Basílica de San Petronio

Primeras impresiones y consejos para visitar Bologna

Bologna es uno de esos lugares que siempre había oído nombrar, pero del que poco sabía. Es una de las ciudades más importantes de Italia desde hace siglos pero, en lo que a turismo internacional se refiere, suele quedar en segundo plano. Su vecina, Florencia, la opaca sin esfuerzo. No es difícil entender por qué: ¿cómo puede competir la desalineada Bologna con su elegante vecina? La verdad es que tiene con qué, y en este post te contaré cómo fue mi experiencia de 3 días en Bologna por qué vale la pena visitar Bologna.

El estilo único de Bologna

Lo primero que llama la atención al visitar Bologna es la cantidad de galerías. Las veredas están, en su gran mayoría, cubiertas por techos sostenidos por arcos y columnas de distintos estilos. Es una de las ciudades históricas mejor conservadas y tiene el segundo casco antiguo medieval más grande de Europa, detrás del de Venecia.

Los llamados pórticos (portici) se extienden por más de 60km y más allá del centro. Son consecuencia de una época en la que los boloñeses buscaban protegerse del sol, y encontraron esta solución: cubrir las veredas. Esto no solo resolvió el problema del calor agobiante, sino que catalizó la creación de mercados callejeros y la expansión hacia la calle de muchos edificios. Nunca hubo reglas para la construcción de los portici, por lo que hoy se encuentran de todo tipo, forma y material.

Pero esto es solo la punta del iceberg. La peculiar y polémica Fuente de Neptuno, la fachada inconclusa de la catedral, la personalidad anarquista y revolucionaria de la ciudad, y las famosas casas torre de Bologna son algunas de las cosas que hacen única a esta ciudad. Más aún, son las historias y leyendas detrás de esta ciudad (que cualquier guía local te contará con gusto) las que le añaden valor a una visita a Bologna.

La habitación que cambió el mundo

La Universidad de Bologna es considerada la más antigua de Occidente. Surgió en el año 1088 como un grupo de librepensadores que se juntaban a discutir temas de religión, y fue evolucionando como un foro donde se fomentaba el intercambio de ideas más allá de la teología. Gente de otros reinos viajaba a Bologna para participar de estos debates, para ver de qué se trataba. La institución como tal fue formalizada pocos siglos más tarde, marcando un hito en la historia de la humanidad.

Uno de los edificios históricos imperdibles al visitar Bologna es el Archiginnasio, donde por apenas EUR 3,00 se puede visitar la histórica Sala dello Stabat Mater, la Biblioteca, y el Teatro Anatómico del siglo XVII. Este último fue el lugar más impresionante, en mi opinión, ya que fue el precursor de todas las salas de estudio de anatomía que vendrían después. Gracias a esta habitación de la Universidad de Bologna, podríamos decir, que hoy tenemos el privilegio de recibir atención quirúrgica cuando la necesitamos 🤯

teatro anatomico de bologna
Teatro Anatómico

Bologna «la roja»

Uno de los pensamientos que cruzó mi cabeza mientras recorría las calles de Bologna fue que esta ciudad es como un gran centro de estudiantes a cielo abierto. Mis lectores argentinos que hayan estudiado en la unviersidad pública como yo entenderán la referencia: la ciudad está empapelada de posters de marcado tinte anarquista, comunista, y anti status-quo en general. El periódico más leído se llama Il Manifesto, el rostro del Che Guevara aparece en banderas y arte callejero en más de una ocasión, y al poco tiempo de visitar Bologna queda en evidencia por qué los italianos la denominan «la rossa».

Bologna tiene ese aire revolucionario que la caracteriza desde hace casi mil años, cuando se empezó a gestar la universidad. Históricamente, la ciudad ha sido un centro importante del comunismo y socialismo italiano, especialmente durante el periodo de la posguerra.

Bologna la rossa
Mercado en Parco della Montagnola

La Manhattan medieval

Bologna es famosa por las torres medievales que le dan una silueta característica a la ciudad. Entre los siglos XI y XIII, las familias nobles y adineradas construyeron estas casas torre para presumir de su poder y estatus. Algunas de estas torres funcionaban como residencia y otras como torres defensivas. Se estima que la ciudad llegó a ver más de 100 torres durante esta época, dándole un look de «Manhattan medieval» hasta entonces único (la tendencia sería luego replicada en otras ciudades de Emilia-Romagna y la Toscana). Hoy quedan apenas 20 en pie.

torres de Bolonia
Ilustración de cómo habría sido Bologna en el siglo XIV

Las dos torres más famosas que aún quedan en pie en Bologna son la Torre degli Asinelli (97m de altura) y la Torre Garisenda (60m). La última está muy inclinada y, desde 2024, la ciudad se enfrenta a la labor de salvarla del derrumbe. Para ello contrataron al mismo equipo de arquitectos que salvó a la torre inclinada de Pisa y esperan que dentro de la próxima década se pueda volver a caminar junto a estas famosas torres.

torres de bologna
Las dos torres de Bologna desde Via Ugo Bassi

Aunque la Torre degli Asinelli se encuentra cerrada por las obras de manutención y que buscan salvar a su vecina, todavía se puede apreciar Bologna desde las alturas e, incluso, ver las famosas torres unos 60m sobre la superficie. Para eso, te recomiendo visitar el campanario de la iglesia de San Pietro, muy cerca del centro. La entrada cuesta EUR 5,00 y permite acceder a la cripta, además de al mirador con las mejores vistas de Bologna.

mirador de bologna

Como en otras ciudades de Italia, pero gratis

En cualquier ciudad italiana te encontrarás con antiguas iglesias, ruinas milenarias, y más secretos de los que tu cerebro puede procesar. Lo que caracteriza a Bologna por sobre otras ciudades como Florencia o Roma es que todo esto es mucho más accesible aquí.

Uno de los lugares más impresionantes que visitar en Bologna son las Siete Iglesias. Se accede desde la elegante plaza de Santo Stefano, pudiendo visitar un complejo de site templos construidos en distintas épocas sin gastar un centavo. Quizá lo más impresionante que ver sea la Basilica dei protomartiri San Vitale e Sant’Agricola, un templo que data del siglo VI, de marcado estilo bizantino y que sobrevivió a desastres naturales y guerras. Se la considera uno de los templos en continuo uso más antiguos del mundo. Junto a esta iglesia, una réplica del Santo Sepulcro de Jerusalén es otra de las cosas que no encontrarás en el resto de Italia.

Bologna hace muy fácil encontrarse con estos secretos milenarios. Otro lugar interesante que visité durante mis días en Bologna fue la Piazza coperta Umberto Eco, una plaza cubierta devenida en centro cultural donde los locales y turistas se mezclan. Una escalera conduce bajo la superficie, permitiéndote ver las ruinas de edificios romanos, antiguas calles, iglesias, pozos de agua y demás obras que, al igual que en otras ciudades de Italia, quedaron enterradas con el pasar del tiempo. De nuevo, esto se puede disfrutar sin gastar un euro.

El canal oculto de Bologna

La sopresa de todos cuando el guía nos comentó sobre los canales de Bologna no pasó desapercibida. Resulta que la ciudad, en la Edad Media, era atravesada por arroyos y canales que permitían la navegación. Gracias a ellos fue construida Bologna, con materiales traídos sobre el agua. Sin embargo, hacia finales del siglo XIX, la expansión del automóvil como principal medio de transporte y la explosión demográfica en la ciudad tuvieron como consecuencia que se cubieran los canales con cemento. Una pequeña fracción de estos aún queda al aire libre y se puede ver a través de una ventana que, si uno no presta atención, pasa desapercibida: la Finestrella di Via Piella. Por este y otros motivos recomiendo contratar un free walking tour para recorrer Bologna 😉

canal de Bologna
Canal oculto de Bologna

La basílica más grande del mundo

Ese sería el titular que usaríamos hoy para hablar de la Basílica de San Petronio si se la hubiese completado según los planes originales. Una mezcla de ambición frustrada, decisiones políticas y religiosas llevaron a que no fuera así.

La construcción había iniciado en el año 1390, con la intención de erigir un templo más grande que la Basílica de San Pedro en el Vaticano. En el siglo XVI, cuando el proyecto amenazaba con eclipsar a San Pedro, el papa Pío IV bloqueó su ampliación. En su lugar, autorizó la construcción de un edificio universitario pontificio (el Archiginnasio) justo al lado, limitando físicamente el crecimiento de la basílica. Por este motivo, la iglesia es hoy la sexta más grande de Europa.

Los ladrillos que marcan hacia donde se hubiese expandido la Basílica de San Petronio aún pueden verse. El templo es ya de por sí gigante, y cuesta imaginarse lo que podría haber sido si se hubiese respetado el plan original. No obstante, se dice que el plan era demasiado ambicioso para poder completarse. De hecho, la fachada de la basílica nunca fue completada, razón por la cual puede verse parcialmente cubierta en mármol, y parcialmente con ladrillos expuestos.

Basílica de San Petronio
Basílica de San Petronio

La dolce vita en Bologna

Más allá de los rincones históricos, los artistas callejeros, los espacios culturales y las galerías, mi lugar favorito que visitar en Bologna fue el Mercado del Quadrilatero. Lejos de ser el típico mercado histórico devenido en trampa para turistas, este continúa atrayendo a locales y turistas por igual por la calidad y originalidad de sus productos.

El Quadrilatero es un sector de la ciudad vieja de Bologna donde restaurantes, verdulerías, fiambrerías, tiendas de aceite, pasta, embutidos artesanales y vinos activan todos tus sentidos. Está delimitado por calles medievales como Via Drapperie, Via Pescherie Vecchie, Via Clavature y Via degli Orefici.

La zona es un paraíso gastronómico donde Bologna presume de algunas de sus más famosas invenciones: la mortadela, los tortellini, tagliatelle, y la lasaña. Los precios son accesibles al tratarse de un mercado al paso donde comer de parado, y la calidad de la comida es excelente. En mi opinión, es un lugar para volver mil veces.

Una joya del Quadrilatero a la que no hubiese ido de no haber sido por los consejos del guía es Vinoteca Tamburini. Se trata de una tienda de delicatessen, inaugurada en 1932, que ofrece salchichas, embutidos y pasta artesanal con combinaciones inimaginables. Recomiendo darse una vuelta aunque sea para ver los productos: aceites con trufa, salsas con especias, pastas rellenas con quesos y fiambres regionales y más.

El Mercato di Mezzo también merece una visita. Forma parte del Quadrilatero y alberga puestos de comida callejera ideales para parar un rato a recargar energías. Se encuentran crescentine (Pan redondo típico de la región, servido caliente y abierto como sándwich), piadine (Pan plano típico de la Emilia-Romagna, a menudo enrollado y con queso y mortadela), panino con mortadela, frittelle y focaccias. Es una buena opción para disfrutar de la comida callejera regional que es tan buena como los platos más elaborados.

Además, en comparación con Roma, Florencia o Venecia, los precios en Bologna son mucho más económicos. Estamos hablando de almuerzos por menos de EUR 7 (si se optara por comida callejera) y cenas por menos de EUR 20.

Bologna de noche es un must

Por la noche, Bologna muestra que es, definitivamente, una ciudad universitaria. Muchas plazas y calles se convierten en bares al aire libre, con food trucks, terrazas, música en vivo, y gente disfrutando de un trago hasta pasada la medianoche. Los precios están de acuerdo a una ciudad universitaria, y agradecerás haber elegido Bologna después de haber estado en Venecia o Florencia. Aquí disfrutarás del aperitivo por apenas EUR 4,00.

Recomiendo alejarse de la plaza principal para realmente vivir la noche en Bologna. Al noreste de la ciudad, en los alrededores de las plazas Giusseppe Verdi y Aldrovandi, las calles son de los locales y estudiantes. Es un ambiente descontracturado, simple, de gente de todas las edades sentada en las veredas disfrutando del indescriptible sentimiento de comunidad que brinda Bologna.

bologna de noche
Via Santo Stefano

¿Vale la pena visitar Bologna?

Definitivamente. Bologna no tendrá los monumentos de Roma, los canales de Venecia, ni el encanto romántico de Florencia, pero tiene mucho para competir. No solo permite descubrir lugares que son patrimonio de la humanidad con la comodidad y accesibilidad económica que otras partes de Italia no ofrecen, es también una ciudad que aún no ha caído en la maldición del turismo masivo.

Bologna tiene todo para encantar: es fácil de llegar desde otros puntos de Italia y Europa (es un importante nodo ferroviario y su aeropuerto es de los más importantes del país), es animada, dinámica, alternativa, con increíble gastronomía y legado cultural.

visitar Bologna

¿Dónde alojarse en Bologna?

Es cómodo quedrase cerca de la estación central, aunque no sea la zona más linda de Bologna. En mi opinión, las inmediaciones de la Piazza Giusseppe Verdi son ideales para estar cerca del centro, en la zona de bares con mucho movimiento por la noche, y a pocos minutos en bus de la estación central.

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