A poco tiempo de empezado el otoño europeo, junto a unos amigos, decidimos aprovechar un domingo para hacer una escapada desde Berlín. Un tren nos llevó desde la capital hasta la ciudad de Cottbus, donde la sincronización alemana nos permitió combinar otro tren en tan solo 6 minutos. Este segundo tren nos llevaría hasta Görlitz, en el estado de Sajonia. Ahí, el paisaje cambia de los frondosos bosques de Brandeburgo a campos cultivados en colinas donde los aerogeneradores parecen ser los principales protagonistas.
Viajar a Görlitz desde Berlín demora unas 2:30 horas, recorriendo un poco más de 200km. Mi primera incursión en Sajonia y también en la ex Alemania Oriental (sin contar el Este de Berlín, claro). Görlitz es, de hecho, la ciudad más oriental de Alemania, a escasos kilómetros de donde las fronteras de Alemania, Polonia, y la República Checa se encuentran.
La historia registrada de la ciudad se remonta al siglo XI, cuando surge una aldea a ambas orillas del río Neisse. Con el pasar de los siglos, la aldea se convertiría en una ciudad que iría pasando por el control de distintos grupos eslavos, hasta terminar formando parte del Reino de Prusia. Crecería como centro cultural y de comercio al convertirse en una parada casi obligada en la ruta que conectaba Dresde con Varsovia. Finalmente comenzaría su declive, tras las Segunda Guerra Mundial.
CÓMO IR A GÖRLITZ EN TREN:
- La estación de trenes de Görlitz se comunica con Berlín y Dresde mediante trenes regionales. Pueden consultar más información sobre estos servicios en la página web de la VBB.
- Görlitz también está conectada vía tren con Wroclaw, en Polonia.
A diferencia de la mayoría de ciudades alemanas, Görlitz no quedó en ruinas tras la guerra. Por este motivo se la considera «una de las ciudades más lindas de Alemania». Aunque sus mejores años hayan quedado atrás, su patrimonio arquitectónico se mantiene y la convierte en un museo a cielo abierto. Sus edificios no denotan un estilo predominante, mas una mezcla de renacentista, barroco, gótico, y neoclásico que la vuelven diversa y colorida.
Sus plazas, calles y fachadas atraen no solo a turistas, sino también a directores y productores de cine. Görlitz fue y sigue siendo usada como escenario de múltiples producciones cinematográficas. Entre los films más reconocidos con partes grabadas aquí se encuentran Bastados sin gloria y El gran hotel Budapest. No es difícil entender por qué 😉
Conforme caminábamos sus antiguas calles adoquinadas, Görlitz nos mostraba sus colores y ornamentos. La ciudad empezó a cobrar vida más cerca del mediodía, copándose de turistas lentamente.
PASE TURÍSTICO DE GÖRLITZ
Existen un par de museos y edificios históricos que visitar en Görlitz. Una recomendación es comprar el pase turístico en la oficina de turismo que está en el Kulturhistorisches Museum. Tiene un costo de EUR 9,00 por persona y habilita al visitante a entrar, entre otras cosas, a ése museo, al mirador de la torre Reichenbach, la Residencia Ameiss y la biblioteca de ciencias.
Pueden consultar más información sobre las atracciones que ver en Görlitz en la página de turismo de la ciudad, en inglés.
La primera parada fue el Kulturhistorisches Museum, que te hace viajar en el tiempo hasta los orígenes de Görlitz, pasando por la oscura Edad Media, las distintas conquistas, y llegando al siglo XX con todos sus horrores. Al salir del museo, visitamos la torre Reichenbach que, con sus 50m, es la más alta de las tantas de la ciudad. Las vistas desde arriba valen la pena, pudiendo divisarse cúpulas, torres e iglesias. Un dato curioso es que, hasta 1904, en la torre vivía gente.
Cuando la Revolución Protestante llegó a Görlitz, la ciudad y sus alrededores se volvieron principalmente luteranas. El posterior control por parte de los suecos y del Sacro Imperio Romano Germánico, trajeron diversa influencia religiosa a la zona. Hoy en día se pueden ver templos por doquier: luteranos, evangélicos, y católicos. La más llamativa es la Peterskirche, junto al río. Incluso sobrevivió una antigua sinagoga.
Y hablando del río Neisse… Hasta la Segunda Guerra Mundial, Görlitz existía a ambos lados del río. En 1945, los nazis destruyeron los puentes que comunicaban ambas partes de la ciudad. Al redibujarse las fronteras tras la guerra, la ciudad al Oeste del río quedó en Alemania Oriental y la ciudad al Este del río quedó en Polonia y fue rebautizada Zgorzelec. Hoy se puede cruzar fácilmente entre ambas ciudades vía los puentes reconstruidos, sin hacer control fronterizo ni nada por el estilo. Maravillas del espacio Schengen. 😍
Cruzar al lado polaco vale la pena no solamente para tener las mejores vistas de Görlitz, sino también para comer. Polonia es parte de la Unión Europea pero no dela zona Euro. Usa su propia moneda, el Esloti. Al cambio, resulta mucho más conveniente comer en Zgorzelec que en Görlitz, así que eso mismo hicimos 😋 ¿Qué comer en Zgorzelec? Yo fui por los tradicionales Pierogi polacos.
De regreso en Görlitz seguimos caminando por sus callecitas reticuladas, llegando a la Residencia Ameiss. Se trata de una casa de estilo barroco que el mercante Johann Christian Ameiss construyó como residencia y oficina durante el temprano siglo XVIII. El señor Ameiss fue uno de los tantos mercantes que amasaron fortunas con el comercio de textiles en Görlitz, mercado que posicionó a la ciudad en el mapa del comercio europeo de la época y ayudó a que se convirtiera en una de las ciudades más importantes de Sajonia. Hoy, la casa es un museo que se puede visitar para conocer más sobre el período barroco en Görlitz.
Lo más impresionante es, sin embargo, la Biblioteca de Ciencias que está justo al lado y a la que se accede por el mismo museo. ¡Esta biblioteca resguarda ejemplares que se remontan hasta 900 años en el pasado! Lo más antiguo que se puede encontrar es un manuscrito del siglo XI, con textos de un historiador romano. Es un auténtico viaje en el tiempo que te hace sentir un poco en un mundo de fantasía, como si de la biblioteca de Hogwarts se tratase.
En Görlitz hay mucho para caminar y conocer. Todos los museos, torres, plazas e iglesias están cerca entre sí, así que no hay un itinerario recomendado ni nada por el estilo. Su encanto yace en caminar sin rumbo, sorprendiéndose con los detalles en los edificios, esculturas en los callejones, fuentes en las plazas y demás elementos. Como escapada donde ir cerca de Berlín sin gastar mucho dinero, es un plan ideal.
Si bien Görlitz perdió su esplendor y gloria tras los sucesos del siglo XX, es cierto que -en general- en la ciudad casi ni se ven cicatrices de aquellos tiempos. Claro que, aunque la arquitectura en Görlitz se preservó, hubo que darle una pulida de imagen para despojarla del tono gris, clásico legado del comunismo en Alemania Oriental, y hoy realmente parece un set de filmación. Otro dato curioso es que la mayoría de fondos para la restauración estética de la ciudad vinieron de un donante privado anónimo.
Si verdaderamente sea «la ciudad más linda de Alemania», no lo sé. Aún me falta muchísimo que recorrer en este país para llegar a tal conclusión, pero sí te voy a decir que es un lindo destino para conocer si buscas escapar de los circuitos turísticos tradicionales que hacer en Alemania.
Te dejo una galería con más fotos de Görlitz en Instagram 😉 ¡Buen viaje!
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