Tras cruzar el Estrecho de Magallanes en un largo viaje desde Ushuaia, llegamos a Punta Arenas con el plan de pasar un día y medio antes de seguir camino rumbo a Puerto Natales. Llegamos poco antes del anochecer y fuimos directo al hostel a descansar. Al día siguiente, nos despertamos temprano y salimos a caminar por la ciudad, la cuarta más grande de la Patagonia, y que nos dejó gratamente sorprendidos.
El hostel donde nos alojábamos estaba a 3 cuadras del Cementerio Municipal Sara Braun, uno de los lugares que hay que ver en Punta Arenas. La necrópolis es, quizás, la más importante de la región, y seguramente la más bella también. Los pasillos y avenidas están decorados con flores y cipreses, y el pórtico de entrada es monumental. No sabíamos nada sobre las personas que descansan eternamente en el cementerio de Punta Arenas, pero pueden hacerse visitas guiadas para comprender un poco mejor la historia del lugar.
Saliendo del cementerio, caminando al sudoeste por la Avenida Bulnes, pasamos por la Iglesia de María Auxiliadora y continuamos por la calle Hernando de Magallanes, cruzando el Río de las Minas, llegando así al centro de Punta Arenas.
Punta Arenas es una traducción literal del inglés «Sandy Point«, que era como habían denominado a esta zona los navegantes ingleses. La ciudad existe en esta peculiar ubicación en la península de Brunswick desde 1848, cuando los pobladores chilenos se asentaron ahí por la leña y las buenas condiciones climáticas. La ciudad fue creciendo con la llegada de chilenos e inmigrantes, principalmente croatas, y hoy es el hogar de caí el 80% de la población de la Región de Magallanes.
Nos pasó algo interesante que despertó mi curiosidad sobre la historia de la región mientras estábamos recorriendo la Plaza de Armas. Una señora se acercó a hablarnos y se mostró curiosa por saber de dónde veníamos. Después de intercambiar unas palabras, nos obsequió un sticker de la bandera de la Región de Magallanes. Le agradecimos, nos despedimos, y no fue hasta horas más tarde que nos percatamos de que, debajo de la figura de la bandera, una leyenda rezaba República Independiente de Magallanes. Después de preguntar en el hostel y en internet, nos enteramos de que existió un movimiento separatista en la región que pretendía separarse de Chile y constituir su propia república. El movimiento fue perdiendo fuerza y, hoy en día, es mínimo aunque permanece en el subconsciente popular magallánico.
La Plaza de Armas tiene una gran estatua de Hernando de Magallanes en su centro. Alrededor de la plaza se encuentran la Catedral, varios hoteles, la gobernación de la región, y la municipalidad. Las cuatro calles que rodean la plaza están flanqueadas por comercios de todo tipo, bancos, restaurantes, y casas de cambio.
El edificio que lleva todas las miradas es un hotel que funciona en la antigua mansión de la empresaria letona Sara Braun. El denominado «Palacio Sara Braun» destaca por su arquitectura neoclásica francesa. El hotel que allí funciona recibe el nombre de José Nogueira, quien fue el marido de Braun y uno de los fundadores de la Sociedad Explotadora de Tierra del Fuego. Juntos amasaron fortunas que, tras la muerte de ambos, fueron destinadas a muchas caridades en la ciudad.
Punta Arenas es una ciudad muy grande para los estándares de la región. Llegué imaginando algo más parecido a Ushuaia o, quizás, Puerto Montt. Definitivamente no esperaba tanta arquitectura, colores, y orden. Sí hay calles rotas, edificios abandonados o deteriorados, e incluso algo de basura pero, aún así, la ciudad tiene un aire encantador.
Alejándonos del centro, Punta Arenas se convierte en una ciudad más «chata», con coloridas casas de madera y chapa típicas de la región. Ocasionalmente, alguna casa grande de estilo más elegante aparece y se presta para la foto. Al colorido urbano se le suma el colorido natural de las plantas. Muchos de los jardines están adornados con flores y todo, en conjunto, hace que valga la pena caminar por los barrios de Punta Arenas.
Hacia el Oeste llegamos al Cerro de la Cruz. Este es uno de los lugares imperdibles que ver en Punta Arenas. Hay un mirador con una terraza panorámica desde donde se aprecia cómo la ciudad se desarrolla junto al Estrecho de Magallanes. En el horizonte se puede vislumbrar la Isla Grande de Tierra del Fuego.
Bajando del cerro hasta la Avenida España y doblando a la izquierda hacia la Avenida Independencia, llegamos a la Avenida Costanera del Estrecho de Magallanes. A la altura de la Av. Independencia está el Muelle Prat y el Mercado Municipal de Punta Arenas. La ciudad es un importante puerto visitado por los cruceros que viajan entre Buenos Aires y Valparaíso. Del muelle hacia el Norte, la costanera es linda, con varias estaciones de ejercicio, monumentos, y gente yendo y viniendo. La playa en Punta Arenas podría estar mejor mantenida, pero imagino que no debe ser prioridad en una ciudad donde la temperatura media, en verano, es de 10°C.
Excursiones en Punta Arenas
Aunque para nosotros Punta Arenas fue un lugar de paso, existen un par de tours que pueden hacerse. Claro que existe la posibilidad de visitar Torres del Paine desde Punta Arenas (aunque lo recomendable es hacerlo desde Puerto Natales), pero hay otras actividades interesantes.
Los tours más recomendados que hacer en Punta Arenas son un city tour por la ciudad, avistaje de pingüinos en Isla Magdalena, visitar el Fuerte Bulnes, visitar la Reserva Natural Magallanes, visitar el Parque Nacional Pali Aike, hacer trekking en el Monte Tarn, entre otras. Punta Arenas es auténtica Patagonia: desértica, fría, ventosa, y salvaje.
COMPRAS EN PUNTA ARENAS
Los atractivos turísticos se pueden visitar en un día tranquilamente. La realidad es que no hay mucho que hacer en Punta Arenas en sí. La ciudad no es conocida por ser un centro turístico sino por las compras. Hay dos centros comerciales principales: el Mall Espacio Urbano y la Zona Franca.
El primero es un típico centro comercial con más de 50 negocios y tiendas multimarca. Se encuentra en Av. Eduardo Frei 1110, al norte de la ciudad. Se puede llegar desde el centro con distintos buses y colectivos (estos últimos son autos compartidos que tienen un número que identifica su recorrido).
La Zona Franca es un enorme espacio comercial con diferentes tiendas, supermercados, y outlets donde se realizan actividades de importación, empaquetamiento, y compra de todo tipo de productos. La Zona Franca existe bajo la premisa de agilizar las actividades de comercio exterior. En consecuencia, dentro sus 53 hectáreas rigen exenciones tributarias y aduaneras que lograron posicionar a Punta Arenas como uno de los mejores lugares donde comprar en Chile.
Pese a que las compras en el país vecino ya no convienen tanto como hace 2 años para el bolsillo argentino, en Punta Arenas encontramos varios productos que sí conviene comprar en Chile. Entre ellos: bicicletas, celulares, zapatillas, artículos para autos, equipo de camping, y comestibles importados, entre otros.
Para llegar a la Zona Franca hay varios colectivos. La entrada al predio está en el kilómetro 3,5 de la Avenida Bulnes. Pueden acceder a más información sobre compras en la Zona Franca en este link.
Alojamiento en Punta Arenas
Punta Arenas tiene amplia oferta hotelera y también varios hostels donde alojarse a buen precio. Nosotros nos quedamos en un hostel muy cómodo a pocas cuadras del centro. En este enlace pueden consultar toda la oferta de alojamiento en Punta Arenas.
Booking.com¿Vale la pena visitar Punta Arenas?
Sí. Pasar un día en Punta Arenas te muestra otra cara de este recóndito rincón del mundo. Después de todo, la Patagonia es mucho más que turismo, montañas, y senderismo. Si viajan entre Ushuaia y Puerto Natales, Punta Arenas es un lugar por el cual tendrán que pasar para combinar buses. Vale la pena tomarse al menos un día para descansar y recuperar energías antes de aventurarse al Parque Nacional Torres del Paine… o al Parque Nacional Tierra del Fuego si su viaje viene en sentido Norte-Sur. Descansar, pasear, o hacer compras en Punta Arenas son todos buenos planes. 🙂
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