Como ya sabrán, en enero y febrero de 2018 viajé a Canadá por menos de USD 300 ida y vuelta. Pero hoy no estoy para contarles sobre cómo conseguí esa tarifa ridículamente barata (eso lo pueden leer en este post). Hoy quiero empezar a contarles sobre Toronto. Pasé 2 días en la ciudad y la amé ¡incluso en invierno! Acá te cuento qué ver en Toronto y por qué me encantó esta ciudad. 😉
Toronto es la ciudad más grande de Canadá y llevaba más de 10 años en mi bucket list viajera. No me acuerdo cómo empezó mi obsesión por ese país (desde que tenía 12 años, más o menos), pero Toronto era una imagen recurrente en mi cabeza. Mi primer contacto con Canadá fue en esta ciudad… ¡y en pleno invierno!.
La recorrí a pie, a pesar del frío, porque todo está cerca. Desde los barrios más turísticos hasta los suburbios. Me moví por la ciudad a pie, en metro, y en bus. Desayuné en Tim Horton’s, comí poutine, y descubrí todos esos estereotipos de los canadienses que vemos en series y películas. Todo me llevó a concluir que vale la pena viajar a Toronto.
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TORONTO ES LA CIUDAD MÁS DIVERSA DEL MUNDO
Más de la mitad de la población de Toronto nació fuera de Canadá, convirtiéndola en la ciudad más diversa del mundo. Cabe aclarar que esto se refiere a diversidad étnica y cultural y no solo al total de personas (por ejemplo, Miami o Dubai tienen más inmigrantes pero la gran mayoría provienen de Latinoamérica o Medio Oriente -respectivamente-; en Toronto la «mezcla» es más heterogénea).
Tal fusión de culturas hace que salir a comer, comprar, o ver un espectáculo en Toronto sea toda una experiencia. Es fácil encontrar desde kebab hasta empanadas y desde poutine hasta dim sum. Hay tiendas de ropa típica de Asia con la misma naturalidad que tiendas de zapatos, y hay bares con música que va desde lo árabe hasta el hit pop del momento.
Algunos dicen que tanta diversidad hace que la ciudad carezca de personalidad propia. Pero yo creo que es esa amplia gama de matices culturales lo que hace que Toronto sea lo que es: un lugar donde hay algo para todos, y es muy fácil encontrar cosas que hacer en Toronto 😉
STREET ART POR TODOS LADOS
Uno de los lugares imperdibles que ver en Toronto es Graffiti Alley. Literalmente: el callejón del graffiti. Más de 600 metros de callecitas rebosantes de color y creatividad. Graffiti Alley se extiende entre Spadina Ave. y Portland St. a metros del barrio chino y del Kensington Market.
La calle no tiene nada más que street art para ofrecer ya que solo hay depósitos, playas de estacionamiento, y alguna que otra oficina. ¡Pero vale la pena!
EL ESPÍRITU UNIVERSITARIO DE TORONTO
Toronto se enorgullece de ser una de las ciudades con mayor población universitaria del mundo. La Universidad de Toronto es la más importante y prestigiosa de la ciudad (y también califica entre las mejores del mundo), con un campus que me dejó alucinando. Hay estudiantes por todos lados, tanto dentro como fuera del campus, y la diversidad cultural de la que hablaba antes también se ve reflejada en la universidad.
En cuanto a la educación universitaria en Canadá: el sistema no es como en Estados Unidos (como muchos pensábamos). El gobierno canadiense subsidia enormemente la educación universitaria de su gente, que puede estudiar pagando hasta un 80% a 90% menos del valor original de la matrícula. Además, hay muchos convenios bilaterales con otros países para favorecer el intercambio académico. En otras palabras: ¡un sueño!.
EL TRANSPORTE PÚBLICO
El sistema abarca buses, streetcars (tranvías), y el metro. Los residentes, al menos los nacidos y criados en la ciudad, suelen protestar sobre el servicio del transporte público y detestan a la TTC (Toronto Transit Comission). Pero uno, que viaja en los colectivos del Gran Buenos Aires, trata de no torcerse un pie en la paupérrima estación de trenes de Avellaneda, y se mimetiza entre los miles de pasajeros que padecen la eterna combinación entre las líneas C y B del subte porteño en hora pico, veía el transporte público de Toronto como una maravilla. ¡En la hora pico tienen un tren cada 30 segundos!
De más está decir que todo es sumamente pulcro y ordenado. Incluso en las escaleras mecánicas la gente es organizada: del lado derecho se forma una fila de personas que sube al ritmo de la escalera, dejando el lado izquierdo libre para quien quiera subir más rápido caminando sobre dicha escalera.
Los colectivos incluso tienen una pantalla indicando cuánto tiempo falta para llegar a la siguiente parada. Además, todo el sistema está conectado. En una ocasión, viajando en el metro, se nos informó que el servicio no continuaría debido a un accidente en la siguiente estación: al instante nos hicieron bajar y había personal de la TTC esperando para indicarnos cómo dirigirnos a los buses que la empresa dispondría para seguir el trayecto y poder llegar a destino.
LA TORRE CN
Cuando uno piensa en Toronto, piensa en la Torre CN. Esa majestuosa torre de 553 metros que llegó a ser considerada Maravilla del Mundo Moderno y que hoy es la principal atracción turística de la ciudad. Es hipnótica. De día te llama la atención su elegante silueta y de noche te distraen sus luces que cambian de color.
Más allá de lo impresionante que son las vistas desde el mirador y la emoción de caminar por su piso de vidrio (350 metros más cerca de las nubes), es asombroso que se la pueda ver desde casi cualquier rincón de Toronto. Incluso después de 40 minutos en metro y desde los suburbios del Gran Toronto, ¡todavía podíamos verla! Verdaderamente no se puede viajar a Toronto y no visitar la Torre CN.
Visitarla cuesta unos CAD 35 pero hay descuentos para estudiantes. Ya les contaré sobre cómo ahorrar en su viaje a Canadá más tarde. 😉
LA CIUDAD SUBTERRÁNEA
El «PATH» es como se conoce a la ciudad subterránea de Toronto. En realidad, es un sistema de túneles que conecta estaciones de metro con edificios y plazas cercanas, todo bajo la superficie. El PATH no es un solo lugar sino un conjunto de lugares, y es una excelente forma de desplazarse por la ciudad al salir del metro sin salir a la calle cuando hace -20°C.
En el PATH se pueden encontrar todo tipo de tiendas e incluso hay mercados, bares, peluquerías, y hasta oficinas.
Hay muchísimas cosas que ver en Toronto y varios paseos para hacer todo el año. Claro que la mejor época para viajar a Toronto es el verano, pero la ciudad es sorprendente todo el año. En este enlace podés consultar todas las excursiones y actividades en Toronto.
LA CIUDAD ES UN POPURRÍ ARQUITECTÓNICO
Al ser una ciudad tan diversa, es esperable que Toronto no tenga un estilo arquitectónico definido. La ciudad va desde lo antiguo a lo moderno, pasando por construcciones que abarcan desde lo victoriano hasta lo gótico.
El CBD (Central Business District) o Downtown es el distrito financiero donde se encuentran todos los rascacielos, oficinas, centros comerciales, etcétera. Es más de lo mismo si se lo compara con cualquier otra ciudad moderna. Sin embargo, merece una visita porque tiene lugares muy interesantes: Nathan Phillips Square y las calles Dundas y Yonge, por ejemplo.
Pero desplazándose un poco de esta zona se llega al Toronto tradicional: Old Toronto.
Old Toronto comprende construcciones más bajas, coloridas, y un ambiente más relajado. Tres edificios destacables: el St. Lawrence Market, la iglesia de St. James, y el Gooderham Building. Pero el protagonista acá es el Distillery District, un antiguo predio de destilerías que fue recuperado y convertido en espacio de bares, restaurantes y artistas. Durante el año tienen lugar varios eventos: el mercado de Navidad en diciembre, el Festival de las Luces en enero y febrero, y más. ¡Todos gratuitos!
Al otro lado de la ciudad está el famoso Kensington Market, la zona hipster de Toronto. Acá se concentran los lugares de comida latina (empanadas, burritos y churros copan la escena) pero también las cervecerías y hasta tiendas de cannabis.
Kensington Market está justo detrás del Chinatown y es una de las mejores opciones donde salir a tomar algo en Toronto. El ambiente es principalmente joven, liberal, y muy relajado (quizás por tantas tiendas de cannabis).
PROGRESISMO
Aunque el hecho de que Toronto sea una ciudad tan diversa no implica que no tengan sus casos (aislados) de discriminación (por raza, nacionalidad, sexualidad o whatever), muy lejos está de ser comparable con la situación en Argentina.
Canadá en general es un país conocido por sus medidas progresistas para con los inmigrantes y la comunidad LGBT. Toronto es un reflejo de eso. Me encantó ver gente de todas partes del mundo en sus vestimentas en el metro como si nada, o parejas homosexuales tomadas de la mano en plena calle sin que nadie señalara ni, mucho menos, confrontara. Da la impresión de que cada quien puede ser quien es y nadie va a tener problema con eso (o, al menos, no va a manifestarlo públicamente).
En cuanto al apoyo a la comunidad LGBT, incluso las universidades (Ryerson y University of Toronto) organizan eventos para difundir la aceptación y brindar apoyo a quienes lo necesiten. Terminé de confirmar que esta gente está un paso más adelante en materia de aceptación cuando me encontré con una iglesia anglicana abierta a las personas con distintas orientaciones sexuales (pueden verla en el video al final del post).
Por supuesto que todo esto tiene un denominador común: respeto. Respeto al prójimo, a las instituciones, al espacio público… Ese respeto en general que tanto nos falta, al menos a los argentinos.
TORONTO SUPERA LAS EXPECTATIVAS
Es muy difícil viajar a un destino sobre el que tenemos altísimas expectativas porque quedamos expuestos a desilusionarnos. Pero Toronto superó todas esas expectativas incluso en su peor época: el invierno. ¡Y eso que no es una ciudad precisamente linda! Noten que hasta ahora no había usado ese adjetivo para calificarla. Porque, sinceramente, Toronto no es «linda». Obviamente tiene zonas que resaltan entre otras, pero ni siquiera en Canadá es considerada bella. Y es que Toronto es el locro de las ciudades: le ponemos un poco de todo porque todo junto tiene sentido… sabe bien; pero no te lo comés con los ojos.
Infraestructura, organización, y diversidad son solo la punta del iceberg. Lo que hace que valga la pena viajar a Toronto es la gente, el ambiente, la manera en que la ciudad vive. La verdadera experiencia en esta ciudad es abrir la cabeza. Se trata más de lo que hay para aprender que para ver.
Claro que yo acá jugué de visitante. ¿Cómo es vivir en Toronto? Quizás en unos años se los cuente.
¡No te pierdas mi Guía para viajar a Canadá en invierno para más información!
¡Buen viaje!
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