Visitar Los Antiguos es viajar a un pueblito muy pequeño, al noroeste de Santa Cruz junto a la frontera con Chile. Sus habitantes se dedican, principalmente, a la producción de cerezas y otras frutas finas. Mi tío solía decir que «Los Antiguos es un pueblo de primera… si pasás en segunda, no lo ves», pero a mí me dio la impresión de que este recóndito lugar de Argentina, poco a poco, va despegándose de esa definición. El Turismo en Los Antiguos está en aumento. Pasé 3 días en este pueblo caminando bajo el sol, recorriendo la estepa patagónica, contemplando arte rupestre del año 7000 a.C., caminando entre paredes de piedra y tierra de colores, tomando mates con nuevos amigos, y comiendo cerezas hasta el empacho.
Llegué a Los Antiguos desde El Chaltén. Es un viaje en bus que recorre los 683 km de ruta que conectan a ambos pueblos (casi todos pavimentados excepto un tramo de la Ruta 40) y, tras unas 12 horas de viaje, arribé a la «capital nacional de la cereza» por la mañana. ¿Por qué elegí visitar Los Antiguos? Estos fueron los motivos:
VISITAR LA CUEVA DE LAS MANOS
Esta es una de las atracciones turísticas más conocidas de Santa Cruz, pero también una de las más incómodas para llegar. Si no se cuenta con vehículo propio, hay que contratar una excursión a la Cueva de las Manos. Este fue el principal motivo por el cual elegí viajar a Los Antiguos durante mi viaje a la Patagonia Sur. Quería ver esas pinturas. ¡Y no me fui decepcionado!
La Cueva de las Manos es Patrimonio de la Humanidad desde hace ya varios años. Las pinturas rupestres más antiguas que ahí se encuentran se remontan hasta 9000 años atrás, y es increíble cómo lograron preservarse hasta nuestros días. Fueron hechas por pueblos nómades que recorrían el cañadón del Río Pinturas e inmortalizaban no solo sus manos sino también ceremonias y escenas de cacería en las paredes de piedra. Y no, contrario a lo que uno piensa inicialmente, las pinturas no fueron recreadas ni recuperadas: se preservaron gracias a su ubicación bajo la roca y al clima de la región. Es decir que todo lo que se ve es original, y eso te vuela la cabeza.
Fue fascinante pararse frente a ese testimonio de la historia e imaginar la vida de aquellos pueblos que subsistían cazando guanacos y refugiándose del frío en cuevas como aquella. Visitar la Cueva de las Manos es viajar en el tiempo. Además, el paisaje que envuelve a la cueva es digno de inmortalizar en fotos: el Cañadón del Río Pinturas es alucinante.
- Se ofrecen dos opciones para visitar la Cueva de las Manos desde Los Antiguos con excursión: una corta que solo lleva a la cueva, y una más larga que incluye visitar a las salinas del cañadón del Río Pinturas y a una zona denominada «tierra de colores», cuyo nombre deja poco a la imaginación pero les garantizo que no se imaginan lo grandioso que es ese paisaje. Sigan leyendo para saber más sobre esos lugares 😉
- La excursión larga tiene un costo aproximado de USD 60 y vale cada centavo.
VISITAR LAS CAVERNAS DE MÁRMOL, EN CHILE
Los Antiguos se ubica junto al Lago Buenos Aires, enorme cuerpo de agua que compartimos con Chile. Ellos lo llaman Lago General Carrera y tienen su propia localidad fronteriza sobre el lago: Chile Chico. Por unos USD 5 se puede ir de Los Antiguos a Chile Chico en servicios de buses regulares que parten a diario desde la terminal de ómnibus. El lago alberga, del lado chileno, un santuario natural denominado «capilla de mármol», «catedral de mármol», o «cavernas de mármol» dependiendo a quién le preguntes.
Se puede ir a cavernas de mármol desde Los Antiguos. Es una excursión de día completo brindada por dos prestadoras de servicios turísticos que ofrecen el tour (que dura todo el día): Chelenco Tours y Zoyen Turismo. Las dos tienen más o menos el mismo precio para la excursión a capillas de mármol desde Los Antiguos, que ronda los USD 120 por persona.
La excursión también puede hacerse desde Chile Chico por menos dinero (ya que no hay que pagar tasas internacionales ni tampoco perder tiempo en Aduana). Si tienen tiempo, mi recomendación será alojarse una noche en Chile Chico para visitar el santuario natural desde el lado chileno.
- La excursión a cavernas de mármol está sujeta a condiciones meteorológicas. En días de viento fuerte (que es muy común en la zona) no suele hacerse la navegación al santuario natural. Asesórense bien sobre este tema con la agencia de turismo que elijan.
Durante mi estadía en Los Antiguos el viento fue muy, muy intenso. Desistí de hacer el tour a capillas de mármol desde Argentina y será una cuenta pendiente para el día en que recorra la Carretera Austral ♥
CONOCER OTRA CARA DE LA PATAGONIA
La Patagonia alrededor de Los Antiguos es muy diferente a la que encontramos en rincones más conocidos de esta región como Bariloche, El Chaltén, o Ushuaia. En Los Antiguos no hay montañas con bosques, ni ríos correntosos, ni lagos que transmiten paz con su calma. Es más, el Lago Buenos Aires casi que parece un mar por su oleaje y color azul intenso, y no es por nada que se haya cobrado las vidas de muchos aquellos que se animaron a sus aguas. Una de sus víctimas fue el famoso Douglas Tompkins, a quien le debemos mucho en materia de preservación de ecosistemas y creación de áreas protegidas.
Acá la Patagonia es una mezcla de colores, mesetas, cañadones, salinas, y hermosa fauna que hay que ver para creer. La infraestructura todavía es poca, pero de a poco se está adaptando al potencial turístico de la zona. Uno de los lugares donde descubrir esta cara de la Patagonia es el convenientemente denominado Parque Nacional Patagonia, uno de los más jóvenes del país. Este preserva los alrededores de la Meseta del Lago Buenos Aires, una formación imponente que se ve desde la ruta de acceso a Los Antiguos y bajo la cual se encuentra una importante reserva hídrica.
- Desde 2018 hay un proyecto para crear un parque binacional en conjunto con Chile. De concretarse, los «Parque Nacional Patagonia» de ambos países se fusionarían en un área protegida conjunta.
La forma más fácil de visitar el Parque Nacional Patagonia desde Los Antiguos es conducir 19km hacia el Este por la RN 43 llegando hasta el Portal La Ascención. Desde esta zona parten distintos senderos de diferentes dificultades para conocer la zona costera del Lago Buenos Aires, los pastizales de la estepa, y la gran Meseta del Lago Buenos Aires. Lo más interesante y digno de remarcar sobre esta zona es que la Fundación Flora y Fauna Argentina adquirió la Estancia La Ascensión para incorporarla al Parque Nacional Patagonia. Todos los esfuerzos de conservación de la zona se lograron (y se siguen logrando) gracias a fundaciones y proteccionistas, como el mismísimo matrimonio Tompkins.
- Más información sobre La Ascensión y el Parque Nacional Patagonia en este enlace.
DELEITARSE CON «TIERRA DE COLORES»
Así denominaron a un sector de la estepa patagónica santacruceña donde resaltan llamativos colores entre el manto gris que domina el paisaje. Se puede visitar durante el mismo tour a Cueva de las Manos (asesórense en las prestadoras de turismo del pueblo).
Esta locura de paisaje está escondida a pocos metros de la Ruta 40 entre Bajo Caracoles y Perito Moreno (localidad petrolera que nada tiene que ver con el glaciar). Queda dentro de los límites del Parque Nacional Patagonia pero pasa completamente desapercibido al circular por la mítica ruta, salvo que el conductor conozca la ubicación de una rotura en la tranquera que permite el acceso al sendero natural.
Según nos comentó el guía, toda la zona está siendo puesta en valor para recibir al turismo. Está proyectada la construcción de senderos, puntos de acampe, y sectores de servicios dentro del parque nacional para facilitar la movilidad y acercar esta maravilla de paisaje a los turistas. Hasta que eso se concrete, a «Tierra de Colores» se llega con un guía.
PROBAR LAS MEJORES CEREZAS DE ARGENTINA
No digo «del mundo» porque me falta viajar mucho aún, pero puedo afirmar que no por nada Los Antiguos se jacta de ser «la capital nacional de la cereza».
En el pueblo y alrededores hay chacras de productores que se pueden visitar para conocer el proceso de cultivo de cerezas, elaboración de productos, y degustar frutas finas en todas sus formas. A la fecha hay al menos 15 chacras que reciben visitantes, y también una granja educativa y ecológica donde aprender, didácticamente, sobre permacultura, construcción ecológica, cultivos, plantas y otras cosas relacionadas con el estilo de vida sustentable.
Volviendo a las cerezas, ¡el kilo se consigue por menos de USD 2! No niego ni afirmo haberme empachado de enormes y jugosas cerezas durante mi viaje a Los Antiguos…
DISFRUTAR LA SOLEDAD (si el viento lo permite)
Visitar Los Antiguos es viajar a un pueblito tranquilo, sin un trazado urbano bien definido, donde el estilo de vida ni se asemeja al de otras localidades turísticas de la Patagonia. Los Antiguos es diferente; reina la paz e invita a disfrutar la soledad. A la hora de la siesta, el único sonido que se oía era el de mis pasos, el rugir del viento, y el escurrir del agua que circulaba por las acequias.
El «centro» es, literalmente, tres cuadras, y tampoco hay muchos hoteles ni hostels para elegir. El pueblo recién está empezando a explotar su potencial turístico y dándose a conocer como destino. Creo que ahí radica parte de su encanto: es un lugar con una geografía diferente, aislado y recóndito, que se puede disfrutar en paz, sin hordas de viajeros copándolo todo, sin comerciantes que abusen de los turistas con sus precios. Es como si todo se moviese a un ritmo más real y en sintonía con la región.
Otra de las cosas que hacer en Los Antiguos es subir a sus varios miradores. Se accede a ellos fácilmente desde cualquier parte del pueblo (a pie o en vehículo) y son la mejor forma de dimensionar la geografía que marca el estilo de vida en estas latitudes. Desde lo alto se ven los techos de chapa de las casas brillando entre el verde de los álamos que protegen a las chacras del intenso viento, y con el Lago Buenos Aires en su azulado esplendor detrás.
¿Te dieron ganas de visitar Los Antiguos?
En Los Antiguos o vas a encontrar hoteles ni resorts, apenas hay complejos de cabañas. Los hostels también son escasos. Entonces, ¿vale la pena viajar a Los Antiguos? Yo digo que sí. Hay una mística interesante en conocer un lugar antes de que se vuelva popular, y tengo fe de que, en unos años, lo será.
El Calafate es una fachada muy cara que lejos refleja la vida patagónica, El Chaltén está repleto de gente durante la temporada alta. No niego que ambos son hermosos (y ni vamos a discutir sus atractivos contra los de Los Antiguos porque no son comparables) pero Los Antiguos me dejó ver el verdadero estilo de vida de pueblo patagónico, la otra cara de la Pataonia. El potencial turístico es enorme, y ojalá sepan explotarlo generar trabajo y permitirle a más personas conocer esta desconocido lugar de Argentina sin perder ese estilo de vida en sintonía con la Naturaleza que lo rodea.
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