Desde San Miguel de Tucumán se sale rumbo al Sur por la ruta nacional 38 y se llega a Tafí del Valle en aproximadamente 2:30 horas. El camino es una ruta escénica increíble, de cornisas, subidas y bajadas, rios y selva. Esa es la ruta provincial 307, que atraviesa las yungas tucumanas, con toda su humedad y el peligroso camino de curvas y contra-curvas. Es realmente uno de los tramos de rutas más lindas de Argentina.
Algunos de los micros que salen de la terminal de la capital tucumana pasan primero por la localidad de El Mollar, antes de llegar a Tafí del Valle. Este pueblo es mucho más pequeño que Tafí y se encuentra a tan solo 10 kilómetros de este. En ambos hay lugares donde alojarse y son buenos lugares desde donde recorrer Tafí del Valle y alrededores. Estos pueblos están separados en gran parte por el Dique La Angostura.
Pasaríamos un día en Tafí del Valle antes de viajar desde ahí hacia Amaicha del Valle y las Ruinas de Quilmes. Pero Tafí da para ir un fin de semana, por ejemplo. Más adelante te cuento qué hacer en Tafí del Valle y dónde alojarte (y dónde no) 😉
LLEGADA A TAFÍ DEL VALLE…
Desde que dejamos las montañas repletas de selva no se ven más que montañas con pastos verdes, de un verde intenso. Las construcciones son casas, y muchas tienen un estilo que recuerda a la Patagonia. Desde que se entra al pueblo es evidente que Tafí del Valle es un gran destino turístico: está plagado de carteles indicando direcciones de hoteles y hosterías, cabañas y albergues.
Nos bajamos en la terminal de ómnibus y caminamos hacia el centro buscando la oficina de información turística. Una vez allí pedimos números de hosteles para buscar dónde dormir esa noche. Fue difícil. Enero y febrero son temporada alta en el noroeste argentino y Tafí del Valle, siendo el punto turístico que es, tiene una ocupación altísima. Mi consejo es que, si van a viajar a Tafí del Valle, lo hagan habiendo reservado alojamiento previamente.
- Ver todos los hostels y hoteles en Tafí del Valle.
Terminamos en el Hostel El Cardón, a pocos metros del centro. Una noche ahí costaba el equivalente a USD 17; no era lo más caro de la ciudad, pero tampoco lo más económico. Dejamos las cosas en la habitación, donde el primer indicio de que algo andaba mal eran los cubrecamas con más agujeros que la capa de ozono. Todavía no lo sabíamos, pero esa noche nos enfrentaríamos a ollas pinchadas, duchas sin agua, y una cocina que usaba hongos en el lugar donde deberían ir zócalos.
Caminando por el pueblo se siente un ambiente relajado, fresco, y alegre. Tafí es muy bonito. La Calle Los Faroles es la típica calle del noroeste; esta, y la Ruta 325 que atraviesa el pueblo, concentran la mayoría de restaurantes, bares, tiendas y demás. De día es tranquilo, y la noche los bares sacan las mesas a la calle y el ambiente se pone más festivo, con peñas y celebraciones.
Ascenso al Cerro de la Cruz de Tafí del Valle
Desde el centro, son en total 3km de caminata hasta la cumbre del Cerro de la Cruz. Para llegar hay que caminar por la ruta, cruzando el río Tafí, y tomando un desvío a la izquierda al llegar a la Iglesia Adventista. La zona rural de Tafí es un hermoso lugar donde alojarse en cabañas y hosterías.
Las vistas del Valle de Tafí mientras se asciende son hermosas. Intenté buscarle un parecido con la Patagonia, o con Córdoba o San Luis, pero no pude. Tafí del Valle tiene su propia esencia y, aunque pueda sentirse familiar a lugares como esos, es único.
El camino está marcado desde la base del cerro pero se va estrechando y por momentos prácticamente desaparece. No obstante, no es dificil orientarse, y está lleno de gente haciendo el mismo camino. En total, se ascienden unos 300 metros desde la base.
La vista en la cima es hermosa, de un lado se ve Tafí del Valle y del otro se ve el Dique La Angostura y se alcanza a ver El Mollar. Desde la cima también sale un camino que recorre las montañas hacia el sur, vimos a un par de viajeros hacer ese camino.
Las vistas desde el Cerro de la Cruz valen la pena. Se puede ver todo desde el pueblo hasta el río Tafí que escurre desde el Dique La Angostura. También se llega a ver hasta el otro lado del dique, la localidad de El Mollar. Si tienen tiempo, pueden hacer un camino por el filo de las montañas, desde el Cerro de la Cruz hasta El Mollar.
MERCADOS & MUSEO JESUITICO
Al bajar del Cerro de la Cruz tomamos el camino al Oeste por la Ruta 325. Esta conduce a zonas de hosterías, quintas, y complejos de cabañas junto al Río de las Carreras. Caminando unos 2 km desde el Cerro de la Cruz se puede llegar al Mirador de la Virgen de Guadalupe, con vistas del río y del pueblo. También hay varios mercados artesanales donde comprar productos regionales, ya sea en elegantes casas de madera o en puestos a la vera del camino.
Tucumán no fue ajena a la presencia de los jesuitas durante la época colonial. Así como en otros rincones de la provincia, el legado cultural de los jesuitas en Tafí del Valle se puede atestiguar en el Museo Jesuítico La Banda. El museo funciona en una antigua casa de campo del año 1718. Ahí no solo se puede aprender de la historia del lugar, sino también disfrutar de buena comida.
RUINAS DE QUILMES DESDE TAFI DEL VALLE
Al día siguiente visitaríamos las Ruinas de Quilmes, a unos 74 km de Tafí. Se puede ir fácilmente con vehículo propio o contratar alguna excursión desde Tafí del Valle. En el camino se pasa por El Infiernillo, un mirador a más de 2600 msnm desde donde se puede divisar todo el valle de Tafí, con el dique La Angostura y su verde frondosidad a un lado; al otro, el paisaje árido y desolado de los valles Calchaquíes. Es una división bien marcada y más que interesante para conocer. Les cuento más en mi post sobre la visita a Ruinas de Quilmes desde Tafí del Valle.
Sobre la Calle de los Faroles están la mayoría de agencias de turismo de Tafí del Valle donde consultar por los traslados a Ruinas de Quilmes. Algunas ofrecen la opción de quedarse en Amaicha del Valle, la localidad más cercana a las ruinas, en vez de regresar a Tafí. Nosotros hicimos esto para, desde ahí, viajar a Cafayate.
OTRAS EXCURSIONES EN TUCUMÁN
Viajar a Tucumán es un paseo obligado en cualquier viaje al noroeste argentino. Además lo que nosotros pudimos ver en un día en Tafí del Valle, existen otros circuitos y excursiones que se pueden hacer. Estos son algunos. ¡Buen viaje!
