Plaza del Congreso desde Palacio Barolo

La Avenida de Mayo es tan emblemática e histórica que es considerada Monumento Nacional (literalmente). Pero entre tantos palacios y cúpulas que hay a ambos lados de la avenida, uno se roba todas las miradas. A una cuadra de la Plaza del Congreso, en Av. de Mayo 1370, el Palacio Barolo presume de su singularidad.

Palacio Barolo Avenida de Mayo Buenos Aires
Frente del Palacio Barolo, sobre Avenida de Mayo

Muchos saben que este edificio está inspirado en -y es un homenaje a- la Divina Comedia de Dante Alighieri. Pero pocos saben que se lo construyó pensando en que fuera el lugar de descanso de los restos de Dante, los cuales serían trasladados a Buenos Aires en caso de que se los tuviera que retirar de Italia tras la Primera Guerra Mundial. Esto al final no ocurrió, pero la mística que envuelve al Palacio Barolo va mucho más allá de ese dato. Este y más secretos se descubren durante la visita guiada al Palacio Barolo.

Para hacer la visita guiada al Palacio Barolo hay que reservar al menos un día antes. Hay descuentos para estudiantes. Al final del post encontrarán toda la info para planear su visita al Palacio Barolo.

Pasaje Barolo
Hall de ingreso al Palacio Barolo.

VISITA AL PALACIO BAROLO

Se ingresa por un hall que, antiguamente, era un pasaje peatonal abierto. Recién en la década de 1990, como consecuencia a la creciente inseguridad, el Pasaje Barolo fue cerrado con puertas y paredes de vidrio.

Este es uno de los tantos palacios que existen en Buenos Aires pero, a diferencia de la mayoría, no fue construido con fines residenciales. Desde siempre funcionaron -y aún funcionan- casi 400 oficinas. Hay desde estudios contables y academias de enseñanza de español e italiano, ¡hasta un laboratorio de biología molecular!

Los elementos predominantes en el piso, paredes y techos, fueron traídos desde Italia. El estilo varía entre neorrománico y neogótico, excepto en la enorme cúpula, de estilo hindú y que representa la unión entre Dante y Beatriz, los protagonistas de la Divina Comedia.

La visita guiada al Palacio Barolo comienza en la planta baja, entre los dos kioscos de madera y debajo de una cúpula. El guía nos introduce a la historia del edificio contándonos sobre Dante Alighieri, los arquitectos del palacio, y cómo evolucionó desde su inauguración hasta el día de hoy.

En el centro del hall, debajo de la cúpula, llama la atención una estatua de un ave cargando un cuerpo humano, marcando el lugar donde hubiese estado el mausoleo de Dante en caso de haber sido trasladado a Argentina. La estatua es, en realidad, una réplica. La original fue robada sin nunca haber llegado a estar en el palacio.

EL INFIERNO

La planta baja representa al Infierno. Gárgolas que recrean dragones, serpientes y demás, sostienen las lámparas y miran a quienes ingresan al palacio. El cielorraso está decorado con frases en latín y en el suelo se combinan colores rojo, blanco y verde, que representan a Italia.

A partir de ahí, la visita es hacia arriba. En grupos de a ocho, vamos subiendo al tercer piso en viejos ascensores. Aquí empieza a apreciarse la simbología masónica, que se hace notar hasta en las cosas más simples: la letra «A» en los letreros que indican «Ascensor» está hecha con el compás y la escuadra del símbolo masón más famoso. Estos detalles me recordaron la visita al Palacio Cangallo y otros lugares que hacen imposible no sentir que uno es parte de una novela de Dan Brown.

Hay simbología masónica en el diseño de azulejos del piso, e incluso el hueco circular tiene un significado. Para los masones, el círculo era la representación de la perfección.

Tumba Dante Palacio Barolo
Desde el tercer y cuarto piso se ve directamente al centro del hall.

Todavía en el infierno (como nos lo recuerdan las gárgolas) pero un poco más arriba, el hueco circular del tercer y cuarto piso fue pensado para que cada persona que circulara por estos pisos saludara a los restos de Dante. Lo que se ve en la planta baja es el centro del hall, donde hubiese estado el mausoleo.

El guía nos cuenta que la cúpula que veíamos desde la planta baja es, en realidad, un falso cielorraso, y nos invita a salir del infierno subiendo hasta el piso 14, donde la arquitectura cambia radicalmente.

EL PURGATORIO

Ya no hay nada aterrador mirándonos desde el techo, el mármol desapareció y el color predominante ahora es el blanco. Las paredes apenas tienen elementos que las decoren, y el interior del edificio se volvió más luminoso. Se nos recuerda que el edificio consta de tres partes radicalmente diferenciadas: el infierno, el purgatorio, y el cielo o paraíso.

En el piso 14, el último del purgatorio, visitamos una oficina recreada como las originales de la década de 1920. En este piso no hay detalles ornamentales ni simbología visible. La neutralidad arquitectónica es justamente la representación del purgatorio.

Oficinas Palacio Barolo

Nuestro camino al Cielo continuará por escaleras. Subimos seis pisos más, hasta el vigésimo piso.

EL PARAÍSO

El vigésimo piso del Palacio Barolo tiene balcones que, entre todos, brindan una vista de 360° de la capital argentina. Es tanto lo que hay para ver que uno no llega a asimilarlo todo.

Ver la ciudad a vista de pájaro es indescriptible. El mar de cemento y concreto parece no tener final. Uno podría pasarse horas identificando edificios y torres que está acostumbrado a ver desde el nivel del suelo. Desde los rascacielos de Puerto Madero hasta el Obelisco sobresaliendo entre los edificios, todo se ve desde una perspectiva radicalmente distinta. Es la frutilla del postre; la mejor manera de terminar la visita guiada al Barolo.

Si «la Reina del Plata» impresiona desde abajo, desde arriba nos deja ver por qué se ganó ese apodo. Puede no gustar, pero no se puede negar: ¡Buenos Aires sabe alardear!

Pero la postal clásica desde el mirador del Palacio Barolo está mirando al Oeste. Detrás de la cúpula del edificio de La Inmobiliaria, la Plaza del Congreso parece un oasis verde entre tantos edificios, y el palacio del Congreso Nacional posa para la foto al otro lado de la plaza.

El recorrido no termina en el vigésimo piso. El Palacio Barolo tiene 22 pisos, tantos como estrofas los versos de la Divina Comedia.

Al piso 22 se llega subiendo unas angostas escaleras de caracol, que se hacen más angostas cuanto más alto estamos. Tras habernos agachado y escurrido por el angosto espacio (tuve como un déjà vu de la Caverna de las Brujas), llegamos al faro.

El faro es el icono el Palacio Barolo y su finalidad era iluminar el puerto de Buenos Aires (que en ese entonces estaba más cerca del edificio, en el actual Puerto Madero). Estamos a 100 metros de altura (son 100 los cantos de la Divina Comedia), viendo la capital argentina desde el punto que, alguna vez, fue el más alto de la ciudad.

En el faro hace mucho calor, pero la vista es magnífica. Al noreste se ven los edificios del centro porteño (incluso sobresale el Kavanagh, que en 1935 le quitó al Palacio Barolo el título del edificio más alto de Buenos Aires) . Al norte resaltan las altas torres de Palermo. Al sudesde podemos ver, sin obstrucciones, hasta los edificios de Quilmes en el horizonte. Y, al oeste, la foto que todos quieren tomar: la Plaza del Congreso.

Plaza del Congreso desde Palacio Barolo

El guía nos cuenta también sobre el gemelo del Palacio Barolo en Montevideo: el Palacio Salvo. El edificio uruguayo es idéntico -en estilo- al Barolo, y también posee un faro. La idea del arquitecto era que las luces de ambos se encontraran sobre el Río de la Plata, pero ni la distancia -ni la curvatura de la Tierra- permitieron que esto ocurriera. Pueden ver cómo luce el Palacio Salvo en mis posts de mi viaje a Montevideo 😉

La visita guiada al Palacio Barolo duró casi 2 horas y me dejó con ganas de más. Las fotos no hacen justicia a lo hermoso que es el edificio ni a lo asombrosas que son las vistas de la ciudad desde la torre. Es una de esas visitas que no pueden hacerse a través de los ojos de alguien más. Vale la pena visitar el Barolo y Buenos Aires merece ser apreciada desde las alturas.

A continuación les dejo toda la info necesaria para organizar su visita al Palacio Barolo:

VISITAR EL PALACIO BAROLO:

La siguiente información fue actualizada a enero 2020:

  • Las visitas diurnas se realizan todos los días, excepto los martes y domingos, de 10:00 a 18:00. Los precios en su equivalente en dólares (USD) a la temporada 2020 son:
    • USD 15,70 para argentinos (días de semana) y USD 17,45 (sábados y feriados).
    • USD 23,80 para extranjeros (días de semana) y USD 27,00 (sábados y feriados).
  • Se pueden hacer visitas nocturnas y hay visitas temáticas ocasionales. Estas tienen un costo algo mayor.
  • Argentinos tienen precios especiales para los tours, presentando DNI.
  • Estudiantes universitarios, presentando libreta universitaria o constancia de alumno regular, tienen un descuento del 10%.
  • Jubilados también acceden al descuento del 10%.
  • Es necesario reservar la visita con anticipación (al menos un día antes) para asegurarse el lugar, ya que los grupos son reducidos.
  • Pueden acceder a la información de tipos de visitas, medios de pago, y horarios actualizados en la página de Palacio Barolo Tours.

Otro de los miradores de Buenos Aires que se puede visitar es el mirador de la Galería Güemes (Florida 160). Este es menos costoso que el mirador del Palacio Barolo, aunque también de menor altura. Yo lo recomiendo de todos modos. Pueden ver cómo es visitar ese mirador en este video:

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