Uribelarrea es una localidad bonaerense que queda a unos 90 kilómetros del centro de la Ciudad de Buenos Aires. Se ubica entre Cañuelas y Lobos. El pueblo es pequeño y los fines de semana es visitado por cientos de personas. En mi opinión, es uno de los más lindos pueblos que visitar cerca de Buenos Aires. Acá te cuento todo lo que tenés que saber sobre «Uribe», como le dicen ahí 😉
CÓMO LLEGAR A URIBELARREA:
Para ir a Uribelarrea desde Buenos Aires o el Gran Buenos Aires, se debe llegar primero a Cañuelas. Desde la rotonda donde termina la autopista Ezeiza-Cañuelas se accede a la Ruta Nacional 205, por la cual hay que conducir unos 18 kilómetros hacia el oeste hasta llegar a la entrada a Uribelarrea.
- Se puede llegar en tren. Desde la Ciudad de Buenos Aires hay que tomar un tren a Temperley o Cañuelas desde la Estación Constitución, y luego un tren a Uribelarrea. Más info sobre cómo ir en tren a Uribelarrea al final del post.
A Uribelarrea hay que llegar antes del almuerzo. El pueblo cobra vida los fines de semana, cuando sus parrillas y restaurantes atraen a cientos de visitantes desde Cañuelas y otras localidades cercanas. Es un pueblo gastronómico donde tus únicas preocupaciones serán dónde estacionar (aunque no es que eso cueste demasiado) y dónde comer 😉
Desde el acceso al pueblo sobre la ruta 205 se circula por un camino pavimentado hasta la antigua estación de tren, que hoy sirve de comisaría de policía. Ahí comienza el trazado del pueblo que se extiende hacia el sudeste.
Uribelarrea es pequeño y enseguida se llega a la plaza de forma octogonal. En el camino ya se ven varias construcciones típicas del interior de la provincia de Buenos Aires. Es puro campo. Casi todas las calles son de tierra y no hay veredas. Las edificaciones están generalmente separadas por uno o varios lotes en venta, y hay perros por todos lados.
Estacionamos junto a la plaza, frente a la iglesia de Uribelarrea. El pueblo mide unas 13 cuadras de ancho por 4 de largo y la plaza se ubica en el centro. Allí hay un par de puestos de venta de dulces artesanales, salames y quesos.
Lo primero que hicimos fue caminar un poco. Contrario a lo que pudiera parecer a primer vista, Uribelarrea es un lugar turístico bastante conocido. Está rodeado de llanura y campo, pero es la gastronomía, lo pintoresco, y la paz del pueblo lo que convierte a Uribelarrea en un lindo destino de fin de semana. El lugar incluso sirvió de escenario para filmar varias películas.
En los alrededores de la plaza están los restaurantes de campo, la Iglesia, y a pocos metros se pueden visitar tiendas de productos regionales, cervecerías excelentes, y hasta hay rincones donde alquilar bicicletas para recorrer el pueblo en dos ruedas.
La Avenida Valeria de Crotto es un camino pavimentado que separa las manzanas del pueblo del campo. Está a dos cuadras de la plaza y a su lado se ubican una tienda de antiguedades, el restaurante La Uribeña, y varias casas. Muy cerca de esa calle está La Pulpería, que es una «tienda de mate« (según lo define su dueño) donde se venden desde alfajores y licores artesanales (el de dulce de leche con chocolate está genial) hasta mates, calzado típico de gauchos y hasta una agarradera para el juego de pato.
Dos perritos y un perrote nos siguieron durante el camino. El dueño de La Pulpería nos contó que en Uribelarrea están re acostumbrados a los perros, nadie sabe de quién son pero son bienvenidos en todo el pueblo. Incluso un restaurante tenía un cartel indicando que permitía el ingreso de mascotas.
«La Pulpería», tienda de mate 
Esquina del restaurante La Uribeña 
«La vaca engualichada»
Pasado el mediodía buscamos un lugar donde almorzar. Hay varios sitios abiertos los fines de semana y todos ofrecen más o menos lo mismo: carne o pasta. Pero la carne no es el único atractivo culinario de Uribelarrea; también lo es la cerveza artesanal.
Los precios de un almuerzo no son ni caros ni baratos. Eso sí; las porciones son enormes. Una porción y media de vacío con papas fritas alcanzó para que comiéramos los cinco. «El Palenque» es el restaurante más famoso de Uribelarrea, pero las mejores empanadas las comí en el «Bar Pigüé». Ambos están frente a la plaza.
Caminar por Uribelarrea es fácil porque, como dije, el pueblo es diminuto. Es el auténtico estilo de vida del campo, con casas de techos altos, elegantes rejas oxidadas, y bicicletas sin atar.
En Uribelarrea hay una escuela agrotécnica (la primera de su tipo en Argentina). El pueblo se fundó en 1890 y durante la primera parte del siglo XX creció gracias a la industria lechera. Los inmigrantes vascos e italianos fueron los que se instalaron en la zona y dieron impulso a esa industria. Aún puede verse alguna bandera vasca flameando en algún rancho.
Es increíble cuánto te desacelera visitar un lugar como Uribelarrea aunque sea un par de horas. Todos coincidimos en que necesitábamos un poco de campo, un cambio de aire, un día lejos… y, aunque 100 kilómetros no son mucho, fueron lo suficiente para volver a casa un poquito renovados. No por nada volví 3 veces más a Uribe. Definitivamente lo recomiendo 😉
CONSEJOS PARA VISITAR URIBELARREA:
- Los días de semana algunos restaurantes o tiendas pueden estar cerrados. El pueblo está más vivo los fines de semana cuando recibe visitantes.
- No hay arroyos ni lagunas para visitar en el pueblo. La más cercana es la laguna de Lobos a unos 40 kilómetros. No obstante, visitar ambos pueblos en un día es una opción.
- Se puede llegar en tren:
- Los trenes a Uribelarrea funcionan los fines de semana y parten desde Cañuelas (a donde se llega desde Buenos Aires con servicios regulares desde la Estación Constitución). Pueden consultar tarifas y horarios en este enlace.
- En octubre se realiza la Fiesta de la picada y la cerveza artesanal.
- Cuando el GPS te quiera sacar a la ruta por alguna calle de tierra con muchos
cráterespozos, no le hagas caso y buscá la Avenida Valeria de Crotto que es el camino pavimentado que te saca a la estación y de ahí a la ruta 205.
Para más información sobre Uribelarrea y otros pueblos turísticos de la provincia de Buenos Aires no dejes de leer mi post 16 Pueblos de Buenos Aires para escapar de la gran ciudad.
