Llegamos a la bulliciosa terminal de ómnibus de San Fernando del Valle de Catamarca pasado el mediodía. La empresa Aconquija hace el recorrido de La Rioja Capital a San Fernando del Valle de Catamarca (160km) por unos USD 11,00. La sensación térmica rozaba los 41ºC, y amenazaba con aumentar más tarde.
PRIMEROS PASOS EN CATAMARCA…
No teníamos hostel reservado ni forma de orientarnos en la ciudad; estando cerrada la oficina de informes turísticos de la terminal, pedimos indicaciones a un policía sobre cómo llegar a la plaza principal. A partir de ahí buscaríamos un hostel donde pasar la noche. Nos cargamos las mochilas al hombro y caminamos por la Avenida Güemes hasta la peatonal. Había muy poca gente en la calle y nuestra primera impresión de esta ciudad no fue la mejor: la terminal está en una zona que no es linda pero, en el momento que se llega a la peatonal Rivadavia, la imagen cambia.
Con los rayos del sol rebotando en las fachadas de los edificios y tiendas de la peatonal e incidiendo sobre nuestra piel, caminamos hasta la plaza principal. Llegar a la Plaza 25 de Mayo se sintió como haber encontrado un oasis. El césped era de un verde intenso y había algunas personas disfrutando de la sombra de los árboles. Allí un edificio llama la atención más que todos, por su color y su belleza: la Basílica de Nuestra Señora del Valle.
Tras preguntar dónde encontrar un hostel en la capital de Catamarca, y habiendo recuperado energía a la sombra, continuamos caminando. El centro de San Fernando del Valle de Catamarca era viejo pero prolijo, y ya pasadas las 2 de la tarde no quedaba nadie en la calle.
En la ciudad hay desde hoteles elegantes hasta hostels accesibles. Encontramos uno sobre la calle San Martín, el Puna Hostel. Ahí conversamos con Paula, la recepcionista, sobre cómo ir a Belén al día siguiente.
LA SIESTA EN CATAMARCA…
‘¿Cuándo abre todo acá?‘ le preguntamos a Paula pensando en cuándo salir a conocer la ciudad.
‘Después de la siesta‘ respondió ella.
‘¿Tipo cinco entonces? ¿Seis?‘ pregunté yo.
Paula se rió.
‘Después de las ocho, ocho y media‘ dijo ella.
Y sí… ¿Cómo no van a dormir tanta siesta si hace 42°C hasta que empieza a caer el sol? Aunque las temperaturas de ese estilo son normales en verano, no es que sea constantemente así el clima en Catamarca. El verano es la época lluviosa en el noroeste argentino y aquel calor, con la humedad del ambiente, solo podía anunciar tormenta.
Pasadas las seis salimos a caminar, buscando qué ver en San Fernando del Valle de Catamarca pero sin ningún destino en mente. Llegamos a la Plaza La Alameda. El panorama era de desolación. Efectivamente, todos seguían durmiendo siesta.
QUÉ VER EN EL CENTRO
De vuelta en el centro pasamos frente a un par de museos, todos cerrados. Al menos en aquel entonces, los museos de San Fernando del Valle de Catamarca permanecían cerrados los fines de semana (¡al igual que la oficina de turismo!). Algunos de los museos que se pueden visitar en el centro son el Museo Arqueológico, el Museo de la Ciudad, el Museo Histórico de Catamarca, la Casa de la Cultura, y su pequeño Museo de Bellas Artes.
La peatonal Rivadavia empezó a cobrar vida pasadas las siete. Se extiende por cinco cuadras desde la Calle San Martín (la principal) hasta la Avenida Güemes, junto a la terminal. Concentra todo lo que uno esperaría encontrar en cualquier peatonal de cualquier ciudad argentina, y es un buen marco de referencia para buscar hoteles y alojamiento en Catamarca.
La arquitectura es digna de ver, y llama la atención. Aunque la ciudad es vieja, la mayoría de las fachadas del centro eran hermosas y bien cuidadas. Su estilo le da a San Fernando del Valle de Catamarca un airecito colonial que le sienta bien.
Al caer la noche, la Plaza 25 de Mayo se llenó de gente. Era un ambiente de música, tranquilidad, y buena vibra. Gente disfrutando de su ciudad. Decidimos aprovechar que ahora la Catedral estaba abierta y hacer caso a la recomendación que nos habían dado antes de viajar a Catamarca: «No se vayan de San Fernando del Valle de Catamarca sin visitar la catedral».
Efectivamente, la Catedral de Catamarca es una de las más lindas de Argentina. No pudimos ver mucho ya que los feligreses estaban en plena misa, pero sus colores y la pintura del cielo raso me cautivaron desde el primer segundo.
El centro de San Fernando del Valle de Catamarca es pequeño y se recorre fácil. Seguramente lo hubiésemos disfrutado más de habernos encontrado mejores condiciones climatológicas. Como opción donde alojarse es buena, y desde acá se pueden contratar varias excursiones y paseos a distintos puntos de Catamarca, como la Cuesta del Portezuelo.
- En este enlace pueden consultar todas las opciones de alojamiento y hoteles en San Fernando del Valle de Catamarca.
OTROS LUGARES QUE VER EN CATAMARCA
Al noroeste de la ciudad se encuentra el Dique El Jumeal, una zona de parques alrededor del dique. Siguiendo más allá por la ruta provincial 4, se llega a las sierras, al Pueblo Perdido de la Quebrada, y a zona de campings.
- En este enlace pueden consultar todo lo que hay que hacer en los alrededores de San Fernando del Valle de Catamarca.
El punto más famoso que ver en Catamarca, muy cerca de la capital provincial, es la Cuesta del Portezuelo. Visitarlo estaba en nuestros planes, como también seguir camino hacia Belén, en la zona de la Ruta 40 al oeste de la provincia, pero esto no pudo ser.
La fuerte tormenta que habría a la mañana siguiente no solo nos impediría visitar la Cuesta del Portezuelo, sino que nos obligaría a abandonar Catamarca en el único bus que saldría camino a San Miguel de Tucumán ya que los caminos al sur (necesarios para ir a La Rioja o al Oeste de Catamarca desde la capital) estaban cerrados porque la crecida de un río, producto de las lluvias, había derribado un puente.
Estas son cosas que pueden pasar cuando se viaja al noroeste argentino en verano, aunque claro que no necesariamente vayan a ocurrir. Es sabido que enero y febrero no son los mejores meses para viajar al noroeste, pero aún así este fue un viaje increíble. Y nos dio la excusa perfecta para volver a Catamarca algún día 😉
Me despido alentándote a viajar a Catamarca, que es mucho más que su capital y definitivamente vale la pena conocerla. Si vas de viaje a Catamarca, estas son algunas de las excursiones que se pueden hacer por el momento:
