La Rioja es una de las provincias más subestimadas de Argentina… al menos para los argentinos. Más que sobre sus vinos y la inútil pista de aterrizaje que hizo construir -en el medio de la nada- un ex presidente, es poco lo que sabemos de ella. Sin embargo, es un destino que vale la pena visitar y el Parque Nacional Talampaya es uno de los principales motivos… En las próximas entradas les voy a contar sobre otros, pero siendo este parque nacional uno de los tres lugares resguardados por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad en el territorio argentino, es oportuno empezar hablando de él.
Tuve la suerte de visitar Talampaya dos veces. La primera en plan mochilero con amigos. La segunda, un poco más cómodo, con mi familia. Hice las dos excursiones que se ofrecen, y hasta acampé en el parque la primera vez. En base a mi experiencia, les cuento todo lo que necesitan saber para visitar el Parque Nacional Talampaya ♥
Cómo llegar al Parque Nacional Talampaya
La entrada al parque está en el kilómetro 148 de la Ruta Nacional 76. La localidad turística más cercana es Villa Unión, a 59 km, en la intersección de las rutas 76 y 40. El pueblo de 5000 habitantes no se parece en nada a las localidades turísticas que uno esperaría encontrar en sitios más populares, pero hay oferta de alojamiento para todos los gustos y bolsillos: desde hoteles elegantes hasta cabañas y campings, en este enlace pueden consultar todas las opciones de alojamiento en Villa Unión.
Para llegar a la entrada del Parque Nacional Talampaya es necesario contar con vehículo propio o contratar un tour desde Villa Unión. Otra opción es utilizar alguno de los servicios de buses regulares que conectan Villa Unión con la Ciudad de La Rioja y pedirle al chofer bajar en la entrada al parque.
- Si viajan desde la Ciudad de La Rioja en uno de estos buses, lo conveniente es comprar el pasaje hasta la localidad de Pagancillo (la anterior a Villa Unión en el trayecto a este pueblo) para ahorrar unos pesos. Así lo había hecho la primera vez que visité la provincia, hace cinco años. Este trayecto tarda poco más de 3 horas en transporte público.
- Si viajan desde Villa Unión hacia el parque en uno de estos buses, lo mejor será acordar el destino en la boletería de la empresa con la que decidan viajar cuando se encuentren en la terminal de buses de Villa Union. Este trayecto se recorre en poco menos de una hora.
Tarifas & Excursiones en Talampaya
El Parque Nacional Talampaya funciona de manera diferente a varios de los parques nacionales a los que venía acostumbrado. No existe la posibilidad de visitar el Cañón de Talampaya por cuenta propia ya que esto está a varios kilómetros de la entrada (donde se encuentra el área de servicios) y no hay caminos para hacer por libre. Es necesario contratar una de las dos excursiones al cañón que se ofrecen en la entrada al parque:
- Excursión clásica «Cañón de Talampaya» (2:30 hs): se visitan los petrofligos, el Jardín Botánico, la Catedral Gótica, y El Monje. Tiene un costo aproximado de USD 25 por persona.
- Excursión larga «Cajones de Shimpa» (4:00 hs): se visitan los mismos cuatro puntos clásicos del Talampaya que la excursión clásica pero se recorre otro cañón, el del Rio Shimpa. Tiene un costo aproximado de USD 32 por persona.
No hay diferencia en las tarifas para argentinos (no residentes en la provincia de La Rioja) y extranjeros pero sí hay descuentos para menores de edad y planes familiares para realizar las excursiones. También hay descuentos contratando la excursión con, al menos, 20 días de anticipación. Toda la información sobre las excursiones y tarifas correspondientes la pueden consultar en www.talampaya.com.
A diferencia de las excursiones en el vecino Parque Provincial Ischigualasto (Valle de la Luna) en San Juan, estas visitas no se hacen en caravana con tu propio vehículo sino en combis o camionetas 4×4 del parque. Las excursiones parten en horarios fijos, independientemente de la cantidad de visitantes:
- De 9:00 a 16:00 en invierno (la última excursión larga sale a las 15:00 y la última clásica a las 16:00).
- De 8:30 a 16:30 en verano (la última excursión larga sale a las 16:00 y la última clásica a las 16:30).
- El parque en sí está abierto las 24 horas ya que se puede acampar junto al área de servicios, algo que tuve la suerte de hacer en mi primera visita y no me canso de recomendar (más detalles al final del post). No obstante, recuerden que la visita al cañón solo puede hacerse en alguna de las excursiones mencionadas. Pueden consultar todos los horarios aquí.
Realicé la excursión corta la primera vez que visité el parque, y la larga este año, por lo que voy a contarles sobre ambas ya que la pregunta «¿qué excursión conviene hacer en Talampaya?» es una de las más frecuentes 😉
Al costo de la excursión debemos sumar el acceso al parque nacional. Esta tarifa no difiere mucho del resto de parques nacionales de Argentina, y hay descuentos para jubilados, pensionados, estudiantes universitarios (acreditando condición con libreta o constancia de alumno regular), y riojanos.
TARIFAS (DICIEMBRE 2019), en pesos argentinos (ARS) y equivalente en dólares estadounidenses (USD):
Extranjeros | ARS 400 | USD 6,67 |
Argentinos no residentes en La Rioja | ARS 180 | USD 3,00 |
Argentinos residentes en La Rioja | ARS 80 | USD 1,33 |
Estudiantes | ARS 80 | USD 1,33 |
Niños de 5 a 12 años | ARS 90 | USD 1,50 |
Niños menores de 5 años | Gratis | |
Jubilados y pensionados | Gratis | |
Personas con discapacidad (argentinos o extranjeros) | Gratis |
Pueden abonar la entrada al parque nacional en la portería del parque o comprar por adelantado a través del sitio web de Parques Nacionales.
Visita al Cañón de Talampaya
El área de servicios del parque cuenta con baños en excelentes condiciones, un salón comedor, estacionamiento público, área de acampe, y un patio con mesas y asientos para disfrutar del desierto. Frente al edificio central hay un pequeño sendero autoguiado, el Sendero del Triásico, donde se pueden ver recreaciones de algunos de los dinosaurios que habitaron La Rioja en su tiempo (uno de ellos llamado, literalmente, Riojasaurus).
Petroglifos de Talampaya
Hace miles de millones de años, la zona que hoy miles de turistas visitamos tanto en Ischigualasto como en Talampaya, fue todo un enorme delta con características de clima tropical. La erosión del agua y del viento, sumada a la paciencia de la Naturaleza, esculpieron el paisaje desolado que hoy nos atrapa. Pero también atrapó a las tribus nómades que frecuentaron la zona hasta la llegada de los conquistadores.
La primera parada de las excursiones son los petroglifos que estos pueblos nómades dejaron grabados en las rocas a la entrada del cañón. ¡Algunos datan de hace más de 2000 años! Su legado artístico (¿por qué no?) nos permite imaginar cómo era la vida que llevaban puesto que, entre otras escenas, vemos escenas de cacería, algunas que parecieran representar alguna clase de ceremonias, y demás.
Lo que más llama la atención quizás sean los morteros cavados en las rocas, que los nómades habrían usado para la molienda de plantas para sus ceremonias, según nos cuenta la guía.
El Jardín Botánico
La segunda parada del recorrido es a pocos minutos de los petroglifos, adentrándonos en el cañón de Talampaya propiamente dicho. Empezamos a recorrer el árido camino sobre el suelo arcilloso entre paredes de piedra rojiza de más de 150 metros que compiten en altura con los rascacielos porteños de Puerto Madero.
El camión se detiene y caminamos sobre lo que alguna vez fue el lecho de un caudaloso río que hoy mantiene aguas bajo la superficie. Cuando visité el parque en el verano de 2015, podía verse un pequeño riacho escurriendo sobre el suelo. En el invierno de 2019 no. Resulta que esta es la zona del cañón donde el agua se encuentra más próxima a la superficie (apenas a 3 metros) y en el verano, la época lluviosa en la zona, aún puede formarse un pequeño curso de agua sobre la tierra.
La proximidad del agua a la superficie permite que en este rincón del cañón crezca la vegetación. Esta no deja de ser típica del clima árido: espinas para minimizar la pérdida de agua y hasta algunos tallos verdes capaces de hacer fotosíntesis. Tal y como se lo imaginan, es por estas plantas que el lugar recibe el nombre de «Jardín Botánico».
Sin embargo, la estrella de esta parada no es la extraña vegetación sino «la chimenea». Se trata de un hueco en la colosal pared de piedra. Tiene forma cóncava y pareciera, en efecto, que alguien le hubiese hecho un corte longitudinal a una chimenea. El resultado es una atracción natural frente a la cual los turistas gritamos fuerte para oir nuestro eco esparcirse por el cañón gracias a la forma de «la chimenea» y la magia de la Física. El sonido es perfecto. En el video al final del post les muestro esto en primera persona 🙂
Si optaron por la excursión larga (Cañón de Talampaya + Cajones de Shimpa) tras visitar el Jardín Botánico serán agasajados con vino torrontés riojano, nueces riojanas (a las que extraño muchísimo), pastelitos de membrillo y otras exquisiteces que saben mejor al probarlas en semejante escenario natural ♥
La Catedral Gótica
La tercera parada de todas las excursiones recibe el nombre de la Catedral Gótica. Para algunos es fiel en semejanza a la Sagrada Familia de Barcelona, otros quizás no vean ninguna catedral en la roca. Lo cierto es que es una de las postales más increíbles de La Rioja (y de Argentina, claro) y uno no sabe hacia dónde mirar: todo es tan grande que un solo plano no alcanza para retratarlo… ¡y ni hablar de lo pequeño que uno se siente al acercarse a las paredes!
A partir de este punto empezamos a dejar atrás el cañón del río Talampaya, pero las sorpresas no acaban.
El Monje
La última parada de la excursión clásica por el cañón de Talampaya recibe le nombre del «monje». Esa fue la imagen que una de las geoformas del lugar adquirió para algunos exploradores. ¿Pueden verla?
Cabe destacar que en esta, como en todas las paradas anteriores (salvo «la catedral», donde no es necesaria por el terreno plano), las pasarelas de madera para acceder a los miradores desde el punto donde se detiene el vehículo están en gran estado y pensadas para la accesibilidad de cualquiera. No hay excusas para no hacer alguno de los tours.
El mirador de esta parada brinda una vista de 360° del desierto riojano. En un día despejado puede verse la cumbre eternamente nevada del Cerro Famatina (6250 msnm), que es el pico más alto del continente fuera de la Corillera de los Andes (las Sierras de Famatina forman parte del sistema serrano pampeano, aunque cueste creerlo).
Para la excursión larga, esta es la anteúltima parada. Regresamos al vehículo para dirigirnos a la última parada: Cajón de Shimpa.
Cajón de Shimpa
El vehículo regresa por sobre sus huellas sobre el lecho del Río Talampaya pero, en vez de volver a adentrarse en el cañón que acabábamos de recorrer, toma un desvío hacia el norte. «Shimpa» es una deformación de la palabra «Simba», que hacía referencia a la tela con la que un cura que habitaba la zona cubría su cabeza.
Este cañón, más estrecho que el de Talampaya y con distinta composición de tierra, se extiende por 6 kilómetros pero, por cuestiones de seguridad, los visitantes solo podemos recorrer una parte. Esta extensión de la excursión se hace casi exclusivamente en invierno, ya que durante los meses de verano es común que el cañón reciba aguas que llegan desde las sierras por escorrentía y confluyen en él.
Las paredes de este cañón tienen la mitad de altura que las del Talampaya, pero la visita no deja de ser increíblemente reflexiva. Después de que la guía nos transmitiera su conocimiento sobre la geografía y la cultura de la zona, volvemos sobre nuestros pasos hasta la camioneta para emprender regreso al área de servicios… no sin antes brindar con el resto de los integrantes del tour. Brindamos por los viajes, por lo que la Naturaleza nos regaló, y por nuestro asombroso país.
Entonces ¿Qué excursión conviene hacer en Talampaya?
Siendo que la única diferencia entre la excursión larga y la corta está en que la primera incluye la caminata por al Cañón de Shimpa, y que ambas llevan al visitante a los puntos más increíbles del parque, no veo mucha diferencia entre ambas. En mi opinión, cualquiera que se adecúe a tu tiempo y bolsillo será una excelente opción para un viaje inolvidable a este rincón riojano 🙂
Más información sobre la visita a Talampaya:
Como dije antes, es posible acampar en el parque nacional. Hay una zona de acampe delimitada por parcelas y un sector de baños con duchas (con agua caliente y en impecable estado). No está permitido hacer fuego y es necesario firmar un permiso de acampe en la oficina de la administración del parque asegurando que el visitante cuenta con todos los elementos requeridos para acampar de manera segura (botiquín, linternas, etcétera).
En el sector del comedor hay una pequeña proveeduría pero solo vende galletitas, bebidas, sandwiches y otras comidas estilo buffet. Mi recomendación para acampar es que lleven su comida para no verse obligados a pagar los precios inflados del parque ni quedar limitados a la mercadería que ofrecen.
Ver el cielo nocturno en medio del desierto (incluso con una tormenta de verano en el horizonte, como nos pasó a mis amigos y a mí) no tiene precio, y despertar en medio de la nada rojiza tampoco.
¡No te pierdas mi guía para viajar a La Rioja y San Juan para más info!
Otros tours en Talampaya:
- Mountain bike: Se puede recorrer el cañón pedaleando. Estas excursiones no están disponibles siempre así que es mejor consultar en el parque.
- Naturaleza y cultura: Es una excursión especial que solo visita los petroglifos y se enfoca en el aspecto cultural del cañón. Parte una o dos veces por día y es gratuita.
- Talampaya nocturno: Cinco veces al año, en luna llena, el parque ofrece excursiones al cañón. Consulten fechas y tarifas en el parque.
- Ciudad Perdida & Cañón Arcoiris: en el kilómetro 144 de la Ruta Nacional 76 se encuentra el acceso a este otro rincón del parque nacional. Es necesario contratar un guía para hacer esta visita que lleva al turista a conocer otras geoformas.
¡Mirá el video de la excursión por el Cañón de Talampaya y Cajón de Shimpa!
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