El último verano decidimos repetir el alquiler de la camper van y regresar a Escandinavia como habíamos hecho dos años atrás en nuestro roadtrip a Noruega. Esta vez, la vecina Suecia era el destino elegido. En este post te recomiendo nuestra ruta de 10 días si también estás pensando en viajar a Suecia o hacer un roadtrip al país escandinavo.
Día 1: Skåne / Gotemburgo
Era mi segunda vez visitando Suecia. El año pasado habíamos recorrido la región de Skåne, en el sur del país. Esta vez volvíamos a visitarla. El ferry desde el puerto de Rostock, Alemania, nos condujo a Trelleborg, llegando a Suecia a las 6 de la mañana. Trelleborg es uno de los principales puertos de Suecia en el Mar Báltico, con gran tráfico de contenedores y ferries entre Suecia, Alemania y Polonia. La ciudad en sí no tiene ningún atractivo especial, aunque su prolijo centro brinda buenas opciones donde comer antes de abordar el ferry de regreso a Alemania. Eso mismo haríamos en el último día de este viaje a Suecia en camper van.
Si van a viajar a Suecia y visitar Skåne por primera vez, no se pueden perder mi post Explorando la región de Skåne. Es una región relativamente llana, con ligeras colinas, agrícola pero también muy urbanizada. La oferta de turismo rural, cultural, y ecoturismo es enorme.

En esta oportunidad no nos detuvimos en Skåne ya que nos interesaba llegar a otros puntos de Suecia que no habíamos conocido. Si fuesen a recorrer un poco de Skåne siguiendo nuestra misma ruta en su viaje a Suecia, recomiendo consultar Ystad (pintoresco pueblo rodeado de acantilados y cercano al mítico monumento vikingo Ales Stenar) y la Península de Kullaberg (área natural protegida con circuitos de senderismo, playas, y pequeños pueblos pesqueros).
Iniciando el recorrido bien temprano en Trelleborg y siguiendo la ruta E6 en dirección al noroeste, como hicimos nosotros, tendrán tiempo suficiente para una parada de medio día en Malmö, Helsingborg o la península de Kullaberg si quisiesen tener un pantallazo de la región.
Otra alternativa para una parada de medio día en esta ruta es Gotemburgo, la segunda ciudad más importante de Suecia. Son poco menos de cuatro horas conduciendo desde Trelleborg, ideal para la parada de almuerzo o el tradicional fika de la tarde (la versión sueca de una merienda, generalmente ocasión para un café y un bollo de canela). Es una ciudad grande, con modernos edificios, un centro histórico, y enormes campus industriales (principalmente de biotecnología) que llaman la atención desde la autopista.
Día 2: Fjällbacka
El primer día llegamos a Fjällbacka al atardecer. O al menos a un horario donde uno esperaría ver un atardecer, pero el verano en estas latitudes en confuso. Se trata de un pueblito de pescadores que aparece en los mapas desde el siglo XVII. Hoy es un elegante destino vacacional donde viven apenas mil personas. Lo definiría como el José Ignacio sueco: vibras relajadas, modesto pero elegante, donde predomina el color blanco tanto en casas como en boutiques, restaurantes y cafés.
Fjällbacka ya no vive de la pesca mas del turismo y la artesanía. Existen unas pocas opciones donde acampar con camper van o autocaravana, que son también las opciones más económicas donde pasar la noche en el pueblo.


Los principales atractivos en Fjällbacka y alrededores, además del pueblo, son el mirador Vetteberget (desde donde se ve toda la costa y el pueblo, en la cima de la baja montaña que lo envuelve), la grieta Vetteberget Trappuppgång (un angosto paso entre dos paredes de roca que sostienen una enorme piedra sobre nuestras cabezas), y los petroglifos de Aspeberget. Estos últimos son dibujos grabados en las rocas de las montañas del lugar hace más de 2000 años. Es un museo al aire libre que se puede visitar por cuenta propia para aprender sobre los pobladores del sur escandinavo y cómo eran sus vidas hace miles de años.

Día 3: Oslo
Oslo no estaba en nuestro plan original de esta ruta de 10 días de viaje a Suecia. Pero para evitar las tormentas que azotaban la ruta E45 (que inicialmente queríamos tomar para llegar al norte) decidimos que lo mejor sería tomar un pequeño desvío a la capital noruega, a poco más de 160km de Fjällbacka. La decisión fue buena porque Oslo nos recibió con buen clima – para estándares escandinavos.
La verdad es que Oslo es una ciudad que merece, al menos, un fin de semana para conocerla bien. Un día alcanza para ver lo más turístico de la capital: el puerto, el Palacio Real, la ciudad vieja, el centro moderno y algún museo (recomiendo enormemente el nuevo Museo Munch, dedicado al artista noruego). Oslo me encantó como destino para una escapada y sirvió para cerrar esa cuenta pendiente que me había quedado dos años atrás en mi viaje a Noruega.

La estadía en Oslo fue un inesperado placer. Cuidar el bolsillo fue el desafío, porque Noruega es carísima. Pasamos la noche en un estacionamiento junto al puerto, al oeste de la ciudad, y fue el «alojamiento» más caro de todo el viaje: casi EUR 60 por vehículo, sin electricidad. Pero yo a Noruega le perdono todo ♥
Día 4: Parque Nacional Fulufjället
Partimos de Oslo por la mañana rumbo norte y cruzamos la frontera de vuelta a Suecia al cabo de unas tres horas. Unas dos horas más entre montañas y boques donde la única evidencia de civilización era cruzarnos con algún otro vehículo en el camino llegamos al Parque Nacional Fulufjället, uno de los más importantes de Suecia.

Fulufjället es un parque nacional done predominan los líquenes, las aves, y donde se encuentran la cascada más alta del país y uno de los árboles más antiguos del mundo. Cubre un área que va desde frondosos bosques en las partes más bajas hasta los vastos plateau de vegetación baja y humedales en las partes altas.
Nosotros decidimos hacer el sendero corto hacia la cascada Njupeskär, la más alta de Suecia con sus 93 metros de caída. Entre ida y vuelta se tarda poco más de dos horas, parando en miradores y circulando sobre caminos bien marcados. Se puede seguir camino más allá de la cascada y escalar hasta lo alto del plateau, en terreno más agreste – nosotros no pudimos hacer esta parte dado el mal clima.
Recomiendo consultar el mapa del parque nacional previamente para identificar a qué zonas ir, ya que hay distintos accesos dependiendo de la ruta que tomen y no todos los senderos están comunicados entre sí. El parque nacional es de acceso gratuito y hay áreas de servicios, un restaurante, estacionamiento y zonas de acampe. En el centro de visitantes Naturum también funciona un pequeño museo dedicado a la geología, fauna y flora de la región.

El parque nacional está ubicado en una de las zonas más recónditas de Suecia, sin grandes ciudades en la cercanía. Recorrimos las rutas por horas pasando únicamente unas pocas casitas y granjas. Recomiendo totalmente visitar esta área del país si estás por viajar a Suecia en verano.
Tras haber disfrutado del parque nacional y con el pronóstico del clima siendo bastante desalentador, decidimos seguir camino hasta Lofsdalen, a unas dos horas. Ya fuera de las montañas, la tormenta dio tregua y pudimos disfrutar del camping junto al lago y la tranquilidad del anochecer a medianoche, con vecinos más que interesantes 🥰


Días 5-6: Höga Kusten
Höga Kusten fue verdaderamente mi parte favorita de este viaje y un imperdible que debes añadir a tu lista de lugares que ver en tu próximo viaje a Suecia. Hay mucho para ver en esta región, la costa más alta del mundo (Höga Kusten = Costa Alta).
Ubicada en la provincia nororiental de Ångermanland, en el Golfo de Botnia, la Costa Alta de Suecia cuenta con la línea costera más alta del mundo, a aproximadamente 286 metros sobre el nivel del mar. Debido a un proceso geológico de elevación del terreno postglacial, que ocurre desde la última glaciación, el terreno continúa elevándose a un ritmo de aproximadamente 8 milímetros por año. Básicamente, al derretirse los glaciares que presionaban sobre el terreno, el mismo empezó a elevarse y continúa haciéndolo como por inercia tras millones de años. La región está reconocida como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
La región es una maravilla para practicar senderismo, escalada, nadar en sus gélidas aguas, y acampar. Increíblemente, no es de los lugares más visitados de Suecia – pero debería. Personalmente, volvería con más tiempo para explorar mucho más. Es famosa su ruta de senderismo que conecta pueblos, playas y áreas naturales protegidas a lo largo de 140km: el High Coast Trail. Pueden consultar mapas e información actualizada sobre cada etapa en el sitio web de la Asociación Sueca de Turismo (en inglés). En mi opinión, visitar la Costa Alta es motivo suficiente para viajar a Suecia.

Durante nuestros dos días en la Costa Alta nos alojamos en un camping en el puebo pesquero de Norrfällsviken. Con sus tradicionales casas de madera pintadas de rojo y tranquilas aguas, fue uno de los lugares que más me gustaron de esta ruta de 10 días por Suecia. La reserva natural homónima nos sorprendió con arcoiris, árboles milenarios, y playas de piedra rosada. Y la hospitalidad de la gente del lugar fue también memorable.
A la Costa Alta le dediqué un post aparte, porque se lo merece. Te invito a leerlo en 2 días en la Costa Alta de Suecia.


Día 7: Sundsvall – Gävleborg
Al dejar atrás la Costa Alta e iniciar nuestro camino rumbo al sur, paramos en la ciudad más importante de la región: Sundsvall. Fue una buena parada para un café y estirar las piernas, aunque la ciudad en sí no tiene mucho que ofrecer más que su calle central y un museo que cuenta la historia del «medio norte» de Suecia: cómo fue poblado, su importante rol en el comercio internacional de madera, y la flora y fauna del lugar. Dejaríamos la ciudad pasado el mediodía para dirigirnos al sur de la provincia de Gävleborg.

La provincia de Gävleborg se extiende a lo largo de gran parte de las costas de Suecia sobre el Golfo de Botnia. Nos llevó varias horas cruzarla desde que partimos de la Costa Alta, en la vecina provincia de Medelpad al norte y hasta que llegamos al próximo camping en las afueras de Gävle, junto al mar.
El cambio en el paisaje es evidente, dejando atrás las escarpadas costas de la Höga Kusten y los frondosos bosques que dieron lugar a campos cultivados, más urbanización, y colinas suaves en el horizonte. La tendencia continúa, con el paisaje volviéndoze cada vez más productivo conforme seguimos rumbo al sur.
No vimos ciudades interesantes ni otros puntos de interés a lo largo de la ruta E4 mientras nos dirigíamos al sur. No porque no los hubiera, sino porque queríamos llegar al camping relativamente temprano para disfrutar de la playa en lo que prometía ser el último día soleado del viaje. Fue un día de viaje directo y, por la tarde, de un merecido chapuzón en el Golfo de Botnia que, ya en el sur del mismo, se vuelve menos profundo y frío, en contraste con las heladas aguas en la Costa Alta… Bueno, sí, admito que el «merecido chapuzón» fue en realidad mojarme hasta la cintura… 😭


Día 8: Uppsala – Nyköping
Con las tormentas amenazando nuevamente, partimos del camping en las afueras de Gävle, junto al Báltico, en dirección a Uppsala. Se trata de una ciudad muy cercana a Estocolmo, que ha sido el centro eclesiástico de Suecia por casi 900 años. Su principal atractivo es la catedral más grande de Escandinavia, pero también su universidad (la más antigua de Escandinavia), castillo, y la ciudad vieja.
Uppsala se recorre fácil en pocas horas, a pie. Todo está cerca y la ciudad invita a caminarla. Los prolijos parques, impolutas callecitas empedradas, y las vidrieras de las librerías y cafés tradicionales le aportan algo que, sumado al ambiente jovial y académico que se siente por doquier, recuerda un poco a Cambridge.
Uno de los puntos más interesantes que visitar en Uppsala, en mi opinión, es Linnaeus Hammarby. Esta histórica residencia fue el hogar de Carl Linnaeus, un biólogo sueco a quien le debemos el uso de la nomenclatura binominal para identificar especies. Su legado es palpable en toda Uppsala, teniendo varios jardines botánicos y parques que lo honran. Visitamos la casa en una visita guiada en inglés que recomiendo mucho a quien le interesen las ciencias biológicas.
Por la tarde partimos de Uppsala en dirección a Nyköping, una ciudad promedio donde pasamos la noche en un camping frondoso junto a una calma bahía, a pasos de la reserva natural Örstigsnäs. Calma que nos vino muy bien tras haber pasado unas dos horas en embotellamientos a las afueras de la capital bajo la tormenta 😅


Día 9: Nyköping – Småland
La ruta hacia el sudoeste se vuelve aburrida, paisajísticamente al menos, conforme el terreno se aplana y quedan atrás las colinas y bosques. Pero vale la pena hacer un par de paradas en el camino. El día 9 fue un auténtico día de roadtrip, con paradas intermedias a lo largo de la ruta en puntos de interés identificados a lo largo del camino.
Primera parada: las ruinas de Brahehus. Un castillo medieval en ruinas del que solo quedan paredes de piedra y huecos que sirvieron de ventanas. Las vistas son bellas: el castillo está ubicado sobre lo alto de una colina con vistas al lago Vätten, uno de los más grandes de Escandinavia. En los alrededroes hay un parador con opciones donde comer y recargar energía para seguir la ruta. Nos vino bien en lo que se sentía como un auténtico día de invierno: gris, lluvioso y frío.


Bordeamos las afueras de Jönköping, una de las ciudades más grandes de Suecia e importante polo industrial del país, para continuar por la ruta E4 ya en tierras planas y algo monótonas pero ansioso por llegar a la segunda parada del recorrido: Småland.
Småland es una de las provincias del sur sueco, famosa por sus bosques de pinos, sus alces, y por ser el lugar de creación de dos de los productos más famosos de Suecia: el personaje infantil Pippi Langstrumpf y la cadena de muebles IKEA. Hay un parque temático y un museo dedicado a cada una, respectivamente.
Pero nuestra parada fue en Elinge Elk Park, en la localidad de Hamneda. Es uno de los tantos santuarios de alces que existen en esta región de Suecia, y se puede visitar todo el año para acercarse a estos hermosos animales alrededor de los cuales giran muchos aspectos del folklore y la cultura de la región. La mayoría se pueden recorrer por cuenta propia.

Día 10: Regreso desde Trelleborg
La noche del noveno día regresamos a Trelleborg justo a tiempo para aparcar en un estacionamiento junto al puerto. Nuestro ferry de regreso a Alemania partía por la mañana del día 10, dejándonos tiempo para caminar un poco por esta ciudad portuaria en busca de comida. Si el ferry hubiese partido por la tarde, el día 10 hubiese sido ideal para explorar un poco más de Skåne. Pero no es queja – al llegar al mediodía a Alemania logramos disfrutar de un auténtico día de verano en la orilla sur del Báltico, explorando Kühlungsborn 😎

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