y cobertura.

Así como con la electricidad, es probable que el precio del alquiler no incluya el servicio de internet y debas contratarlo. Algunos prestadores brindan mejor servicio en algunas zonas que en otras y algunos incluso usan la red de un tercero para brindar dicho servicio.

¿CÓMO CONTAR LAS HABITACIONES?

El equivalente alemán a un monoambiente se llama 1-Zimmer-Wohnung (literalmente, vivienda de una habitación). Esto no quiere decir que la vivienda tenga una habitación separada, mas bien se trata de una amplia habitación que funciona como sala-dormitorio-cocina. Siguiendo la misma lógica, una 2-Zimmer-Wohnung es una vivienda con una sala-cocina y un dormitorio separado. En ambos casos, la cocina puede o no estar separada de la habitación.

Para los argentinos, la denominación de las habitaciones en las viviendas alemanas sería equivalente a la denominación de «ambientes» que usamos nosotros. Una 2-Zimmer-Wohnung es un departamento de 2 ambientes.

ALQUILERES RIDÍCULAMENTE BARATOS: WBS

En algún punto del proceso de búsqueda de piso en Berlín te encontrarás con pisos muy baratos en excelentes zonas de la ciudad. Si lees la sigla WBS en el anuncio (Wohnberechtigungsschein), significa que el piso es únicamente rentable a quien posea este documento, la WBS. Estas son, básicamente, viviendas sociales. Existen formas de aplicar a ellas si se cumplen ciertos requisitos y pueden consultarlas en el sitio web de la ciudad.

¿NECESITO SABER ALEMÁN?

Es cierto que para vivir en Berlín no hace falta dominar el alemán y que mucha gente lleva años acá sin hablar más de lo básico. Pero eso es para la vida diaria: el trabajo, eventos sociales, la calle. La burocracia, por su lado, va a exigirte hablar algo de alemán. Desde los anuncios hasta el contrato de alquiler, la mayoría del tiempo estarás leyendo en alemán. Lleva un tiempo familiarizarse con el vocabulario pero, por suerte para nosotros, Valen de Un poco de sur armó un glosario de términos útiles en alemán para buscar piso en Berlín.

buscar piso en Berlin Kreuzberg
Landwehrkanal, Kreuzberg

Para terminar, los dejo con este video del gran Totonch donde nos muestra cómo es un típico edificio berlinés. ¡Mucha suerte en la búsqueda de departamento en Berlín! 🤗

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3 Responses

  1. Vivi en Berlin entre 2015 y 2018 y ya era complicado el tema de alquilar. Me imagino que ahora debe ser peor con tanta afluencia de gente. Pero coincido con vos en que es una ciudad asombrosa para vivir!!

      • Es posible que se deba a arreglos que la/el Hausverwaltung/Mieter deba hacer luego de que hayas dejado el piso. Siempre conviene dejar estipulado el estado actual en el que recibes el piso al firmar el contrato, para evitar inconvenientes o que quieran cobrarte por cosas injustas al terminar el contrato.

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