Mi viaje a Israel fue la excusa perfecta para visitar una de las ciudades más antiguas y significativas del mundo: Belén. A minutos de Jerusalén, la ciudad de Belén es una meca para los fieles cristianos por contener el lugar de nacimiento de Cristo, además de ser uno de los asentamientos humanos más antiguos del mundo. Belén queda al otro lado de las polémicas fronteras entre Israel y Palestina, y visitarla implica hacerse la pregunta ¿qué tan seguro es viajar a Palestina? – La respuesta corta es sí, es seguro viajar a Palestina. En este post te cuento cómo hacerlo, cuáles son los lugares turísticos, y por qué vale la pena visitar Palestina, al menos brevemente.
Desde que empecé a planificar el viaje a Israel, visitar Belén me resultó tentador. Independientemente de las creencias o no creencias de cada uno, visitar el lugar de nacimiento de Jesús, donde técnicamente empezó todo lo que durante siglos moldearía al mundo occidental, era una oportunidad que difícilmente fuera a dejar pasar. Me resultaba emocionante. A quien no le hizo mucha gracia fue a mi vieja, a miles de kilómetros, que se enteró de mis planes casualmente después de preguntar cómo iba todo en Tel Aviv.
Leí mucho antes de decidir visitar Palestina por un día y, eventualmente, opté por hacerlo con un tour a Belén desde Israel. Pero antes de entrar en detalles, es necesario entender un poco la situación.
¿Es seguro viajar a Palestina? Cisjordania y la Franja de Gaza
Los territorios bajo control de la Autoridad Palestina hoy en día son Cisjordania y la Franja de Gaza. Brevemente hablé sobre el conflicto entre Israel y Palestina en mi post anterior (Impresiones y consejos para viajar a Israel), así que te invito a leer más ahí. A propósito de aclarar si es seguro viajar a Palestina, hay que entender la diferencia entre ambas regiones.
Cisjordania, ubicada al Este de Israel y separada de Jordania por el Mar Muerto, es la porción más grande de Palestina, y la que concentra la mayoría de los puntos de interés. Está separada de Israel por una barrera fronteriza que alterna entre muros de hormigón que dividen a Jerusalén en un sector Oriental y uno Occidental, y simples vallas de metal. Hay controles fronterizos en los caminos que conectan las zonas controladas por Palestina y las controladas por Israel. La movilidad para los turistas no es un problema si viajan en un contingente habilitado. No obstante, viajeros que se desplacen por cuenta propia entre Israel y Palestina podrían ser sujetos a interrogatorios y control de documentos en los puestos fronterizos. Es posible que las autoridades suban a los buses turísticos a controlar pasaportes, aunque en mi experiencia esto no ocurrió. En general, visitar Cisjordania no supone un problema, ya que el turismo es una necesidad para la supervivencia de las comunidades locales.
La Franja de Gaza, ubicada al sudoeste de Israel en el límite con Egipto, es otra historia. Los viajes por turismo están desalentados, aunque existen un par de prestadores que ofrecen visitas por el día. Un amigo tuvo la oportunidad de visitar Gaza y lo recomienda totalmente, a quien le interese hacer un tipo de turismo distinto y «realista», por catalogarlo de alguna forma. La seguridad en Gaza es mucho menos fuerte que en Cisjordania. El terrorismo es la principal razón por la que se desalienta visitar la Franja de Gaza. Es ahí desde donde ocurren los lanzamientos de misiles a Israel y donde las fuerzas israelíes direccionan sus ataques en respuesta.
Ten en cuenta que para viajar a Israel como a Palestina, es probable que las autoridades te pidan demostrar que cuentas con un seguro de viaje.
Lugares turísticos en Palestina
Los principales puntos turísticos que visitar en Palestina son Belén, Jericó, y Hebrón. A todas estas ciudades se puede llegar en poco tiempo en taxi desde Jerusalén, si decidieras viajar por cuenta propia. Naturalmente, también hay gran oferta de tours desde Jerusalén y Tel Aviv a todos estos lugares.
Tour | Duración aprox. | Partida en Israel |
---|---|---|
Tour a Belén | Medio día | Jerusalén |
Tour combinado a Jerusalén y Belén | Día completo | Tel Aviv |
Tour combinado a Belén y Jericó | Día completo | Jerusalén o Tel Aviv |
Tour a Jericó | Día completo | Jerusalén o Tel Aviv |
Tour a Hebrón | Día completo | Jerusalén o Tel Aviv |
De Jericó había oído hablar. Se trata de la ciudad más antigua del mundo, donde los arqueólogos encontraron evidencia de asentamiento humano de hace once mil años. Los manantiales alrededor de la ciudad han atraído a la población humana durante miles de años. En la Biblia se habla de Jericó como la «ciudad de las palmeras» y es escenario principal de muchos textos bíblicos. Hoy es uno de los principales destinos de turismo religioso en Palestina.
Hebrón, por su parte, es la segunda mayor ciudad de Cisjordania y la segunda más sagrada del judaísmo, después de Jerusalén. Se ubica entre los montes de Judea y es famosa por su arquitectura mameluca, calles serpenteantes, y la Tumba de los Patriarcas bíblicos. Según la tradición, en esta ciudad están enterrados Abraham, Isaac, Jacobo y otros patriarcas y matriarcas bíblicos.
Visita a Belén en por el día
El cruce a Palestina desde Israel fue de lo más normal. El bus turístico apenas se detuvo en el control fronterizo, y la guía israelí que había partido con nosotros desde Tel Aviv dejó lugar a una guía palestina que se nos unió a los pocos minutos de ingresar al territorio palestino, en la ciudad de Beit-Jala.
Aunque nuestro ingreso a Palestina ocurrió por lo que podríamos llamar los «suburbios de Jerusalén», las diferencias son colosales y se manifiestan casi instantáneamente. Los edificios modernos residenciales y el trazado urbano de Jerusalén occidental parecen pertenecer a otro mundo, aunque nos hayamos alejado apenas unos kilómetros al otro lado de la frontera. El estado de los caminos, la infraestructura urbana, y los vehículos que circulan contrastan con la imagen de Israel. Del idioma no hace falta aclarar mucho, de este lado ya prácticamente no vemos letreros en hebreo.
Cristianismo en Palestina
La primera parada en nuestra visita a Palestina es el Campo de los Pastores, en Beit-Sahur. Se trata del lugar donde, según la tradición, el arcángel se presentó ante los pastores anunciando el nacimiento del Mesías. El lugar -sagrado para los cristianos- es prácticamente campo, pero existe una capilla y una pequeña gruta bajo esta, donde se celebran misas.
La guía nos cuenta que, en Palestina, menos del 2% de la población es cristiana. La mayoría de cristianos palestinos hoy reside en Israel o en otra parte del mundo. La creencia mayoritaria en Palestina es la musulmana. No obstante, en Belén, una ley estipula que quien ocupe el puesto de alcalde o alcaldesa debe tener creencias cristianas.
El llamado a oración musulmán interrumpe a la guía mientras nos cuenta los desafíos a los que se enfrentan los cristianos en Palestina. Ella menciona que, aunque la situación interna hoy es estable, el crecimiento de la influencia cultural islámica y el avance de Israel en ciertas regiones de Cisjordania en las últimas décadas han empujado a miles de cristianos palestinos a emigrar.
Los cristianos palestinos en Belén, nuestra siguiente parada, se dedican principalmente al turismo religioso. Los tours a Belén incluyen la visita a una cooperativa manejada por familias cristianas que se dedican a producir y comercializar artículos religiosos, desde las más modestas figurillas para el pesebre o imanes para la heladera hasta cruces de plata y oro.
Comprar en Palestina es fácil: como no tienen moneda oficial, en todos lados los precios se indican en euros, dólares, y shekels. Esto tanto en la cooperativa como en restaurantes y hasta kioscos. Ni hablar de los vendedores ambulantes, que parecen aceptar casi cualquier divisa y algunos hasta PayPal.
La Iglesia de la Natividad
En Belén, todos los caminos conducen a la Iglesia de la Natividad. Es el lugar donde, según la tradición, nació Jesús. Este templo es la principal razón por la cual miles de fieles visitan Belén. En el camino a la iglesia, recorrimos las serpenteantes callecitas de Belén en ascenso, pasando por incontables hoteles de todo tipo, la mayoría con nombres que hacen referencia a la Natividad.
La Iglesia de la Natividad, construida en el siglo IV, es considerada una de las iglesias más antiguas que aún se encuentra en su estado original. Desde hace más de 1700 años, cristianos de todo el mundo peregrinan a Belén para visitarla. La iglesia está construida mayoritariamente con madera de cedro, y su administración es compartida por la Iglesia ortodoxa, la Iglesia apostólica armenia y la Iglesia católica.
A la iglesia se accede por una puerta diminuta, pensada a propósito para que los visitantes se vean obligados a ingresar al templo haciendo una reverencia. Aunque se trata de un gran templo, su estado está muy lejos de lo ostentoso y monumental que puede verse, por ejemplo, en el Vaticano. La iglesia huele a madera, la pintura está descascarada, y el arte en su interior luce deteriorado. Pero los fieles la visitan por su significado, no por otra cosa.
Bajo su suelo milenario se encuentra el lugar donde habría estado el pesebre que vio nacer al hijo de Dios. En su lugar, se encuentra emplazada en la piedra una estrella de Belén, de plata, que invita a los fieles a la bendición. La gente acude con todo tipo de objetos pequeños para bendecir (increíblemente, no hay control de seguridad antes de ingresar al templo) y, aunque uno no sea creyente, se siente una energía peculiar en el lugar. Es que creyentes o no, para quienes crecimos en culturas occidentales influenciadas por el cristianismo en mayor o menor medida, el lugar no se siente como cualquier otra iglesia.
¿Vale la pena visitar Palestina?
Aunque es poco lo que se puede ver en un tour de un día desde Israel, yo considero que sí vale la pena visitar Palestina, aunque sea para pasar unas pocas horas en Belén. Es enriquecedor ver cómo es al otro lado de las vallas que separan a Israel y Palestina, escuchar a la gente de ambos lados hablar del conflicto, y ni hablar del simbolismo y el impacto del lugar.
Cabe destacar que en ningún momento de la visita debimos tener cuidados especiales ni nada por el estilo. Sí, cuidar tus pertenencias de los carteristas y no andar muy distraídos por la calle, como en cualquier lado. Pero, al menos Belén, es un lugar seguro para el turismo, y debe serlo ya que necesitan del turismo para subsistir. Dicho fácil: a nadie le conviene que pase algo malo.
Ojalá que algún día no tengamos que googlear cosas como «¿es seguro viajar a Palestina?» y que el conflicto alimentado por unos pocos ya no exista ni impacte en las vidas de millones. Hasta entonces, yo creo que lo mejor que podemos hacer es viajar y tratar de ver un poco más de cerca (aunque sea brevemente) cómo son las cosas, escuchar y aprender de la gente local, y cambiar un poco la imagen preformada sobre lugares en los que nunca antes habíamos estado.
¡Buen viaje!
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