Impresiones y consejos para viajar a Israel

En marzo viajé a Israel con la excusa de asistir a una boda en las afueras de Tel Aviv. No podía no aprovechar a recorrer un poco este país, tan lejano a todo todo lo que conocía hasta recién. Por restricciones de tiempo (y presupuestarias 😅) decidí aprovechar a recorrer un poco de Israel en 5 días (que ya te digo, no alcanzan para conocer este país por más pequeño que sea). En este post te cuento mis impresiones al moverme por estas tierras bíblicas y consejos para viajar a Israel.

Consejos para viajar a Israel – Contenido del post:

1. El ¿mito? sobre entrar y salir de Israel
2. Israel no sella pasaportes
3. Transporte público en Israel
4. Tel Aviv
5. ¿Qué tan caro es viajar a Israel?
6. Jerusalén
7. El eterno conflicto Israel-Palestina
8. ¿Es seguro viajar a Israel?
9. La geografía de Israel

El ¿mito? sobre entrar y salir de Israel

Lo que más me preocupaba acerca de viajar a Israel eran las distintas versiones sobre los controles de seguridad tanto al entrar como al dejar el país. Había oído de colegas del trabajo sobre intensos controles, preguntas sobre tus intenciones en el país, sobre lo que hayas hecho durante tu estadía, y hasta historias sobre el personal aeroportuario categorizando a los pasajeros según si nivel de «sospechosos». Mi experiencia fue casi normal. Ocurrieron tan solo dos situaciones extraordinarias:

Antes de abordar el vuelo a Tel Aviv en Berlín, nos sometieron a un segundo control de seguridad. Los vuelos a Israel en Berlín parten de una terminal anexa, alejada del resto del aeropuerto, a la que se ingresa pasando un segundo control de seguridad. No obstante, este control no fue distinto al primero. No nos hicieron preguntas ni antes de abordar ni al pasar migraciones en el aeropuerto de Tel Aviv, contrario a tantas historias que había oído y leído en internet.

Al salir de Israel, la cosa fue un poco más densa. Antes de pasar al control de seguridad del aeropuerto de Tel Aviv, los pasajeros deben pasar por un mostrador donde las autoridades revisan sus pasaportes y les hacen preguntas. A mi amigo y a mí nos interrogaron sobre adónde nos dirigíamos, cuál era nuestro vínculo, y se tomaron un buen rato en comprar las imágenes de nuestros pasaportes con nuestros rostros. A mí, que no luzco ni remotamente similar a como lucía a los 20 en la foto de mi pasaporte, me pidieron documentos de identidad adicionales (usé mi DNI).

Luego del breve escrutinio, las autoridades imprimen un código de barra en un sticker que pegan en el dorso de tu pasaporte. Este código es luego escaneado por el personal que coordina las filas antes de pasar el control de seguridad. Entiendo que a distintos pasajeros los envían a distintas filas según el «resultado» del cuestionario anterior. Una vez en el control de equipaje, nos hicieron más preguntas sobre cuál era nuestro destino, nos hicieron abrir las maletas y pasaron el detector de explosivos entre la ropa y artículos. Yo, verborrágico por naturaleza, hice el esfuerzo de solo responder a las preguntas con el mínimo de palabras necesario, pues ese era el consejo que me habían dado antes de viajar a Israel. Después de esto abandonamos el país sin problemas.

Cabe aclarar que el pasaporte que usé al viajar a Israel no contaba con registros de haber estado en ningún país árabe, y eso parece ser el principal detonante de arduos interrogatorios al entrar y salir del país.

Israel no sella pasaportes

Desde hace varios años que Israel ya no sella pasaportes. La decisión se debe a que el sello de Israel podía causar problemas a los viajeros que se dirigieran a otros países de Medio Oriente, principalmente los que están en conflicto con Israel.

Si viajas por vía aérea, los aeropuertos de Tel Aviv y Eilat cuentan con máquinas que escanean tu pasaporte al llegar e imprimen un ticket con tu información personal como prueba de ingreso a Israel. Es importante preservar el ticket durante toda tu estadía en Israel, aunque no te lo vayan a pedir al momento de salir del país. Es probable que te lo pidan al momento de hacer check in en un hotel, rentar un auto, o si viajaras a los territorios palestinos por cuenta propia.

El único problema puede venir al dejar Israel por vía terrestre, hacia Jordania. La autoridades jordanas sí sellarán tu pasaporte, y eso funcionaría de evidencia de haber estado en Israel. Este simple sello podría causarte problemas al visitar alguno de los países árabes en conflicto con Israel (por ejemplo, Siria). Existe una alternativa para que los jordanos no estampen tu pasaporte, y es pedir una Exit Form. Más datos sobre eso en este post de Against the Compass.

Transporte público en Israel: cómo moverse por el país

El tren es la mejor alternativa para ir del aeropuerto de Tel Aviv al centro. Los taxis son caros y tienen la reputación de aprovecharse de los turistas. Además, el tráfico en Tel Aviv en la hora pico es infernal.

Los trenes en Israel circulan sobre el lado izquierdo de los rieles. Legado de la infraestructura británica en estas tierras. Todos los trenes de pasajeros que circulan por Israel son operados por Israel Railways. La red ferroviaria se concentra en la planicie costera entre Tel Aviv y Haifa, donde reside la mayoría de la población israelí, y se ramifica al interior hacia Jerusalén y Be’er Sheva.

Si vas a viajar por Israel por cuenta propia, los trenes son la opción más confiable para hacerlo. Hay también buses, pero te garantizo que el tráfico en Tel Aviv te hará cuestionarte por qué no haber viajado en tren. Además, las distancias en Israel son generalmente cortas: lleva tan solo 1h viajar entre Tel Aviv y Jerusalén, y menos de 1:30hs viajar entre Tel Aviv y Haifa. El trayecto más largo que podrías hacer (Haifa – Eilat) demora unas 6hs.

Tel Aviv

Tel Aviv es el motor económico del país, y el principal punto de entrada al mismo. Lo más probable es que tu viaje a Israel comience en Tel Aviv; excusa perfecta para descubrir la ciudad.

Fue una gran sorpresa, porque no era lo que esperaba. Tel Aviv es moderna, liberal, multicultural, y un poco caótica. A mi parecer, no es estéticamente atractiva. Hay un moderno centro financiero con rascacielos que se extienden junto a la autopista que une la ciudad con el resto del país, los distritos junto a la playa parecen estancados en los años 1970′ por la arquitectura Bauhaus, y la ciudad vieja de Yafo es representa un contraste con el resto de la ciudad. La vida urbana se desarrolla, principalmente, junto a la playa, donde practicar deportes es la norma. Es una ciudad joven, activa, y muy inclusiva.

¿Cuántos días visitar Tel Aviv? Dos días alcanzan para conocer sus distintos distritos y experimentar un poco la escena gastronómica y vida nocturna (y créanme, los israelíes sí que saben ir de fiesta). Los puntos a visitar son principalmente Yafo, la avenida Dizengoff, el puerto, el mercado Carmel y, claro, las playas. Sí, Tel Aviv es una ciudad cara. Pero de eso hablamos más adelante.

Tel Aviv es amigable con los turistas. Además de en hebreo y árabe (idiomas oficial y cooficial de Israel, respectivamente), los menús, indicaciones, y hasta los letreros del transporte público están en inglés. Y, en mi experiencia, los residentes dominan el inglés con una fluidez envidiable.

Moverse a pie por Tel Aviv es fácil porque no es una ciudad muy grande. La costanera puede usarse como eje para conectar casi todos los puntos de interés que ver en Tel Aviv. El clima y la buena infraestructura invitan a caminar. Sin embargo, el transporte público (principalmente buses y taxis) son siempre una opción. Para usar el bus en Tel Aviv, les recomiendo instalar previamente la app Moovit en sus teléfonos. Del mismo modo, la app Gett es la utilizada para pedir taxis y saber con antelación cuánto te costará el viaje. Uber no funciona en Tel Aviv al momento de escribir este post. – Pero, como mencioné antes, el tráfico en la ciudad es un verdadero caos; y, en nuestro caso, las continuas marchas en contra de la reforma judicial que tuvieron lugar en Tel Aviv durante nuestra estadía no facilitaron la movilidad por la ciudad.

Israel se encontraba -y continúa- sumido en una crisis política y en la división entre quienes quieren un Estado más laico y pluralista, y los que tienen una visión más religiosa y nacionalista. Tel Aviv contrasta con otras regiones del país, recibiendo el apodo de «la burbuja». Es una urbe moderna, globalizada, diversa, liberal y cosmopolita en una región del mundo que no es precisamente conocida por ello. Más allá de las protestas políticas (escenario en el que la ciudad se emplaza como fuertemente opuesta a la corriente conservadora), Tel Aviv fue siempre una «burbuja» en el sentido de que, de alguna forma, se ha librado de las tragedias que continuamente azotan a esta región de Medio Oriente. Especialmente, Tel Aviv prevaleció como un lugar seguro y pujante a lo largo de la turbulenta y violenta historia de Israel. Y eso se ve reflejado en la ciudad: desde su arte y monumentos hasta en la forma de vivir de sus residentes.

¿Qué tan caro es viajar a Israel?

Israel no es un destino barato. Tel Aviv en particular es una ciudad cara, incluso para sus residentes. Continuamente se ubica en el top 10 de ciudades con el más alto costo de vida en el mundo. Otras regiones del país, como Jerusalén, son relativamente más económicas, aunque sin llegar a ser lo que yo llamaría un destino budget friendly.

Para darse una idea, estos son algunos precios de referencia en Israel, en Euros al momento de mi viaje:

Formas de ahorrar dinero durante tu viaje a Israel incluyen comer en los mercados gastronómicos callejeros, aprovechar los free walking tours, o usar el tren para viajar a otros puntos del país.

La comida es protagonista en Israel, y definitivamente querrás probar las delicias de la región. Comer en los puestos callejeros marca una diferencia colosal en precio, cuando se lo compara con un restaurant. Los mercados locales también ofrecen paquetes de comida a precios accesibles (como el Carmel Market en Tel Aviv o el Machane Yehuda Market en Jerusalén).

En cuanto a excursiones, los precios varían según la temporada, el destino, y el tipo de tour. Si cuentas con pocos días para recorrer Israel, son la mejor opción para aprovechar al máximo. Pueden consultar precios actualizados de tours en Israel a continuación:

Jerusalén

La joya del viaje a Israel fue Jerusalén. Ahí, judíos, cristianos y musulmanes conviven en una ciudad que es sagrada para todos ellos. Es un lugar donde distintos mundos se encuentran, y hasta ahora el sitio más exótico donde haya estado. Desde hace ya siete milenios que esta región se encuentra habitada, siendo una de las ciudades continuamente habitadas más antiguas del mundo.

Jerusalén merece más de un día si quieres conocerla mejor. Me refiero a más allá de la Ciudad Vieja. Es un escenario fuerte, peculiar, ya que tanto Israel como Palestina la consideran su capital. Esta es la razón por la cual Jerusalén está dividida, y resulta shockeante ver cómo un muro de hormigón separa a los lados oriental y occidental.

Para hablar de Jerusalén no me alcanza ni un blog entero. Pasamos un día ahí, visitando la Ciudad Vieja, un pedazo de Jerusalén de apenas 1km² por el que las religiones se han estado peleando desde hace siglos, y me voló la cabeza (¡y eso que pocas semanas antes había estado en Roma!).

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En poco más de ese kilómetro cuadrado coexisten lugares sagrados para tres religiones.

• Para los judíos, el Muro de los Lamentos, el único vestigio del Templo de Salomón que queda en pie. Allí, los fieles acuden para orar, poner notas en las grietas de las piedras y sentir la presencia divina.
• Para los cristianos, es el Santo Sepulcro, el sitio donde Jesús fue crucificado, enterrado y resucitado según la tradición. En este templo, se pueden visitar las distintas capillas que conmemoran cada uno de estos episodios.
• Para los musulmanes, la Mezquita de Al-Aqsa es el tercer lugar más sagrado después de La Meca y Medina. Según la tradición islámica, el profeta Mahoma fue llevado de noche desde La Meca a Jerusalén en una cabalgadura alada y de allí ascendió al cielo para encontrarse con Dios.

La Ciudad Vieja, a su vez, está dividida en cuatro cuadrantes: el barrio musulmán, el barrio judío, el barrio cristiano, y el barrio armenio. A cada barrio se accede por distintas puertas y callejones, que instantáneamente te transportan a otro mundo. Como si nada pasa uno del silencioso barrio judío, al bullicioso barrio musulmán en cuestión de segundos. En un abrir y cerrar de ojos, el distinguible estilo de judíos ortodoxos es reemplazado por hiyabs y velos. Pero no hay conflicto.

No hay conflicto porque en Jerusalén hoy rige un entendimiento entre las comunidades religiosas con respecto a muchos de los lugares sagrados. Este «statu quo» determina la división de las propiedades religiosas y las responsabilidades sobre las mismas. Por ejemplo, no se puede modificar nada en los lugares sagrados sin el consenso de las distintas religiones – esta estricta regulación, si bien necesaria para mantener la paz en Jerusalén, generó algunas situaciones peculiares: por ejemplo, puede verse una escalera de madera sobre la fachada del Santo Sepulcro, que no puede ser retirada para no afectar, justamente, el «estado de las cosas».

Caminar por las callecitas de Jerusalén fue una experiencia intensa. Absolutamente todo tiene un significado de suma importancia para una o más religiones. Por ejemplo, la calle saturada de gente, aromas, y gritos de vendedores callejeros en el barrio musulmán resulta ser parte del camino que siguió Jesús hacia la crucifixión. ¿Cómo procesar toda esa información? Pues, cuatro meses más tarde sigo haciéndolo. Es imposible visitar Jerusalén sin pensar en cómo los hechos que ahí tuvieron lugar moldearon, de alguna manera, al mundo en que vivimos hoy. Pero no te distraigas mucho en tus pensamientos, que los pickpockets están a la orden del día 😉

El conflicto Israel-Palestina

El eterno conflicto entre Israel y Palestina tiene sus orígenes en el movimiento sionista y el nacionalismo palestino. Es extremadamente difícil de explicar, y más aún sin sesgo. Una de las cosas más interesantes de este viaje fue escuchar a israelíes y palestinos hablar del tema. Porque el denominador común era el mismo: ambos pueblos pueden coexistir.

Después de la Segunda Guerra Mundial la ONU presentó una propuesta para la creación de un Estado judío, que implicaba la partición de Palestina. Así, el territorio palestino quedaría dividido en un sector árabe y en otro judío. Pero Palestina rechazó esta propuesta y, en 1948, las tensiones acumuladas en la región devinieron en una guerra entre Israel y los países árabes. La principal razón fue que, al declarar Israel su independencia ese año (basándose en la declaración de la ONU), los países árabes alrededor invadieron Palestina para evitar la propagación del Estado judío y anexar los territorios palestinos a sus países.

Israel ganó la guerra y expandió su territorio más allá de las fronteras asignadas por la ONU. Desde entonces, han sucedido varias guerras y conflictos con los países vecinos, muchos de los cuales explican las restricciones a viajeros provenientes de uno u otro destino hoy en día, mencionadas al principio de este post.

Muchos de los territorios ocupados aún se encuentran en disputa y son la principal causa del conflicto entre Israel y Palestina. Otros disparadores de la tensa relación entre ambos pueblos son las diferencias religiosas, el respeto a los derechos humanos, el estatus de Jerusalén, y el manejo de algunos recursos naturales.

Aunque desde el punto de vista de un visitante que se mueve entre Israel y el territorio palestino de Cisjordania la situación no parece ser tan tensa, el muro y los controles fronterizos son sólo la punta del iceberg. Para israelíes y palestinos, la realidad es otra: los primeros viven bajo la constante amenaza de ataques terroristas (impulsados desde la franja de Gaza por el grupo terrorista Hamas), mientras que los palestinos enfrentan restricciones de movimiento por controles militares israelíes en Cisjordania y el bloqueo de Gaza, además de afectar también la capacidad de los palestinos de importar y exportar bienes o controlar recursos naturales tan básicos como el agua.

Quizá uno de los más comunes consejos para viajar a Israel sea contratar tours para visitar los territorios palestinos. Esta fue la forma por la que optamos, para evitar controles fronterizos, ahorrar dinero, y ganar tranquilidad. Te invito a leer mi post al respecto: ¿Es seguro viajar a Palestina? Mi experiencia en Belén.

Una de las cosas más significativas de este viaje fue el cambio de guías turísticas: la guía israelí que partió con nosotros desde Tel Aviv dejó su micrófono y lugar en el bus a una guía palestina al cruzar la frontera hacia Belén. Ninguna de ellas está habilitada a trabajar al otro lado de la frontera. Ambas se refirieron al conflicto sutilmente, coincidiendo en que a la gente común, poco le importan las razones que impulsaron a la división décadas atrás, pero que «las decisiones de pocos afectan la vida de muchos, de mala manera«. Más de una vez aclararon que ambas consideran a la otra «una amiga a la que no pueden visitar libremente«, como para resolver cualquier pregunta sobre la relación entre ambos pueblos con anticipación.

¿Es seguro viajar a Israel?

Aunque la seguridad en el país es un tema tan polémico como complejo, se puede decir que es seguro viajar a Israel.

Al momento de escribir este post, la situación política en Israel no es de lo más estable. No obstante, la cosa no va más allá de multitudinarias protestas. Como turista, el mejor de los consejos para viajar a Israel es mantenerse lejos de los puntos de concentración de los manifestantes, más por precaución que otra cosa.

Por otro lado, la volátil situación con Palestina puede representar un riesgo de seguridad al viajar a Israel. Días antes de nuestro viaje, por ejemplo, un ataque por parte de un miembro de Hamas dejó a tres heridos en Tel Aviv. No hay más consejo que dar que el de acatar a las indicaciones de las autoridades en caso de emergencia. No es extraño ver indicaciones de camino a refugios anti-bomba en Tel Aviv, por ejemplo. Afortunadamente, esta realidad no fue parte activa de nuestro viaje a Israel.

Millones de turistas visitan Israel cada año, sin ningún problema. De hecho, es uno de los destinos más seguros que visitar en Medio Oriente. El país invierte fortunas en seguridad, y eso se ve reflejado desde en la presencia policial en zonas muy concurridas hasta en el famoso domo de hierro que protege a Israel de los ataques con misiles. Personalmente, en ningún momento sentí que la seguridad fuera un problema.

La geografía de Israel, la gran sorpresa

Para terminar, una de las cosas que más me sorprendió de Israel fue su geografía. En mi mente, Israel era un país pequeño y desértico. Y aunque sí es pequeño, está muy lejos de ser un simple desierto.

El norte del país es verde y fértil, gracias a los esfuerzos por fomentar la agricultura en la región. Los alrededores de Haifa se muestran como un paisaje completamente ajeno a lo que se, por ejemplo, en Jerusalén o al salir de Tel Aviv, y me dan la excusa perfecta para regresar a Israel en unos años.

La costa de Israel alberga algunas de las mejores playas del Mar Mediterráneo, y no es de extrañar que casi toda la vida recreativa de Tel Aviv ocurra junto al mar.

Las montañas que se extienden al Este de la costa hacen de barrera para los vientos húmedos. Por eso, al cruzarlas rumbo al Este el paisaje cambia en un abrir y cerrar de ojos. Como si nada, pasamos de plantaciones de dátiles y campos de cultivo al Desierto de Judea. Y la cosa no terminaba ahí, porque al descender de las montañas rumbo al Este, terminamos en la depresión más profunda de la Tierra: el Valle del Rift del Jordán que, en su punto más bajo, alberga al Mar Muerto (que, en mi humilde opinión, es un punto totalmente prescindible que visitar en Israel).

Israel es sorprendentemente diverso para tu tamaño. Un tour por el valle del Rift del Jordán es de las mejores formas de ver esta diversidad, comenzando en las montañas de Judea alrededor de Jerusalén y culminando en el Parque Nacional de Masada, que recomiendo totalmente a los amantes de la historia y la arqueología.

Ahora que ya tienes mis consejos para viajar a Israel, no me queda otra que desearte buen viaje. 😎 Ojalá que tu experiencia visitando este país sea tan asombrosa como la mía.