En mi segundo día de viaje, después de haber recorrido Viña del Mar, también visité el campo dunar de Concón (ó Dunas de Concon). Me lo habían recomendado amigos que ya habían viajado a esta región de Chile y nadie en el hostel se cansó de recomendar este lugar…
Las dunas de Concón están entre la ciudad de Concón y el balneario de Reñaca, al norte de Viña del Mar. Caminando por la costa desde el centro de Viña del Mar son unos 11 kilómetros hasta donde empiezan las dunas. El camino me tomó un poco más de dos horas pero las vistas que me acompañaron de comienzo a fin lo hicieron valer la pena.
¡Al final del post te cuento cómo ir a las Dunas de Concón y más información útil! 🙂
Primero paré un rato en la zona de la Playa del Deporte de Viña del Mar, donde me llamaron la atención dos cosas. La primera: tenían mesas con juegos de damas y ajedrez en playa, con sus respectivas fichas y piezas intactas disponibles para cualquiera, ¡y todos estaban completos!. La segunda: una estatua de El Pensador, de Auguste Rodin, que fue fundida usando el molde original (igual que la que se encuentra en la Plaza del Congreso en Buenos Aires).
Uno deja atrás los elegantes edificios de Viña del Mar conforme camina por la Avenida Jorge Montt hacia el norte, junto a la costa. De pronto me dí cuenta de que a mí derecha tenía una montaña cubierta de verde y a la izquierda el Pacífico con un color azul hermoso. Varios minutos después, diviso los edificios de Reñaca y las dunas de Concón en el horizonte.
Al cabo de una hora llegué al centro de Reñaca. Ahí, en la playa, compré un vaso de sandía, melón y naranja para seguir mi camino. Tanto en Viña del Mar como en Valparaíso y Reñaca estaba plagado de puestos callejeros vendiendo fruta. Los precios generalmente oscilaban entre los 800 y los 1200 pesos chilenos (entre 1,20 y 1,80 dólares), dependiendo de la zona.
A la entrada de Reñaca, la avenida costera cambia de nombre y pasa a llamarse Ignacio Pinto. Luego, al llegar al centro, se llama Borgoño. Desde el centro de Viña del Mar hasta el centro de Reñaca hay unos 7 kilómetros yendo por la costa. Pero para quien no quiera caminar, también está lleno de buses que conectan ambas ciudades.
En Reñaca me llamaron la atención las construcciones frente al mar. Los edificios están construidos de forma escalonada, aprovechando la pendiente de la montaña.
Después de pedir indicaciones a unos carabineros (quienes, erróneamente, me dijeron que no estaba a más de 1 kilómetro y medio de las dunas), continué mi camino por la avenida Borgoño hacia el norte.
Dejé atrás el bullicio de las playas de Reñaca y pasé junto a un edificio de la Facultad de Ciencias del Mar, dependiente de la Universidad de Valparaíso. El edifico, viejo y nada atractivo, está justo frente a un conjunto de rocas en el mar poblada por aves. La zona está protegida y no se puede acceder.
3 kilómetros más allá del centro de Reñaca, la avenida Borgoño ya luce como una carretera común que se escurre entre la costa y la montaña. Las dunas de Concon están ahí nomás, arriba del acantilado, por lo que aún tenía que subir para llegar a ellas. Pregunté cómo llegar en un restaurante que hay ahí en el medio de la nada. Me dijeron que volviera sobre mis pasos unos metros, cruzara la ruta y subiera por un sendero.
El sendero era el camino con más escaleras que haya visto en mi vida. Mis pantorrillas ya pedían el cambio con cada paso que daba, pero no las escuché hasta que me dio un calambre un poco más tarde. Al cabo de unos minutos, el camino me condujo unos 40 ó 50 metros más alto hasta una zona deshabitada donde estaban construyendo modernas torres con vista al mar. Le pregunté a unos trabajadores cómo llegar a las dunas y seguí sus indicaciones…
10 minutos y 600 metros más adelante ¡Llegué al campo dunar!
EN LAS DUNAS DE CONCON
A mis piernas no les hizo ninguna gracia tener que subir varios metros por una duna después de haber estado caminando, subiendo y bajando, durante todo el día… Estaba a medio camino de la cima de la duna cuando me dio un calambre. Tuve que sentarme en la arena un rato y les prometí a mis piernas que al día siguiente descansaría (les mentí); después seguí subiendo.
La vista desde arriba es de 360° y es increíble por lo raro que resulta todo. Uno se encuentra parado en medio de dunas gigantes con el mar a un lado y casas y edificios al otro. Es como si la arena hubiese caído del cielo tapando parte de una ciudad costera. Hay algunos matorrales de hojas gruesas en la arena y en esas zonas es más fácil caminar por la duna. También había algo de basura… una pena.
El lugar se presta, obviamente, para hacer sandboard, rodar sobre la arena, y tomarse unos mates mirando el mar. Además, si van al atardecer, van a ver una puesta de sol alucinante (pero la foto se las debo porque mi cámara se quedó sin batería estando en las dunas).
Las dunas de Concon ocupan más de 40 hectáreas de superficie, de las cuales poco más de la mitad está protegida por ser considerada «Santuario de la Naturaleza».
Aunque no nacen al nivel del mar, en su punto más alto alcanzan una altura de 80 metros sobre él. Están sobre una terraza marina, un acantilado que las mantiene elevadas. Es decir que las dunas no forman parte de la playa, lo que las hace un lugar todavía más raro!
No volví a Viña caminando. Junto a las dunas pasan varios buses urbanos que van de Concon a Viña del Mar y Valparaíso, así que tomé uno de esos. Fue el viaje en bus con más adrenalina que tuve en Chile: no solo manejaba a los pedos el chofer sino que ¡iba hablando por teléfono!. En general me pareció que los chilenos conducen muy rápido, pero respetan los carriles, respetan a los otros vehículos y también los peatones… Respetan. 🙂
Las dunas están a minutos de la localidad de Concón, otra de las localidades turísticas de la costa de la Región de Valparaíso. Menos conocida que sus vecinas Viña del Mar y Valparaíso, pero tan atractiva como ellas para alojarse. Hay amplia oferta de hoteles y departamentos donde alojarse en Concón. También un poco más económica para alojarse en la Región de Valparaíso que su vecina Viña.
CÓMO LLEGAR A LAS DUNAS DE CONCON EN BUS:
- Desde Viña del Mar: buses 602 y 609 (por Avenida Libertad y costanera Jorge Montt y Avenida Libertad).
- Desde Valparaíso: bus 602 (por Errázuriz y Avenida España).
- También hay otras líneas de buses. Generalmente los que dicen «Concón» en el frente pasan por las dunas. Lo mejor es siempre preguntar.
EXCURSIONES A LAS DUNAS DE CONCON:
Se puede optar por contratar un tour a las Dunas de Concón desde Viña del Mar. Acá les dejo más información al respecto 😉
Las dunas de Concon son un imperdible de la Región de Valparaíso. ¡Y se las puede visitar sin gastar un peso! ¿Qué esperan?
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