En diciembre me escapé de la fría Berlín. Un vuelo de dos horas y media conecta la capital alemana con Palma de Mallorca. Mi decisión de viajar a Mallorca en invierno había sido arbitraria, no sabía bien qué iba a encontrar en la isla, pero confiaba en que mi amiga Fernanda me mostraría los mejores lugares a los que llegar sin auto. La isla resultó ser una maravilla y superó todas mis expectativas, incluso con el limitante de tener que moverme exclusivamente en buses. En esta guía te cuento qué ver en Mallorca sin coche en 4 días y cómo recorrer algunos de los lugares más lindos de la isla en transporte público.
Cómo llegar y moverse por Mallorca sin coche
El aeropuerto internacional de Palma de Mallorca es el tercero con mayor tráfico en España. Existen vuelos a Mallorca desde las principales ciudades del país y de Europa. También existe un ferry de Barcelona a Palma.
Desde el aeropuerto de Palma se puede llegar fácilmente a la terminal de buses y trenes de la ciudad, en aproximadamente media hora con el bus A1 por EUR 5,00 (es más barato comprar un boleto ida y vuelta por EUR 8,00). Palma es la ciudad más grande de la isla y desde ella se puede llegar a la mayoría de pueblos de Mallorca, ya sea en bus o en tren.
En la página web de la compañía de Transporte de las Islas Baleares pueden consultar horarios, tarifas y el mapa de transporte público en Mallorca.
Alojamiento en Palma de Mallorca
Para una escapada a Mallorca por pocos días, como hice yo, alojarse en Palma es ideal. No solamente por la buena conectividad con el aeropuerto y con el resto de la isla, sino también porque la oferta de hospedaje es mayor y, ergo, se encuentran mejores precios.
Existe una enorme cantidad de departamentos en alquiler, hoteles, y hostels. En el mismo centro de Palma hay opciones para todos los bolsillos, y mientras estés relativamente cerca de la Plaza España contarás con buena movilidad en transporte público. A través de este enlace pueden consultar toda la oferta de lugares donde alojarse en Palma de Mallorca. Personalmente puedo recomendar el hostel donde me alojé durante las 4 noches en Palma, por su buena ubicación y precio: El Josemari.
Los alrededores de Palma son más relajados que la ciudad y cuentan con complejos hoteleros, resorts, y toda esa infraestructura ideal para quienes aman no dejar el hotel durante sus vacaciones. Sin contar con vehículo, a excepción de El Arenal, la conectividad con transporte público no es tan buena conforme te alejas de Palma.
Mi itinerario de 4 días en Mallorca sin auto
Llegué desde Berlín al anochecer. Al salir del aeropuerto y recibir ese aire templado en pleno invierno fue como haber aterrizado en otro mundo. Pero al llegar a la ciudad todo se sentiría familiar: la arquitectura de muchos edificios, los letreros en castellano, la gente cenando a las 10 de la noche, las veredas angostas, todo haría paralelismos con la vida que dejé en Argentina al mudarme a Alemania. Al mismo tiempo, Palma se sintió muy distinta; en parte por el aire medieval de la ciudad vieja, el castillo a la distancia, el primer contacto con el idioma mallorquín, y demás «primeras veces» para mí, que de a poco empiezo a conocer el Viejo Continente.
Palma de Mallorca de noche
Si tu viaje a Mallorca te lleva a la isla al atardecer, lo mejor que se puede hacer es caminar la ciudad vieja de Palma. Es una preciosura absoluta. Los edificios iluminados, la gente en las calles, la música en vivo, las tiendas de todo tipo, el aroma a mariscos y los artistas callejeros; en todos lados hay algo pasando. Son callecitas con historia, con pasajes que llevan a plazas, patios y terrazas donde se pierde la noción del tiempo.
Perderse en Palma es el mejor consejo que puedo darles. El otro es empezar temprano, porque la noche -al menos en invierno- muere a las 12:00. Claro que los bares siguen abiertos hasta tarde, y en ningún lugar se echa de menos un buen tapeo 😉
En cuanto a qué ver en Palma de Mallorca de noche, no puedo dejar de mencionar los puntos más icónicos -que también hay que visitar de día- y que encontrarás en cualquier blog o página web sobre turismo en Mallorca. Mi lista:
- Plaza de la Reina y Paseo del Borne: bordeado de tiendas elegantes y lleno de artistas callejeros.
- Lonja de Mallorca: una lonja medieval que de noche es un espectáculo. Funciona un centro cultural. Además está frente al Paseo Marítimo.
- Palacio de La Almudaina: antiguo fuerte árabe que hoy es usado como palacio por la familia real.
- Parque del Mar y Catedral: definitivamente de las mejores postales de Palma. Tanto de noche como de día.
- Plaza Mayor: histórica y tradicional plaza española que conecta con las principales calles comerciales de la ciudad vieja.
- Plaza de Cort: de noche está cubierta de luces y mesas para comer. Frente a ella está el edificio del ayuntamiento, que es una maravilla.
- Plaza del Mercado: otro de esos lugares donde la ciudad vive al máximo. En los alrededores hay tiendas elegantes y edificios con una arquitectura que da para quedarse mirando horas, como el edificio Casasayas.
- La Rambla: típico bulevar adornado con árboles y flores, donde tampoco faltan churrerías.
Un día en Palma, disfrutando el Sol que Berlín no me da 😂
Palma merece un día para ser caminada sin mucho plan en mente. Sobre todo si hay sol. Admito que mis impresiones de la ciudad podrían haberse visto exponencialmente favorecidas por el hecho de que el solo ver el Sol me extasiaba, pero después de tu viaje a Mallorca seguro coincidirás conmigo en que es simplemente alucinante.
Se puede conocer Palma en un día y a pie. Tu itinerario al viajar a Mallorca tiene que incluir un día para recorrer Palma, al menos si nunca habías estado en España antes. A mí me fascinó. Más allá de los puntos más turísticos que mencioné antes, y más allá de perderse en sus callecitas, hay también una playa a la que se llega caminando tranquilamente. Claro que la playa de Palma parece un desperdicio cuando la isla está repleta de calas y rincones mil veces más lindos, pero ahí estará ella para quien quiera visitarla.
Hay que hacer espacio en el estómago. Es imposible no tentarse con las churrerías, chocolaterías, panaderías, y ni hablar del tapeo a la noche. Darse una vuelta por el Mercat de l’Olivar mientras se recorre la ciudad vieja es casi un obligado. Es el típico mercado gastronómico, pero con lo mejor de la cocina de la isla.
El helado es otro de los protagonistas en Palma. Me recomendaron Rivareno, frente a la Lonja de Mallorca, y no me fui decepcionado. Ahora paso la posta y te lo recomiendo a vos. Vale cada centavo. Especialmente si se trata de algún sabor cítrico, bien local 😉
Y no puedo omitir hablar de las ensaimadas. Culturalmente cercanas pero técnicamente distintas de las que conocía en Argentina. La ensaimada en Mallorca es una institución. Yo las probé en Ca’n Joan de S’aigo, también en la ciudad vieja, y puedo recomendar. Ni hablar del chocolate caliente que tan bien le queda a los churros. Pero se preocupen que la ciudad y la isla los harán caminar lo necesario para metabolizar semejante desayuno.
El mejor plan para un día soleado es visitar el Castell de Bellver. Toma más o menos una hora ir a pie desde el centro, bordeando la costa. Se trata de un castillo circular del siglo XIV que hoy alberga un museo muy interesante que relata la historia de Palma, desde los primeros asentamientos humanos hasta la actualidad. Vale la pena, y visitarlo cuesta apenas EUR 4,00. Además las vistas de la ciudad son invaluables ♥
A una hora más caminando, desde el castillo, se puede visitar la Cala Major y otras pequeñas calas en el barrio de San Agustí, al sur de Palma. La zona es accesible a pie y se puede regresar al centro de Palma en bus.
Pasar el día en Pollença, otra cara de la isla
Desde la terminal de ómnibus de Plaza España, el bus 301 conecta Palma de Mallorca con la localidad de Puerto de Pollensa, en el extremo Norte de la isla. Pero este día no visitamos la playa, mas nos quedamos descubriendo una cara de Mallorca de la que no había oído hablar antes: las montañas.
El viaje de una hora hasta la localidad de Pollensa (antes del puerto homónimo) se pasa rápido. Te distraen las montañas. Es la Sierra de Tramontana, con sus particulares formas y colores. En mi mente, Mallorca era una isla más. La asociaba con arena, palmeras, y fiesta. Es todo eso, pero las sierras están ahí para mostrarte que la isla es mucho más que solo playa y fiesta. Hay decenas de pintorescos pueblos a los que se puede llegar en bus desde Palma en poco tiempo y por poco dinero (el boleto a Pollensa cuesta unos EUR 7,00 de ida y se paga directo al conductor). Pollensa se supone que es uno de los pueblos más lindos de Mallorca, así que para allá fuimos.
No me decepcionó.
Dicen que Pollensa era de los lugares favoritos de Winston Churchill para descansar y que acá se inspiraron artistas y autores, como Agatha Christie. No cuesta entender cómo el pueblo y las sierras que lo envuelven pueden inspirar a alguien. Callecitas angostas, adoquinadas, enmarcadas por fachadas donde parece no haber ángulos rectos, patios, plazas, y una vibra relajada que se contagia son los protagonistas.
Empezamos recorriendo el pueblo desde la Plaza Mayor, no sin antes tomarnos unas «cañas». La típica plaza central de pueblo alberga bares, restaurantes, y una parroquia casi milenaria. La calle lindera a la parroquia conduce al Carrer de l´Ombra, y esta calle a una escalinata que, tras llevarte unos 123 metros más arriba del pueblo, desemboca en el Calvari. Esta capilla es un popular lugar de peregrinaje, y desde allí se obtienen algunas de las mejores vistas pollensinas.
Caminando por el pueblo se puede visitar el convento de Santo Domingo y los contiguos Jardines de Joan March. Hay edificios de más de 500 años, templos, torres, y museos que visitar en Pollensa. Pueden consultar más información en este enlace.
Pero lo que sí es imperdible es el ascenso al Puig de María. Es una subida de más de 300 metros por un sendero boscoso. La meta es el Puig, un monasterio que data del siglo XIV con vistas de 360° que permiten ver las sierras, el pueblo, y hasta divisar la Bahía de Pollensa. Recomiendo subir al atardecer, y desde ya te digo que las fotos no le hacen justicia. Será cliché decirlo, pero el lugar es simplemente mágico. ¿La mejor parte? Absolutamente todo lo que te conté hasta ahora se puede disfrutar sin gastar ni un solo euro.
Sóller, o cómo terminar de enamorarse de Mallorca
El bus 204 lleva de Palma de Mallorca a Sóller en poco más de media hora. Al igual que para ir a Pollensa, este bus parte de la terminal de buses de Plaza España y se abona el boleto al subir. Otra opción es llegar con el bus 203, que conecta Palma y Sóller vía Valldemosa, otro de los pintorescos pueblos mallorquines cercanos a Palma que podrás visitar durante tu escapada a Mallorca sin coche. A mí este me quedó pendiente, como tantas calas y playas que hay en la isla… pero siempre hay que dejar pendientes para regresar 😉
Sóller está considerado uno de los pueblos más lindos de España. Al menos eso decían numerosos portales en internet. No solo son sus angostas y antiguas callecitas empedradas o las antiguas fachadas de los edificios lo que le da un encanto único, sino el entorno. Todo el pueblo está rodeado de plantaciones de naranjos y montañas que cambian de color con la posición del sol. De hecho, el nombre del pueblo es una deformación de la palabra árabe «suliar«, que significa algo como «cuenco dorado», y creo que eso explica muy bien de qué va el lugar.
Antes del auge del turismo, Sóller fue de los lugares más prósperos de Mallorca. Esto fue gracias a la exportación de naranjas y vinos, principalmente a Francia. Los tiempos cambiaron pero este legado histórico aún es palpable en la arquitectura y personalidad del pueblo de apenas 13 mil habitantes.
Nuestra primera parada en Sóller fue la Plaza de la Constitución. Es el corazón del pueblo. La rodean la Iglesia de San Bartolomé, el Banco de Sóller, el Ayuntamiento, y varios bares, restaurantes y cafeterías. Obviamente, acá no faltaron las tapas bajo los naranjos de la plaza, de cara a la iglesia.
La Iglesia de San Bartolomé data del siglo XIII, y su estilo barroco contrasta con su campanario neogótico. En 1904, el arquitecto Joan Rubió i Bellver, discípulo de Gaudí, añadió una fachada modernista. Es todo un icono de Sóller y parada obligada al visitar el pueblo.
Una caminata por el Carrer de Sa Lluna, la calle comercial de Sóller, nos terminó sacando del pueblo. Las casas dejaron lugar, paulatinamente, a campos cultivados de naranjos. Desde el pueblo parten numerosas rutas de senderismo que conducen a otros pueblos y también a miradores y espacios naturales en las sierras. Realmente hay muchas opciones de senderismo, pero nosotros optamos por el camino que conecta Sóller con el Puerto de Sóller. Es un trayecto de 6km que demanda aproximadamente una hora y media, con bastantes desniveles pero grandiosas vistas de las sierras. Además la llegada al Puerto de Sóller es espectacular al atardecer.
El camino por el valle está, naturalmente, perfumado por naranjos. Si es de tu interés, existen muchas fincas donde productores de mermeladas de naranja e infusiones de azahar ofrecen visitas guiadas y degustaciones.
También se puede llegar al Puerto de Sóller en un tren histórico que comunica el puerto con el pueblo homónimo. Otra alternativa es tomar otra vez el bus 204.
El Puerto de Sóller tiene la única playa de arena del lado noroeste de la isla. En la zona hay restaurantes, heladerías (obviamente tengo que recomendarte el helado de naranja), hoteles y demás. Desde ahí parten otros senderos, por ejemplo al cabo Gros, donde se puede subir a su faro y disfrutar de vistas de la bahía y las montañas. Varios de estos senderos conducen también a Playa d’en Repic (cercana al puerto) y a Playa de Llucalcari (a unos 8km).
La postal de Puerto de Sóller al atardecer es el cierre perfecto a una escapada a Mallorca sin coche. El regreso a Palma de Mallorca puede hacerse en el bus 204 y demora menos de una hora.
Otras alternativas y tours en Mallorca sin coche
Otras opciones que hacer en Mallorca sin coche incluyen visitar los pueblos de Valldemosa, Andratx, o Bañalbufar, todos situados al oeste de la isla y a menos de una hora de Palma de Mallorca en bus. Desde ellos se accede caminando a distintas calas.
Al norte de la isla y para una opción un poco más urbana, Alcúdia se presta como una buena alternativa para balancear ciudad y playa. También a una hora de Palma en bus.
Las mejores calas de Mallorca están al este de la isla. De este lado no hay tan buena conectividad en transporte público como en el oeste, pero existen algunas conexiones de bus y tren que permiten acercarse a algunos de estos lugares. Lo recomendado en este caso es contar con vehículo para ahorrar tiempo y lograr llegar a algunos de los sitios inaccesibles si se depende del transporte público. Pero de eso tendré que contarte cuando regrese a Mallorca 😉
A continuación puedes consultar los mejores tours que hacer en Mallorca sin coche, con precios y servicios actualizados a 2024. ¡Buen viaje!
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