parque del retiro

¿Madrid se parece a Buenos Aires? Similitudes, diferencias y una verdad inesperada

Todo el mundo dice que Madrid se parece a Buenos Aires. O al revés. Tiene todo el sentido ¿no? Después de todo, la capital argentina fue fundada por colonos españoles hace más de 400 años. Lo escuché tantas veces que llegué a creer que caminar por la capital española iba a sentirse como volver a casa. Pero cuando finalmente puse un pie en Madrid, descubrí algo distinto: sí, se parecen… y al mismo tiempo, no.

visitar madrid
Plaza de España, Madrid

Similitudes urbanas entre Madrid y Buenos Aires: la primera impresión que engaña

En la teoria, Madrid no podría ser más distinta a Buenos Aires. La ciudad está emplazada entre montañas, envuelta en una geografía árida, prácticamente sin cursos de agua. Una ciudad fundada por musulmanes, conquistada al recuperar los católicos el control de la Península Ibérica, y que sufrió incontables transformaciones hasta hoy. En Madrid quedan vestigios de lo que hace unos siglos llegó a ser uno de los imperios más grandes del mundo, desde el Palacio Real hasta incontables monumentos, edificios e instituciones que evocan al poder colonial español. Rascacielos se mezclan con antiguas casonas y amplias avenidas cortan la gilla de callejones que existen desde la Edad Media.

Aún así, Madrid se siente familiar. Hay similitudes arquitectónicas, urbanas, incluso estéticas. Pero cuando uno presta atención a la vida que late en las calles, aparece otra verdad: Buenos Aires vibra con un ritmo mucho más italiano que español. Y esa mezcla de familiaridad y extrañeza es, justamente, lo que hace que comparar ambas ciudades sea tan fascinante.

Miradores de Madrid
Palacio Real y Catedral de Madrid

Gran Vía vs el centro porteño

Viniendo desde Buenos Aires, Madrid tiene algo de déjà vu. Es como reencontrarse con un viejo álbum de fotos donde las caras no son las mismas, pero las poses sí. Los principales parecidos entre Madrid y Buenos Aires suelen girar en torno a la Gran Vía. La calle más famosa de Madrid, con sus rascacielos art-deco, carteles luminosos, teatros y palaciegas tiendas. Para mí es como si la Avenida Corrientes y la Avenida de Mayo, en Buenos Aires, se fusionaran en una reflejando la época dorada de Argentina (antes de que se cometieran crímenes arquitectónicos en los años 1960-1970 y se acabara con las fachadas españolas que adornaban el bulervar).

Sin embargo, sin alejarse mucho de la ancha avenida uno se encuentra con rincones indiscutiblemente españoles: la Plaza Mayor, la Plaza de la Villa, o la Puerta del Sol. Sin análogos ni homónimos en Buenos Aires (bueno, salvo por el famoso restaurante español en el barrio porteño de Monserrat). No porque Buenos Aires carezca de historia, sino porque su historia siguió otros hilos: inmigración italiana, modernización acelerada, destrucción creativa y caótica. Madrid, en cambio, conserva capas completas de su pasado imperial, medieval y borbónico en un mismo radio de cinco cuadras.

El Paseo del Prado y Recoleta: el espejo más evidente

Son también las casonas y museos palaciegos cerca del Paseo del Prado y el Jardín Botánico otro punto de similitud entre ambas capitales. Es imposible no hacer un paralelismo con los prolijos parques y elegantes calles del barrio porteño de Recoleta al visitar los museos madrileños en esta zona de la ciudad. El Parque del Retiro, la Fuente de Neptuno y el Palacio de Cibeles son insignias de la ciudad de Madrid, pero los alrededores se sienten porteños. No solo por los estilos de las veredas, las calles arboladas, y los elegantes hoteles que recuerdan a los de la Avenida Alvear, sino también en los detalles: los estilos de los balcones, las vidrieras, los toldos y también las incontables tiendas de empanadas argentinas.

parque del retiro
Parque del Retiro
palacio de cibeles
Palacio de Cibeles – Ayuntamiento de Madrid

Salamanca, Palermo, Recoleta…

El Barrio de Salamanca es otro de los grandes generadores de confusión identitaria. Calles ordenadas, fachadas señoriales, boutiques, brunchs, peluquerías caninas de lujo, restaurantes de cocina internacional: similitudes con Palermo, Recoleta, incluso Belgrano en Buenos Aires.

Paradójicamente, en Buenos Aires nos gusta comparar esas zonas con Francia más que con Madrid, aunque los parecidos sean evidentes.

Pero… la cultura no se parece tanto.

Acá es donde la comparación se derrumba. Porque Buenos Aires no se comporta como una ciudad española. Buenos Aires piensa, gesticula, come y discute como una ciudad italiana disfrazada de sudamericana. Y ese contraste aparece en Madrid desde el primer día: en los silencios urbanos frente al bullicio porteño, en los tonos menos acelerados frente a la verborragia italiana-porteña, en la forma en que la gente camina, pide un café, entra a una tienda, espera en una fila.

Madrid es sobria, contenida, equilibrada. Buenos Aires es pasión desbordada, improvisación, drama, humor, intensidad. Y esa intensidad viene, fundamentalmente, de Italia.

Entonces… ¿Madrid se parece a Buenos Aires?

Sí y no. Y ahí está lo lindo.

Madrid se parece a Buenos Aires en lo que te rodea: la arquitectura, las avenidas, los balcones, los cafés, los parques, la herencia estética. Pero no se parece en cómo se vive.

Porque Buenos Aires es hija de miles de inmigrantes italianos que moldearon su carácter colectivo: la gesticulación, la pasión, la forma de hablar, de reunirse, de amar, de enojarse, de existir. Sí, en los restaurantes madrileños uno apenas puede escuchar a la persona que tiene al lado entre tanto bullicio. Otra similitud con la capital argentina. Sin embargo, después de haber recorrido norte, centro y sur de Italia, sigo sintiendo que la cercanía cultural con Italia se mantuvo con más fuerza en Buenos Aires, más allá del pasado colonial.

Madrid puede recordarte a casa, pero Buenos Aires, como buena italiana del sur del mundo, siempre es más ruidosa, más dramática, más intensa, más viva. Y quizás por eso, cuando camino por Madrid, siento una mezcla de familiaridad y de distancia. Como si viera a un pariente lejano del que heredamos los ojos y algunos gestos… pero no la personalidad.

plaza mayor madrid
Plaza Mayor
Madrid de noche
Palacio Real de noche

Comentarios 🗨️

Deja tu marca: ¡Comenta!