Guía de viaje al noroeste argentino en auto: Salta y Jujuy en 7 dias

Itinerario: 7 días en el noroeste argentino en auto

Nuestro itinerario de viaje de 7 dias por Salta y Jujuy fue el siguiente:

Alquiler de auto

Rentamos un sedan por 6 días por el equivalente a USD 290 en el aeropuerto internacional de Salta, con devolución en el mismo punto ya que luego seguimos viaje a Iguazú desde Salta. Esta era una de las opciones más económicas de alquiler de auto. Opciones más costosas eran vehículos 4×4, necesarios para hacer algunos de los tramos de la ruta 40 que nosotros no pensábamos hacer por falta de tiempo. Este era un viaje corto para conocer los principales puntos de Salta y Jujuy, pero definitivamente habrá que regresar para explorar más allá del circuito tradicional.

Estado de rutas

En general, todas las rutas recorridas en este viaje son rutas pavimentadas, con algunas excepciones. En esta tabla detallo el estado de las mismas:

Seguridad en ruta

La agencia de alquiler de autos nos advirtió que el servicio de asistencia en caso de necesitarlo sólo cubre las rutas principales de esta ruta. Este es un dato no menor considerando que en algunos de los tramos realizados no hay señal de teléfono para solicitar asistencia y que uno depende de los puestos de SOS al costado de la ruta en caso de emergencia.

El tramo de la RN 40 entre Cafayate y Cachi está desaconsejado para hacer un vehículo común, pero no es imposible. Tan solo hay que mantener una baja velocidad (tardamos unas 4 horas en recorrer los 158km entre ambas localidades).

El tramo de la RN 40 entre Cachi y San Antonio de los Cobres está completamente fuera del área de asistencia y no es posible de realizar sin un vehículo 4×4. Lo mismo aplica al tramo entre San Antonio de los Cobres y La Quiaca.

Recuerden llevar mucha agua para beber en ruta y hojas de coca para evitar el apunamiento en los tramos de altura. Los tramos de mayor altitud son:

• Cuesta del Obispo (RP 33): 3330 msnm aproximadamente.
• Cuesta de Lipan (RN 52): 4200 msnm aproximadamente.
• El Hornocal (RP 73): 4340 msnm aproximadamente.

Alojamiento en el noroeste argentino – Salta y Jujuy en 7 dias

Nos alojamos en cabañas y hosterías:

• 1 noche en Cafayate: Cafayate es pequeña y todo queda cerca, así que la zona donde alojarse da igual. Hay mucho turismo y gran oferta de alojamientos, desde hostales hasta elegantes hoteles con bodega. Nos alojamos en la hostería Mamaku Huasi, y puedo recomendar por los precios bajos y la buena atención. Acá pueden consultar toda la oferta de alojamiento en Cafayate.
• 1 noche en Cachi: Cachi fue más difícil porque no hay tanta oferta de alojamiento. Conseguimos unas cabañas a buen precio que también puedo recomendar: Cabañas Los Molles.
• 3 noches en Tilcara: Tilcara es el punto estratégico desde donde recorrer la Quebrada de Humahuaca. Entre Purmamarca y Humahuaca, Tilcara es la más grande de las tres, con mayor cantidad de restaurantes, bares, tiendas, hostels y hoteles de toda categoría. Es la mejor opción donde parar en Jujuy durante un viaje por el noroeste argentino en auto (y también si no cuentan con movilidad). En este enlace pueden ver todas las opciones de alojamiento en Tilcara.
• 1 noche en Salta Capital: acá no hace falta buscar mucho. Mientras estés cerca de la plaza principal, la ubicación será buena. Como en toda capital, hay opciones para todos los gustos y bolsillos. Pueden ver todas las opciones donde dormir en Salta en este enlace.

Dia 1: de Salta a Cafayate por la Quebrada de Las Conchas

La ruta 68 es una de las rutas más lindas de Argentina en su tramo entre la localidad de Alemania y Cafayate. Viniendo desde Salta, la primera parada que hicimos fue el pueblito ferroviario de Alemania que, como todo pueblito ferroviario del norte, hoy es casi un pueblo fantasma. El mercado artesanal y la tranquilidad del paraje hacen que valga la pena antes de seguir rumbo al sur.

Y rumbo sur es cuando lo más impresionante empieza. A los pocos minutos, montañas de colores, la geografía de la quebrada, y el arte natural producto de millones de años de erosión deleitan a cualquiera. M no lo podía creer. Sus exclamaciones de asombro y sorpresa en cada curva me llenaban el alma.

Lo mejor de recorrer la ruta 68 por la Quebrada de Cafayate es que todo es gratis. Las paradas están al costado de la ruta, donde se puede dejar el auto y empezar a caminar. En algunos rincones, como La Yesera, los caminos son largos e inhóspitos (y definitivamente les recomiendo La Yesera, aunque no sea de los puntos más famosos que ver en Cafayate). Esta ruta esconde, a simple vista, algunos de los paisajes más impresionantes que ver en el noroeste argentino. Simplemente imperdible.

Ya en la ciudad de Cafayate, lo ideal fue descansar. Aunque chica, cuenta con todos los servicios y muchas actividades que hacer: desde visitar el Museo del Vino hasta disfrutar de las piscinas públicas y visitar viñedos, Cafayate es, por lejos, de los imprescindibles que visitar en el noroeste argentino. Si cuentan con tiempo, vale la pena hacerse una escapada a la vecina Tucumán y visitar las Ruinas de Quilmes, a más o menos una hora.

Día 2: ruta 40 de Cafayate a Cachi

Aprovechamos la fresca mañana para visitar viñedos y degustar el famoso vino salteño. Con un almuerzo de USD 20 (entrada, plato principal, degustación de vino y postre) en una de las bodegas más antiguas de Salta, M siguió enamorándose del noroeste.

Por la tarde partimos rumbo norte, por la mítica ruta 40. Debo decir que era el tramo que más ansiedad me generaba. Como dije antes, hay que hacerlo lento y con cuidado. Pero valió absolutamente la pena.

Paradas obligadas en el trayecto son el pueblo de San Carlos, el más antiguo de Salta, el diminuto pueblo de Molinos, y la impresionante Quebrada de las Flechas.

Nos demoramos un poco más de 4 horas en recorrer los 158km que separan a ambas localidades. A noviembre de 2022 parte de la ruta al sur de Cachi estaba en proceso de pavimentación (tramo Molinos – Seclantás) y era necesario desviarse por caminos rurales en incluso peor estado, que ni aparecían marcados en el mapa, así que procuren agarrar la ruta con tiempo.

La noche en Cachi nos recibió como el noroeste argentino manda: con noches frescas, empanadas fritas, y mucha música en las calles. Nuestra recomendación donde comer en Cachi: El Bistró de Cachi.

Día 3: de Cachi a Tilcara por Parque Nacional Los Cardones

Antes de tomar la ruta, disfrutamos la mañana en Cachi. En el pueblo no hay mucho; es más bien un lugar de paso. Pero sucedía que el pueblo era sede de un evento provincial de primeras infancias, y alumnos de escuelas primarias de la región hacían actividades en la plaza principal. Sonaba el himno, la marcha de Malvinas, y hablaban las maestras. Yo, que hacía año y medio no escuchaba el himno, emocionado. M registrando todo con el celular, fascinada. Hay algo en la simpleza del norte que es simplemente emotivo.

Pero este día nos esperaba un largo camino hasta Tilcara, por lo que no nos quedamos mucho. Rumbo al este partimos por la ruta provincial 33 y, en pocos minutos, nos encontramos en la entrada del Parque Nacional Los Cardones.

Visitar el Parque Nacional Los Cardones es fácil en auto. A lo largo de la ruta hay paradores desde donde cortos senderos llevan a miradores. Los circuitos son autoguiados, pero también pueden contratar los servicios de un guía que los lleve a los lugares más recónditos del parque nacional. ¿Los protagonistas? Los cardones: jóvenes, viejos, y ya convertidos en madera. Presten especial atención en el tramo de la Recta del Tintin (otro ícono del noroeste argentino), que atraviesa este cardonal, el más grande de Sudamérica y con esta especie de cardones que es única en Argentina.

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Lo más impresionante del camino, además de las dimensiones de los cardones centenarios, es la Cuesta del Obispo. Este punto, a 3.330 msnm marca la separación entre el desierto y las yungas. Al cruzarlo, el camino empieza a descender, y continuará descendiendo hasta encontrarse con la ruta nacional 68. Es un paisaje impresionante de yungas y caminos de cornisa que recuerdan a la ruta que conduce a Tafí del Valle desde Famaillá. Generalmente asociamos al noroeste argentino con llamas, cardones, y cerros de colores, pero gran parte de la región es, en realidad, selva. Recomiendo parar cada tanto para apreciar cómo el río Escoipe escurre entre las montañas tapadas de verde, con ocasionales manchas de tierra y piedra rojiza.

“¡¿Pero cómo puede ser?!” decía M. “¡Hace 15 minutos estábamos en el desierto!”

“Bienvenida a Argentina, amiga”.

Desvío por General Güemes camino a Jujuy

Aunque el camino sea más largo, la forma más rápida de llegar a Jujuy es por la autovía que bypassea la zona de Salta Capital y conduce a General Güemes. Ese fue el camino que tomamos, saliendo luego a San Salvador de Jujuy y retomando ahí la ruta 9 rumbo al norte. Pero no se confíen, porque a noviembre había tramos de ruta cerrados por obras y harto tráfico de camiones.

Yo hubiese preferido aprovechar y seguir el viaje por el noroeste argentino en auto por la ruta escénica, la vieja ruta 9 entre Salta y San Salvador de Jujuy, pero nos recomendaron no hacerlo: la ruta no parece estar en buenas condiciones y, a pesar de eso, tiene mucho tráfico de camiones.

Finalmente llegamos a Tilcara, después de embotellamientos, controles policiales donde no terminé de entender si me estaban pidiendo coima o no (¡recuerden llevar las luces altas!), y baños de estaciones de servicio que a M le hicieron replantearse sus decisiones de vida. Tilcara es pequeña, pero aún así es de las ciudades más importantes del noroeste argentino. Entre Humahuaca y Purmamarca, Tilcara es la que mayor oferta de alojamiento y servicios tiene. La noche en Tilcara es ideal para familias, amigos, y solteros: hay fiesta y, en especial, peñas en todos lados. Pero eso lo veríamos los días siguientes.

Día 4: Purmamarca y Salinas Grandes

Temprano partimos de Tilcara, esta vez en un viaje corto de pocos minutos. En Purmamarca, la postal típica del noroeste argentino: el Cerro de los Siete Colores, el mercado artesanal, y el Paseo de los Colorados.

Purmamarca se puede visitar por la mañana. Sus atracciones están todas cercas y es fácil ir caminando de una a otra. Es super turístico, y no cuesta encontrar donde comer, disfrutar una cerveza helada, ni mucho menos donde comprar ropa típica, productos regionales, y artesanías.

Después del almorzar (liviano), seguimos ruta rumbo al Oeste por la ruta 52 (que conduce a Chile y no puedo no recomendarles extender su viaje por el altiplano hasta San Pedro de Atacama). Es un camino en ascenso, hasta superar los 4100msnm. La Cuesta de Lipán nos recibió con vistas magníficas y la inolvidable primera experiencia de M con las hojas de coca (que compran en cualquier mercado) y el apunamiento. Eso también es viajar por el noroeste argentino en auto 😁

No era mi primera vez en altura, pero reconectar con ella fue… digamos… un desafío 😅 Sirve tener los siguientes cuidados: desayunar o almorzar liviano, evitar el alcohol, hacer las paradas que sean necesarias al sentir mareo, beber mucha agua, tener un paquete de sal a mano (si suelen padecer de presión baja, no alta), no correr, hacer ascensos graduales (no subas por el desnivel más grande para acortar camino) y, por supuesto, la protagonista de cualquier viaje a la Puna: las hojas de coca (que son un asco, pero sirve mascarlas).

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Al pasar la Cuesta de Lipán, el camino desciende unos 1000 metros en altitud, llegando al mar blanco que son las Salinas Grandes: uno de los salares más grandes del continente.

Para visitar las Salinas Grandes, lo más fácil es hacerlo desde Purmamarca, por Ruta 52 como hicimos nosotros. Alternativamente, hay tours que salen desde Tilcara, Humahuaca, o San Salvador de Jujuy. Si van en auto, se debe abonar un ingreso por vehículo (aprox USD 3 a la fecha) y se sigue a un guía por el camino en medio de la nada.

Los guías te llevan a los distintos pozos y ojos de agua del salar, te cuentan cómo se formó este salar, cómo lo explotan cooperativas locales, y toman las fotos más originales 😁 El recorrido cambia según la época del año y las condiciones meteorológicas del lugar. De noviembre a marzo (la época de lluvias), hay chances de no poder visitar el salar si está con agua, así que conviene asesorarse en algún pueblo antes. 

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Día 5: Humahuaca y El Hornocal

Un viaje al noroeste argentino en auto no estaría completo sin visitar Humahuaca. Esta localidad también queda muy cerca de Tilcara, y se llega en cuestión de minutos.

Humahuaca es una ciudad más grande que Purmamarca, famosa por el Monumento a los Héroes de la Independencia, sus mercados artesanales, y el Cerro de los Catorce Colores (el Hornocal). Ese fue el principal motivo que nos trajo a Humahuaca.

Lamentablemente, llegamos justo cuando el humo de los incendios que azotaron a Salta y Jujuy en la primavera de 2022 alcanzó la quebrada de Humahuaca y no pudimos disfrutarlo en todo su esplendor. Pero acá les van unos consejos: el camino al Hornocal es de ripio, en ascenso, y de cornisa. Hay que tener muchísimo cuidado, pero se puede hacer en un sedán. Una vez arriba, se paga un pequeño bono a la comunidad quom para ingresar al área protegida del mirador. No hay servicios ni nada por el estilo, así que procuren llevar mucha agua consigo. Ojalá puedan disfrutarlo más que nosotros 😅

Si cuentan con más días para disfrutar el noroeste argentino en auto, puede valer la pena pasar una noche en Humahuaca para, desde ahí, hacer el camino a Iruya. Este sí que no se recomienda hacer en auto particular, mas contratando una excursión (hay tours que parten de Tilcara también). A nosotros nos quedó pendiente, pero definitivamente para la próxima 😉

Humahuaca y alrededores merecen un día para recorrer. Querrás ver los mercados y comer los platos típicos en el centro, pero hay mucho más que ver en Humahuaca más allá del Hornocal. La ciudad aloja dos pequeños museos de arqueología e historia. También hay empresas privadas que ofrecen tours a rincones recónditos de la provincia de Jujuy, pasando Abra Pampa y camino a La Quiaca: Cusí Cusí y la Laguna de los Pozuelos, por ejemplo.

Nosotros nos regresamos a Tilcara por la tarde, pensando en esas joyas escondidas que nos quedarán pendientes para el próximo viaje al noroeste argentino. Pero si ustedes visitan alguna de ellas, me cuentan 🙂

Día 6: Pucará de Tilcara y regreso a Salta

Pasábamos las noches en Tilcara, siempre con buena comida y ambiente. Es que Tilcara es realmente EL LUGAR que visitar en el noroeste argentino. La energía es increíble, muy jovial, pero también dando espacio a lo familiar.

Tengo dos lugares para recomendarles donde comer en Tilcara. El primero, uno de los mejores restaurantes de comida tradicional donde haya cenado: El Nuevo Progreso – un poco caro, sí, pero lo vale – y La Peña de Rolito – este es un típico restaurante de precios accesibles, comida ok, pero donde se arman las mejores peñas de Tilcara. Fue hermoso volver a reconectar con esa parte de la cultura de mi país y, más aún, compartir el momento con M. Ella estaba impresionada y, para cuando se armó el baile y terminamos literalmente bailando en la cocina, lo definió como «una de las fiestas más divertidas de su vida». ¿Yo? Orgulloso.

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En Tilcara no pueden dejar de visitar el famoso Pucará de Tilcara. Las ruinas del pucará, desde donde los tilcaras se defendían de los ataques a su pueblo, se pueden visitar libremente (se cobra un acceso mínimo, de $200 a diciembre 2022). Los pucarás no solo tenían fines defensivos sino también sociales y religiosos. Desde esa altura, los tilcaras controlaban los campos de cultivo y las viviendas de los campesinos en los terrenos bajos, junto a los ríos que confluyen en Tilcara. Al llegar, los visitantes recibimos un mapa que indica qué era cada cosa. En el pucará se identifican varios barrios de viviendas, corrales, un cementerio y un lugar para ceremonias religiosas, entre otros espacios. Hoy es un vestigio de lo que fueron las poblaciones prehispánicas en el noroeste argentino, y uno de los lugares mejor preservados (o recuperados) de la Puna.

Otros lugares que visitar en Tilcara son el mercado municipal, el jardín botánico de altura, el museo arqueológico, y los senderos a la Laguna Colorada, la Garganta del Diablo (no confundirla con la de Salta), y las Cuevas de Wayra. La oferta de prestadores de servicios turísticos es más grande que en Purmamarca o Humahuaca, y desde Tilcara es fácil contratar excursiones a los lugares más lindos que visitar en el noroeste argentino. Particularmente si no viajaran al noroeste en auto, Tilcara es la mejor opción desde donde recorrer Jujuy mediante tours.

Nuestro viaje en auto al noroeste argentino iba llegando a su fin, y debíamos devolver el auto en Salta. Emprendimos regreso a la capital salteña, donde llegamos al cabo de unas horas. Ahí nos recibió aún más humo de los incendios y un calor un tanto agobiante, pero que no nos impidió caminar por la ciudad.

Vale destacar que hay muchos rincones no tan conocidos del noroeste argentino a los cuales desviarse del camino entre Jujuy y Salta. Por ejemplo las Termas de Reyes o el Parque Nacional Calilegua (este último implicaría añadir un día al itinerario), en la zona de yungas jujeñas. Cerca de Salta Capital, el Dique Cabra Corral es de los rincones más visitados, pero también luce interesante la Quebrada de San Lorenzo, también con yungas, ríos y cascadas. En parte por los incendios y, en parte, por la falta de tiempo, decidimos quedarnos en la ciudad la noche del sexto día, ya habiendo devuelto el auto, y recorrer el casco urbano la mañana del día 7.

Día 7: Salta Capital

La capital salteña es una ciudad grande pero su casco histórico hace que valga la pena visitarla. Todo se centra en los alrededores de la Plaza 9 de Julio, donde recomiendo que se alojen.

Los imprescindibles que ver en Salta Capital son, además de la plaza, el Cabildo de Salta, la Basílica, la super fotogénica Iglesia de San Francisco y, por lejos, el Museo de Arqueología de Alta Montaña (MAAM). Quizá uno de los mejores y más interesantes museos del país, presenta el trabajo de los arqueólogos en los Andes de una manera didáctica y entretenida. El MAAM expone muchos elementos de las culturas precolombinas de esta región de Sudamérica, pero es más famoso por las momias de Llullaillaco. Les garantizo que no se olvidarán de esta visita.

El Parque San Martín y, obviamente, el Cerro San Bernardo son otros de los lugares que visitar en Salta Capital. El Cerro San Bernardo es un parque urbano ubicado en la ladera del cerro homónimo, al que se puede subir a pie, en auto, o en teleférico. Ofrece vistas de toda la ciudad que, naturalmente, no pudimos apreciar por el humo. Excusa para regresar a Salta 😉

Aquella tarde dejamos el noroeste argentino para seguir rumbo a otra de las maravillas de Argentina: las Cataratas del Iguazú – y sí, se puede volar directamente a Puerto Iguazú desde Salta. Toda la info sobre este destino se las dejo en este post.