10 Cosas que hacer en Cracovia en un fin de semana

Cracovia es uno de los mejores lugares que visitar en Polonia. La ciudad reboza de historia, color, cultura, y se enorgullece de ser la «ciudad real» del país, pese a haber dejado de ser su capital siglos atrás. Cracovia es un destino fácil de conocer en 2 días, bien conectado con el resto de Europa por vía aérea. Estuvimos en la ciudad al empezar la primavera y, aunque el clima no estuvo de nuestro lado, pudimos disfrutar de lo mejor que el sur polaco tiene para ofrecer. En este post te cuento 10 cosas que hacer en Cracovia en un fin de semana.

free tour por Cracovia en un fin de semana

Free Walking Tours en Cracovia

Lo primero que hicimos fue reservar un free walking tour por la ciudad vieja de Cracovia. Todo el casco histórico se puede recorrer a pie en pocas horas, pero recomiendo hacerlo de la mano de quien sepa los detalles, los mitos, y las curiosidades que envuelven a estos tradicionales edificios renacentistas, góticos, y barrocos.

El casco histórico engloba calles angostas, otras anchas, algunas coloridas, otras lúgubres, e innumerables iglesias y monumentos de lo más curiosos. Desde máscaras que adornan los techos hasta un dragón que tira fuego, los detalles están tan expuestos como escondidos. Los guías te contarán sobre el flautista que cada hora toca una melodía incompleta desde la torre de la Iglesia de la Basílica, por qué hay un cuchillo colgando del techo en el mercado principal, cómo funcionaban las murallas que resguardaban la ciudad, qué función cumplía el Barbakan, y mucho más (sin omitir la labor e impacto del residente más famoso de Cracovia: Juan Pablo II).

Hay una variada oferta de free walking tours en Cracovia. Nosotros optamos por lo más clásico, ya que se trataba de nuestro primer viaje, pero se puede optar por distintas alternativas. Definitivamente fue la mejor manera de empezar nuestro viaje a Cracovia, entendiendo un poco más del contexto histórico y cultural a nuestro alrededor.

Visitar la Bazylika Mariacka

La Basílica de Santa María, justo frente a la plaza central, es el principal icono de Cracovia. Con sus torres de distinta altura (para que se pudiera vigilar los alrededores de la ciudad desde la más alta, sin obstrucciones) y su famoso flautista, es difícil que esta majestuosa obra medieval pase desapercibida.

Tan peculiar como por fuera es por dentro, y merece la visita. Para visitarla tendrán dos opciones: verla desde la puerta principal de forma gratuita, o pagar el ingreso al frente para presenciar el colorido y peculiar altar de madera y disfrutar de un breve recorrido guiado. ¡Los detalles esculpidos en la madera son de no creer! Esto último cuesta poco más de EUR 3 por persona y puede hacerse tanto en inglés como en polaco. Pueden consultar más información aquí.

Bazylika Mariacka Cracovia
Basílica de Santa María

Sentir la vida cracoviana en la plaza central

Rynek Główny es la plaza central en la ciudad vieja, y punto neurálgico de Cracovia. Además de la Basílica de Santa María, destacan la torre gótica del antiguo Ayuntamiento de Cracovia (el resto del edificio ya no existe), elegantes hoteles y restaurantes bordeando a la plaza, y la Lonja de los Paños. El último es un edificio renacentista ubicado en el centro de la plaza y que desde el siglo XIII funciona como mercado. Hoy alberga a artesanos y artistas locales, y aloja un museo de arte en su subsuelo.

El primer registro que se tiene de Cracovia como ciudad data del año 966, cuando un viajero sefradí la describió como un notable centro comercial. Desde entonces, esta plaza ha sido el epicentro de la actividad comercial y cultural de Cracovia. Fue por su ubicación como de posta en las rutas comerciales entre Europa y Oriente que creció y se enriqueció como ninguna otra ciudad de la región. Fue destruida casi enteramente durante las invasiones mongolas del siglo XIII y posteriormente reconstruida, con beneficios en impuestos y privilegios de comercio para sus ciudadanos que propiciaron su consolidación como la capital polaca. Para el siglo XIV, Casimiro III de Polonia fundó la Universidad de Cracovia, la segunda universidad más antigua en Europa Central tras la de Praga. La ciudad continuó creciendo bajo la unión Lituano-Polaca, de la que fue capital. Como miembro de la Liga Hanseática atrajo a artesanos, negocios, y gremios mientras la ciencia y las artes comenzaban a florecían. Su rol protagónico culminó en 1596, cuando Varsovia se vuelve la capital del imperio. Dicen los cracovianos que ahí cambiaría el destino de Polonia para peor.

La plaza es uno de los mejores lugares donde apreciar vestigios de esa Cracovia imperial, rica, científica y diversa. Siempre habrá algo sucediendo.

Plaza Central de Cracovia
Rynek Główny

Visitar el castillo de Wawel en Cracovia

El pasado de Cracovia como «ciudad real» no puede ser ignorado, y el castillo es el principal exponente del mismo. El castillo de Wawel se ubica al sur de la ciudad vieja, sobre la colina homónima. Fue construido bajo orden de de Casimiro III el Grande durante el siglo XIV, y consta de varias estructuras situadas alrededor de un patio central. En cierta manera, recuerda al Castillo de Praga.

El castillo y la colina representan el sitio histórico y cultural más importante del país. En la actualidad es uno de los mejores museos de arte de Polonia. Los museos incluyen el de cerámica, armaduras, orfebrería, esculturas, y demás. El predio comprende torres defensivas, el enorme patio interno del castillo, restos de las murallas, jardines, y la Basílica de Wawel con su imperdible cúpula de oro. Todo se puede recorrer por libre y gratis, pero es necesario abonar entrada para visitar los museos del castillo.

Que hacer en Cracovia
Castillo de Wawel

Recorrer Cracovia desde el río Vístula

El río Vistula transcurre dividiendo a Cracovia en un sector norte y un sector sur. Desde los alrededores del castillo de Wawel, un camino de aproximadamente 3 kilómetros bordea al río desde las murallas de la ciudad vieja, pasando por el alegre barrio de Kazimierz y llegando hasta Zabłocie. Ambos distritos que definitivamente aparecen en cualquier lista de cosas que hacer en Cracovia en un fin de semana.

Pero antes de hablar de ellos, quedémonos con el río. En ambas orillas hay lugares interesantes para ver. Ya sean bares flotantes, el mercado gastronómico en Hala Forum (en la orilla sur, a minutos de la ciudad vieja), el Puente del Padre Bernatek (moderno puente peatonal con interesantes esculturas colgantes), el Museo de Arte Moderno, o los restos de un antiguo búnker, estoy seguro de que te habrá valido la pena.

Puente del Padre Bernatek, Cracovia

Puente del Padre Bernatek

Descubrir la pastelería polaca

Viviendo en Berlín, me acostumbré a los alemanes que presumen de tener «el mejor pan del mundo». Sinceramente, los polacos lo hacen tan bien como sus vecinos. La panadería y la pastelería polaca fueron una de las mejores partes de esta escapada de fin de semana a Cracovia. No puedo omitirlas de esta lista de cosas que hacer en Cracovia.

Puedo recomendarles dos lugares: Dobra Pączkarnia (en la ciudad vieja) y Arcymonka (en Zabłocie). En ambas, la estrella es el pączek. Se trata de un bollo de masa frita relleno de dulce, chocolate, o crema. Es algo así como una dona polaca, sin el hueco, pero también menos densa. En el 2023 salió elegida como uno de los mejores 10 postres del mundo, según varios rankings. Yo no puedo hablar por los demás países, pero Polonia definitivamente merece ser incluida.

El Obwarzanek es otro panificado tradicional de Polonia. Se trata de un pan con forma trenzada que recuerda al Challah judío. Es típico de Cracovia y se vende en toda panadería, pero también en puestos callejeros.

que comer en Cracovia
Versión moderna del pączek

Adentrarse en la oscuridad del barrio de Zabłocie

Al sur del río Vistula, el barrio de Zabłocie ocupa parte de lo que en la década de 1940 fue el infame gueto de Cracovia. Hoy es un distrito de oficinas, empresas tecnológicas, laboratorios, y modernas viviendas, pero que recuerda una de las etapas más oscuras de la historia de Cracovia y de Europa.

Una de las visitas imperdibles que hacer en Cracovia es visitar la fábrica de Oskar Schindler. Hoy convertida en museo, recorre la historia de Polonia desde el final de la Primera Guerra Mundial (al disolverse el Imperio Austro-Húngaro y recobrar su independencia Polonia) hasta el final de la Segunda Guerra Mundial (al ser incorporada Polonia a la Unión Soviética). El principal eje temático es, por supuesto, la invasión alemana de Polonia en 1939 y las consecuencias de la imposición del nazismo en la vida en Cracovia (donde, en aquel entonces, un 25% de la población era judía). El museo expone la segregación, el sistema de clases, la vida en el gueto y todos los horrores cometidos durante la guerra (y después de ella), así como también el rol de los polacos en la resistencia. Recomiendo ir con una visita guiada para tener una experiencia más dinámica.

En el barrio se preserva un corto fragmento del muro que solía rodear al gueto donde vivían unas 15 mil personas (5 veces más de lo que permitía la superficie del gueto sin suponer condiciones de hacinamiento). El detalle más lúgubre es que esas paredes de 3 metros de altura se asemejaban en forma a las tradicionales lápidas usadas en cementerios judíos. Lo que Cracovia tiene de riqueza en detalles también lo tiene en lúgubre.

Museo Fábrica Oskar Schindler
Interior del museo

Disfrutar de la vida nocturna en el barrio judío

Justo en la otra orilla del río se encuentra Kazimierz, también conocido como el barrio judío de Cracovia. Antes de la delimitación del gueto, este era el lugar donde vivían mayoritariamente los judíos. Durante la ocupación alemana fueron obligados a dejar sus casas a alemanes y fueron desplazados al gueto. Ocho décadas después ha recobrado una partecita del legado cultural, gastronómico, y artístico de los judíos. Hoy es el mejor distrito de Cracovia donde ir de copas y degustar la comida tradicional polaca con la influencia hebrea que por siglos ha sido parte de la identidad de Cracovia.

El barrio judío es también uno de los mejores lugares donde alojarse en Cracovia. Está bien conectado a pie con la ciudad vieja y Zabłocie, pero también en transporte público. Además, los hoteles son un poco menos costosos que en la zona más turística de la ciudad. En este enlace pueden consultar Hoteles en Cracovia a buen precio.

Kazimierz fue el centro de la comunidad hebrea más grande de Europa desde la Edad Media hasta la Segunda Guerra Mundial. Es un barrio de calles empedradas, viviendas angostas, veredas arboladas, y rebozante de energía. En arquitectura, arte callejero, angostos pasajes, y vida nocturna me resulta una fusión del barrio de San Telmo, en Buenos Aires, con el berlinés Kreuzberg – con el añadido del patrimonio cultural hebreo.

Las viejas sinagogas del barrio hoy son espacios de arte o museos. Sus pequeñas plazas están bordeadas de bares y restaurantes para todos los gustos. Por la noche, la zona alrededor de la plaza Nowy es el punto de encuentro de locales y turistas por igual. En esta plaza, ocupada en su centro por un edificio circular, se vende otro tradicional pan de Polonia: Zapiekanka. Se trata de media baguete tostada, cubierta principalmente con champiñones, jamón, queso y vegetales (pero hay muchas variaciones). Pareciera ser la comida al paso más popular entre los locales, y valió la pena probarlo. Recomiendo acompañarlo con cualquier cerveza de los bares alrededor de la plaza.

Kazimierz, Cracovia
Antigua sinagoga devenida en restaurante y paseo cultural

Pasear por Stare Podgórze

Al sur de Kazimierz, el barrio de Stare Podgórze se presenta como la alternativa menos turística para explorar la vida nocturna de Cracovia. En la zona lindante a la orilla sur del río Vistula se pueden encontrar decenas de bares y pequeños restaurantes, un poco más relajados que en el lado norte del río.

Sin embargo, durante el día este barrio también merece una visita (mi consejo es ir de paso de camino a Zabłocie). La Iglesia de San José se roba todas las miradas, con sus elegantes torres. Justo detrás de ella, unas coloridas escaleras conducen al Parque im.Wojciecha Bednarskiego w Podgórzu, un elegante espacio verde en una colina (ideal para hacer una parada si visitasen Cracovia con niños). El Museo de Podgórze, en la zona, ofrece un recorrido por la historia medieval de Cracovia.

El barrio también contuvo parte del gueto, y lo recuerda en el Memorial del Gueto Judío, una instalación de arte a cielo abierto donde enormes sillas vacías ocupan el espacio de una plaza. Frente a esta plaza se encuentra la antigua farmacia de Tadeusz Pankiewicz. Esta era la única tienda del gueto, que servía a los judíos de único contacto con el exterior. Tadeusz era el único residente no judío del gueto, y fue responsable de salvar incontables vidas durante el Holocausto. Su historia es super emocionante y la pueden leer aquí.

que hacer en Cracovia en 2 dias
Iglesia de San José y casonas de Podgórze

Excursiones desde Cracovia

La oscura historia de Cracovia durante la Segunda Guerra Mundial no se limita solo al museo de la fábrica de Schindler. Cracovia es la ciudad más cómoda desde donde visitar el campo de concentración de Auschwitz-Birkenau, donde se les quitó la vida a 1,1 millones de personas. Este tour lleva todo el día y se puede hacer en varios idiomas, pero es necesario reservar con cierta anticipación dadas las restricciones de ingreso.

Las Minas de sal de Wieliczka son otro de los lugares que visitar desde Cracovia en un día. Estos túneles subterráneos corresponden a una mina de sal donde se «esculpieron» capillas y distintas cámaras. Generalmente se ofrece el tour combinado al campo de concentración dada la proximidad de ambos sitios.

Zakopane es otro de los destinos populares a visitar desde Cracovia, en la frontera con Eslovaquia. Es un pueblo de montaña, muy popular en invierno por sus pistas de ski y circuitos de montañismo. Constituye uno de los luagres más lindos de Polonia. En mi opinión, un sitio así merece más que una visita exprés desde otro ciudad, pero no quería dejar de mencionarlo. A continuación pueden consultar más opciones de destinos y tours desde Cracovia. ¡Buen viaje!

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